Capítulo 105.

67.8K 4.2K 411
                                    


1/3

-       ¿Muy, mal mal? —río porque de alguna manera a Aaron se le graba algunas expresiones mías o gestos.

-       Mal mal amor.

-       Y eso quiere decir que no podrán viajar. ¿O me equivoco?

-       En nada te equivocas.

-       Pero para mañana temprano te quiero aquí futura Cromwell.

-       Sí señor.

-       Oyeee...

-       Dime.

-       ¿Y si hacemos una vídeo llamada más tarde?

-       ¿Una caliente?

-       Tan caliente como tú la hagas. —suelto una risita.

-       Pervertido. Pero si, yo te llamo dentro de un rato, quiero bañarme y descansar un poco.

-       ¿Estás bien?

"Bien embarazada"

-       Sí señor Cromwell.

Tardo en la ducha menos de 5 minutos, lo único que quiero es cerrar mis ojos y dormir hasta mañana.

Y así fue, no sé cuánto ha pasado desde que me dormí. Volteo a ver a Holly y sigue en la misma posición, ni se ha movido.

Con el dedo índice la muevo para comprobar de que esté viva, me lanza un manotazo y lo confirmo.

Aún siento los ojos pesados por lo que me vuelvo a dormir, no sin antes revisar el celular, veo que tengo un mensaje de Aaron diciendo algo de coco pero el sueño pudo más.

-------------------------------------------------------------------------------

-       Pissss.... Pisss...—siento unos dedos enterrarse en mis costillas.

-       ¿Yo te desperté cuando estabas dormida?

-       No.

-       ¿Entonces?

-       Es que estoy aburrida Ada, ya pedí la comida. Este bebé no sabe hacer  otra cosa que pedir comida para después vomitarla. —la ignoro aún con los ojos cerrados. —no me ignores.¿Quieres algo en especial de comida?

-       ¿Qué ordenaste?

Y como si me hubiesen escuchado tocan a la puerta, me levanto con toda la pereza y abro la puerta.

-       ¿Holly tú ordenaste toda esta comida?

-       ¿Qué? No es tanto.

Estamos ya acostadas y bañadas listas para dormir.

-       No puedo creer que estemos embarazadas al mismo tiempo. —tengo a Holly de lado cara a cara.

-       Ni yo. ¿Has pensado?

-       Sí. Y no te negaré que estoy asustada hasta las bolas.

-       No tienes bolas.

-       ¿Qué sabes tú? —suspiro.

-       ¿En serio?

Sin pedirlo ella comienza a acariciarme el cabello.

-       Todavía no estoy segura de lo que quiero Ada. —sus ojos se cristalizan.

-       Tu mente se aclarará cuando hables con Nadir. ¿Cuándo lo harás?

Dulce Infierno Où les histoires vivent. Découvrez maintenant