Capítulo 33: Infierno.

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Corrimos como si el mismísimo diablo nos estuviera persiguiendo. Igualmente, si el diablo me persiguiera yo dejaría que me atrape, total, sería como su hija. ¡Imagínense reinar el infierno! Sería lo mejor.

— ¡Ayuda! —escuchamos el grito de Ana, y apuramos el paso.

No entendíamos que estaba pasando, ¿eran walkers o eran personas? ¿Con quién estaban lidiando? Tenía miedo de que le pase algo a alguno de los cuatro. Al parecer mi consciencia al sentir un mal presentimiento, tenía razón. Algo malo iba a ocurrir, mejor dicho, algo malo está ocurriendo ahora mismo.

Llegamos hasta la puerta de la cabaña, y con toda la furia y desesperación la abrimos par en par. Entramos corriendo y visualizamos la escena. Alexa estaba en el suelo siendo devorada por cinco walkers. Shawn les disparaba a los mismos, mientras que Ana y Gabriela estaban luchando contra tres personas reales y unos walkers que cargaban como mascotas con cadenas. Mordí mi labio de la furia que tenía al ver que estábamos siendo emboscados y que Alexa había muerto. Sin más, nos miramos entre nosotros y emprendimos nuestra misión de rescatarlos.

Matt fue junto a Shawn, y Carl se sumó hacia donde estaban las dos restantes. Yo, me escabullí sin que los intrusos me identifiquen, y tome un desvío hacia una sala de la cabaña, para luego volver hacia donde estaba, pero por detrás. Tenía a los tres frente mío, ninguno me había visto. Cada uno de ellos tenía agarrada a mis amigas del cuello, uno solo era el que tenía las cadenas. Embosqué mi cuchillo fugazmente y se lo inserté en la cabeza del que tenía a Gabriela, los dos restantes se dieron vuelta y el que tenía a los walkers, los soltó haciendo que vayan detrás de Ana. Carl le disparó a cada uno de los caminantes, y yo volví a inyectar mi cuchillo pero en el cuello del que había sostenido las cadenas.

Shawn se nos unió junto al rubio, y después de matar a todos los walkers que asesinaron a Alexa, solo restaba el que sostenía a Ana. El cual, gracias a Matt, terminó cayendo de rodillas al suelo.

— ¿Quién eres? —escupí en su rostro.

— Negan.

Rodé los ojos, ¡otra vez con la basura de que todos ellos son Negan! Abofeteé su rostro, y le apunté con el cuchillo.

— ¿Cómo nos encontraron? —preguntó Ana abrazándose a Shawn.

— No los estábamos siguiendo, Negan nos ordenó que vengamos a investigar esta cabaña.

— ¿Por qué nos lo dices? —cuestionó Carl.

— Al fin y al cabo, sé que me van a matar. Hable o no.

Escuchamos unos ruidos provenientes de afuera de la cabaña, y fruncí el ceño. Apostaba lo que fuera a que eran caminantes, ya que todo el alboroto con los sonidos que producimos, los habíamos guiado hasta acá.

— Tenemos que irnos.

Asentimos ante lo que dijo Gabi, y abordamos la misión de la cabaña. De todos modos, ya la habíamos saqueado por completo. Todos teníamos una bolsa con las cosas que habíamos recaudado. Mientras nos dábamos vuelta para dejar el lugar, estaba por clavarle el cuchillo al hombre, cuando de repente, se levanta apurado y le roba la pistola a Shawn. Este me agarra aprisionándome, posicionando su brazo en mi cuello, y le mordí la mano. Pero no se inmuto ante mi defensa.

— Suéltala —gruñó Carl apuntándole.

— Yo sé quién es ella, y Negan estará muy feliz de que vuelva a casa con nosotros —se burló el hombre pasando su lengua por toda mi mejilla.

Volví a morderle, pero hizo caso omiso a mi agresión, y le disparó en la cabeza a Gabriela.

— ¡¿Estás loco!? —gritó Ana con lágrimas en los ojos, me quede asombrada viendo el cuerpo de mi amiga cayendo en el suelo ya muerto.

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⏰ Última actualización: Sep 10, 2018 ⏰

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La pequeña Dixon. ~Chandler Riggs.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora