La pequeña Dixon. ~Chandler Riggs.

Capítulo 66: Especial III.

|Narra Franky|

-¡Franky debes levantarte ahora mismo! -me despertó mi hermana mayor.

-¿Que ocurré, Zaphira? -comencé con mis manos a pasarlas por mis ojos para despertarme, estaba soñando con Batman y ella me despierta.

-Tenemos que irnos rápido.

-¿Porque estas apurada? ¿Y mamá?

Ella me miro por unos momentos en silencio, no entiendo que es lo que esta ocurriendo.. Y ella se queda en silencio y no me deja salvar al mundo junto a Batman..

-No es momento que te lo diga ahora.

Ella hablaba en tono frío, tenía miedo. No sabía que ocurría, ella me ordeno que me levantará y me vaya a cepillar los dientes y que luego arme una mochila con las cosas necesarias porque nos íbamos a ir. Agarré unos juguetes y también ropa, ¿acaso nos íbamos a mudar con papá? Ellos estaban separados desde que tengo tres años, pero no entiendo que es lo que esta ocurriendo, quiero ir con mamá.

Cuando termine de guardar las cosas, baje las escaleras y Zaphira estaba apurada, guardaba toda la comida que teníamos en la heladera y en los muebles. Eso estaba mal teníamos que dejarle comida a mamá, porque ella podría estar hambrienta en cualquier momento, también quiero despedirme de ella.

-No agarres todo, déjale a mamá.

Otra vez ella con esa mirada en silencio y sin contestar, no me hizo el más mínimo caso y siguió guardando todas las provisiones. También note que tenía un revolver y una escopeta.

-Mamá dijo que no podemos usarlas, se lo diré. -la amenacé, no entiendo porque ella las tenía, eran peligrosas.

-Franky debemos irnos, ¿puedes por unos minutos aguardar silencio? -la mire mal- Gracias.

Mi hermana era Zaphira, nos parecíamos mucho. Ella era dos años mayor que yo, lo que nos diferenciaba era el pelo y los ojos. Yo saque el pelo de mi papá, rubio y ella el de mi mamá castaño. Y el color de ojo mios eran marrones como los de mamá y los de ella verdes pero papá los tiene azules. Solamente tiene diez años y no puede tener una pistola ni una escopeta, mamá dice que puede traer muchos problemas y que ni se nos ocurra tocarlas.

Zaphira vació toda la heladera y todos los muebles y luego se puso las mochilas en sus hombros. Sostuvo la escopeta y puso el revolver de mamá en su cinturón, miré por la ventana mientras ella buscaba no se que cosa y empecé a notar que la ciudad estaba en llamas, muchos gritaban y corrían otros estaban en el suelo ¿muertos? me asusté y comencé a llorar, no entiendo que pasaba y porque todos se encontraban de ese estado. Seguí mirando por la ventana hasta que una persona toda manchada de sangre y con ojos raros aparece de repente y me voy para atrás asustado mientras doy un grito.

-¿Que paso? -viene corriendo mi hermana bajando las escaleras.

-Me asuste. -susurré, odiaba que ella supiera que no era valiente.

-Debemos irnos, no te separes en ningún momento de mi ¿esta claro?

Asentí, pero aún quería saber donde se encontraba mamá, ella no aparecía y necesitaba saberlo, quería despedirme de ella y que me explicara toda la situación. No me gusta admitirlo pero necesitaba un abrazo de ella, quería que me dijera que tood iba a estar bien. Pero no estaba.

Siento unos cálidos pero temblorosos brazos abrazarme por la espalda, y le sonrió a mi hermana. Es como si ella pudiera leer los pensamientos.

Salimos de la casa, yo me escondía siempre detrás de ella. Porque así es como me lo había dicho, mientras caminábamos podía ver todo lo que le había ocurrido al mundo y me parecía conocido porque me gustaban los comics y distinguí que eran Walkers debido a todas las cosas de Zombies que ví en mi corta vida. ¿Estábamos en un Apocalipsis? Seguramente era eso, no iba a preguntarle eso a mi hermana porque se la notaba que estaba concentrada dando métodos para escapar. Pero sigo pensando donde estaban mamá y papá.