Dulce Infierno

Capítulo 100.

Me despierto y siento una nostalgia por no tener a Aaron a mi lado, pero se me pasa cuando veo a David con la boca abierta con un gran chorro de baba, y a Holly abrazando las piernas de él, ya que están a lo contrario.

¿Y qué hare hoy?

Será hacer todo lo que tenía planeado con este trio.

Me levanto con cuidado de no despertar a London que está a mi lado, voy al baño, me cepillo mientras orino, y me doy una larga ducha, salgo me visto y todavía siguen durmiendo, hasta en la misma posición.

Me coloco las manos en la cintura y hablo en voz fuerte.

- ¡En esta casa nadie duerme hasta tarde!

Es como si no hubiese hablado, siguen durmiendo.

Rendida salgo del cuarto y automáticamente me llega un olor, entrecierro mis ojos para buscar la razón, y la consigo al llegar a las escaleras, todas están llenas de grandes adornos de todo tipo de flores y colores, cada una tiene una nota de amor de Aaron o de disculpa por no estar conmigo hoy, en la sala solo queda un pequeño camino para yo poder moverme, uno es más grande y huele más exquisito que el otro.

Llego a la cocina y veo a Marta con los ojos cristalizados.

- Buenos días Marta. ¿Qué te sucede?

- ¿No es mi niño el hombre más hermoso? —una sonrisa bastante amplia se despliega en mis labios, porque si, es lo más hermoso.

- Si, y la verdad es que me hará bastante falta hoy.

Volteo, y todos están entrando a la cocina con la cara aun hinchada por el sueño.

- ¿Quién se murió? —pregunta David.

- ¿Por qué alguien tiene que estar muerto? ¿Qué te lleva a esa conclusión? —lo cuestiona Holly a lo que él señala con gran obviedad alrededor.

- ¿En estos tiempos no se puede ser cursi? —ahora habla London.

- Estamos de aniversario. —mi voz sonó un poco más melancólica de lo que me imagine que sería.

- ¿Y qué haces aquí?

- ¿Cómo que qué hago aquí?

- ¿Por qué no estas con él?

- ¿Por qué tiene trabajar?

- Ada. —me da una palmada en la nuca —tu prometido es tu jefe, ¿y prefieres quedarte sola en tu aniversario? —me percato de que todos me están observando como si fuese la mayor de las idiotas.

- Yo resuelvo. —dice Holly tomando su teléfono.

- Yo te ayudo. —London toma la laptop que estaba en la isla de la cocina.

- Hola mi amorcito... bien... si divina y rica como siempre —habla Holly por teléfono. —Oye, necesito un favor tuyo... no, ese día no llegara, y menos si se trata de tu y yo en la cama...te estas desviando y apuesto que tienes una erección... necesito saber la dirección exacta de donde te estas quedando con mi hermano. —es Jorsh con quien habla. —gracias, espérame desnudo en la cama, con una rosa en la boca. —ríe a carcajadas. —sí, es para la pequeña saltamontes, así que no me vayas a distraer a Aaron... chao, cuidado con las españolas, no quiero que te enamores y te tengas que quedar por allá, no quiero que tus sobrinos tengan que ir a la otra punta a ver a su tío porque decidió quedarse. —me extraña ese comentario de ella, cuelga y le dice la dirección a London.