La pequeña Dixon. ~Chandler Riggs.

Capítulo 08: El grito.

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Después de haberles explicado lo que yo pensaba acerca de los primos. Ellos concordaron de que algo tramaban. Eso me hizo sentirme aliviada, ya que contaba con sus apoyos. Y eso era algo fundamental que hay que tener, porque si podría pasar algo contra los nuevos, sabría que mis amigos me defenderían pensando que yo soy la que tiene la razón. Y no como con el "golpe" hacia Luna, que la mayoría no terminaba creyéndome.

         Ahora mismo, nos encontrábamos fuera del Reino. Queríamos volver a la búsqueda de los desaparecidos, necesitábamos saber cómo se encontraban y si habría algo malo que pudiera llegar a pasarles. Porque teníamos el derecho de poder saberlo.

— ¿Preparados? —cuestionó Asa mientras nos miraba a cada uno.

El resto de nosotros, asentimos con la cabeza al mismo tiempo. Luego, emprendimos nuestro viaje, otra vez. ¿Cómo me encontraba en estos momentos? Pues, sentía algo de miedo por la incógnita que había en el Reino acerca de los otros. Quería saber ya la respuesta de cómo se encontraban y tal. Porque para ser sinceros, yo no era una persona muy paciente que digamos, y siempre quería las cosas claras rápidamente. Odiaba las esperas. Por eso es que soy una persona directa, y estoy orgullosa de ello.

         Habían pasado varias horas desde que habíamos salido y comenzado con la expedición. Pero no había ninguna señal de ningún tipo de huellas, o rastros para seguir. Por eso mismo, terminamos decidiendo que nos separemos entre nosotros para intentar utilizar más el perímetro e intentar de esta manera encontrarlos más fácilmente. Conmigo estaban Tracy, y Gabi. Mientras que los otros se separaban de nosotras, e iban hacia la izquierda.

— ¿Piensan que los encontraremos? —preguntó Gabi, mientras empezábamos a caminar.

— Yo creo que sí —respondió Tracy. — ¿Y tú, qué opinas? —dijo, mirándome fijamente. A lo que yo me volteé hacia ella y me encogí de hombros.

— Ojalá.

Sin más que decir, retomamos la búsqueda. Separándonos entre nosotras. Tracy fue al oeste, Gabriela al sur y yo me fui hacia el norte. Nos tuvimos que separar, así podríamos inspeccionar más y ocupar mucho más espacio por si estuvieran ellos también separados y quizás buscándose entre ellos.

         Un grito se hizo presente.

 Me di la vuelta sorprendida y sobresaltada. ¿Qué había sido eso? Sí, bueno un grito de mujer. Pero... ¿de quién y por qué? Mi corazón latía fuertemente y rápidamente por miedo a que les haya pasado algo a alguna persona conocida para mí. Entonces, comencé a correr hacia donde estaba antes con mis amigas y pude visualizar a Tracy la cual estaba de igual manera que yo. Cuando me vio, corrió hacia mi cuerpo y se abalanzó.

— ¿Fuiste tú la que gritó?

— No.

Ante mi respuesta, sus ojos se abrieron mientras miraba por detrás de mí. En mi rostro se identificó una mueca de confusión, pero al notar la ansiedad de Tracy acerca de lo que podría llegar a ver atrás, me di la vuelta.

— ¿Qué mierd...? —Dije sin terminar mientras sentía un leve empujón en mi hombro de parte de Tracy, que fue corriendo hacia donde estaba Gabriela y Jaime.

— ¡Chicos! —Gritó ella mientras señalaba por sus espaldas — ¡Cuidado!

Ahora comprendía. Había unos Walkers por detrás de Gabriela y Jaime. Saqué mi ballesta lo más rápido posible, la cargué, y luego le disparé a uno de los Walkers. El otro, lo termino matando Tracy a la vez que sacaba su cuchillo con agileza.

         Miré fijamente a Jaime y una sonrisa se formó en nuestros rostros. ¡Jaime estaba bien! Aunque el problema ahora era encontrar a los otros cuatro tortolos que no aparecían.