Capítulo 29: Memorias.

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|Narra _____|

—Nena, despierta.

Escuchaba esa voz horripilante en mis sueños ¿estaba durmiendo, no? Eso espero porque la verdad quisiera estar en mi casa y no encerrada en este lugar junto a un violador. No gracias, ¿que hice yo para merecer esto? Exacto nada. Pero parece que todo ocurre porque la vida es así, o también porque nos mandaron a estas ocasiones. Es una duda que nadie nos va a poder responder.  Digo, ¿alguien sabe porque las cosas pasan de esta manera? Pues yo creo que no.

—Te he dicho que te despiertes. -gritó, antes estaba despierta pero comencé a pensar y me fui de la realidad.

No quería levantarme porque eso significaba otro día mas en esta tortura. Todos los casos que pasaban por la tele no me interesaban, sentía pena por las chicas/chicos que secuestraban y aparecían muertos, pero nunca me imagine que me iba a ocurrir a mi.

—¿Tengo que repetirlo? -preguntó, nunca había sentido miedo de verdad en mi vida, salvo cuando estoy junto a él y cuando me hace todas las cosas horribles.

Antes de que el pudiera responder, me levanté de un salto de la cama y lo miré, estaba con una bandeja de comida, cosa rara ya que nunca me había traído algo así en estos días. En la bandeja había un huevo con tocino y jugo de naranja.

—¿Piensas que es para ti? -asentí con la cabeza, me estaba muriendo de hambre, solo me daba pan y agua. -Te equivocas, es para Shane.

Lo miré sin entender,  yo no conocía a ningún Shane y menos sabía porque le había echo una comida a él y además porque me la mostraba.

—Shane, entra. -dijo él, llamando a su amigo a la habitación.

—Ya veo que preciosura -dijo Shane, yendo hacia mi y comenzando a tocarme la cara.

—Aléjate. -le ordene, no quería mas manoseos y menos alguna penetración o alguna tortura más.

—Tiene carácter. -dijo este, sin quitarme las manos de encima y mirando a el otro.

—Es una Dixon.

Ambos asistieron y luego Shane miró la bandeja, comenzó a comer frente a mis narices y mi panza rugió.

—La pequeña tiene hambre. -dijo burlonamente. Asentí tímidamente y los miré, necesitaba comer.

—Tengo otra comida especial para ti. -dijo el violador y luego miro a Shane. Ambos asintieron y comenzaron a bajarse los pantalones.

No, por favor,  no quiero más esto.
Comenzaron a sacarme mi ropa y luego empezaron a torturarme y violarme. Eran dos contra uno.

—¡DEJENME! -grité exaltada, estaba toda sudada.

Miré a mi alrededor, estaba en el salón, durmiendo sobre el sillón. Me había pasado hace varios días ya acá porque no quería estar más en esa habitación,  donde estaban Franky y Clementine.

Una luz se prendió y mis ojos se cerraron automáticamente. Joder, apaguen las luces. Seguro había sido alguien que desperté por mi grito.

—_____ ¿estas bien? -cuestionó mirándome,  comencé abrir los ojos despacio y luego asentí levemente.-Escuché tu grito.

Mordí mi labio y saque mi vista de sus ojos, lo había despertado ¿a cuantas personas más las habría despertado? No lo sé.

—Lo siento. -susurré volviendo la vista a él,  ahora que lo notó estaba en Bóxer,  así que duerme semi desnudo. Saqué mi vista rápidamente de su cuerpo y miré su cara.

La pequeña Dixon. ~Chandler Riggs.Where stories live. Discover now