Capítulo 82: Consejos.

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|Narra _____|

Cuando entramos al Reino, todos voltearon la vista hacia nosotros. Ya que seguramente era porque había una nueva persona que nunca habían visto antes. Y este era Benjamín. Muchos se acercaron hablar con él. Rick, cuando llego, nos pregunto si habíamos hecho las tres preguntas. A lo que le respondí que lo habíamos hecho y luego se presento con el pequeño. Como todos los otros.

— Mira —susurro una voz conocida—. Uno nuevo de nuestra edad.

Sonreí al ver a Clementine y Franky acercarse, y hablar con Benja. El pequeño había pasado por mucho ya que supuestamente había tenido que matar a una persona porque se lo pidió. No pregunte más del tema, porque seguramente tendríamos tiempo para hablar más adelante.
Las personas comenzaron alejarse mientras ya terminaban de hablar con él y presentarse. Solamente quedaban los más pequeños. Tomé de la mano a Carl, y comenzamos alejarnos de ellos. Para que puedan hacerse amigos.

— ¿Pasa algo?  —pregunté al ver que Carl estaba perdido en sus pensamientos.

No me contesto. Fruncí ligeramente el ceño, y luego frene mientras me posicionaba justo delante de él. Mi novio levanto la vista, y sorprendido se quedo mirándome.

— Carl. ¿Pasa algo? —repetí. Asintió con la cabeza y luego hizo una mueca.

— Estaba pensando…

— ¿En qué?

Soltó una leve risa al ver que le había cortado la frase y luego tomo mi mano derecha, mientras comenzaba a caminar y yo me posicione a su lado, también caminando.

— En Benjamín.

Asentí levemente con la cabeza, algo confundida. No entiendo porque es que estaría pensando en él, y tampoco entiendo porque le da mucha importancia. Pero a fines de cuentas, es su propia mente y sus propios pensamientos. Así que no puedo opinar nada.

— ¿Qué tiene?

— No sé, creo que le gustas… —solté una carcajada y me miro.

— Amor, soy hermosa y atractiva. Le atraigo a muchos hombres —bromeé—. Pero el que amo es a vos, y nunca te dejare.

Comencé a reírme demasiado. Carl tenía los ojos fijos en mi, había dejado de caminar y tenía el semblante serio ¡Vamos! ¿No se aguantaba un pequeño chiste? No podía evitar reírme, así que continúe todo el tiempo. Carl se iba acercando mas y luego susurro en mi odio algo que me dejo paralizada.

— Si, pues yo también le atraigo a varias.

— ¿Qué dijiste? —le mire seria, dejando de reír.

— Estaba bromeando, dos pueden jugar este juego.

Rodé los ojos y me aleje de él, caminando más rápido. Pero, en unos segundos después, sentí como una mano tomaba mi brazo y me daba vuelta. Supe que era Carl, porque puso sus labios sobre los míos e instantáneamente le seguí el beso. Sonreí al mismo tiempo que nos separábamos y luego me miro.

— ¿Te enojaste? —susurro.

— No, tranquilo.

— ¡_____! —escuché un grito. Era mi nombre. Me di la vuelta rápidamente y luego arqueé una ceja al ver quién era.

Comenzó a correr hacia donde me encontraba y luego nos miramos entre Carl y yo. Mientras esperaba a que llegara, cosa que no fue mucho, comencé a pensar en que cosa es lo que Rick necesitaría y más de mi. Porque quizás lo que necesitaba era a su hijo o Daryl quería decirme algo. O no tengo idea.

— ¿Qué pasa, Rick? —pregunté confundida.

— Hijo, ¿puedes dejarnos solos?

Este asintió y confundido —como yo—, me dio un corto beso en los labios y luego despidiéndose de su padre comenzó a caminar lejos de nosotros. Lo seguí con la mirada. En un momento se dio vuelta, y sonreí levemente al verlo y me devolvió la sonrisa. Giro hacia delante y volví mí vista hacia Rick, dándole a entender de qué podía hablar.

La pequeña Dixon. ~Chandler Riggs.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora