La pequeña Dixon. ~Chandler Riggs.

Capítulo 70: Regalo.

|Narra _____|

Abrí los ojos despertándome, ya era de día. Lo notaba por la luz que salía de la ventana, por supuesto eso no fue lo que me levanto sino que siempre me levantaba sola y temprano. Mire a mi izquierda y se encontraba Carl, estaba levantado y estaba mirándome ¿desde cuándo él se despierta antes que yo? Exacto nunca.
Empecé a estirarme estaba toda acalambrada, mientras lo hacía bostece levemente —tapándome con el brazo—, luego de todo eso Carl seguía mirándome ¿acaso no se cansaba? Se que era extremadamente linda, pero tampoco para ver las 24 horas del día.

— ¿Pasa algo? —pregunte.

—Nada, sos hermosa. —sonrió levemente.

Rodé los ojos, siempre saltaba con uno de esos comentarios cursis. No me molestaban, era lindo de su parte. Besé su mejilla y luego lo miré.

—Carl, tengo que enseñarte algo.

Él levanto una ceja pícaramente, me levante de la cama para poder ir al baño. Me mordí el labio inferior, siempre pensando en cosas indebidas. Reí levemente y me di vuelta para caminar hacia el baño. Pero antes siento un tirón en mi remera. Doy vuelta y era Carl, estaba tapando mi trasero ¿Por qué? No se. Le sonreí, y corrí hacia el baño, no me iba a dejar tranquila.

Primero que nada cuando llegue, hice mis necesidades. Odiaba tener que levantarme y ya tener ganas de orinar… en fin, después de eso me lave la manos, y miré los cepillos de dientes. Eso es lo que buscaba para Carl, porque sinceramente cada vez que se levanta y habla. —Sin ofender a mi novio— tiene un olor a perro muerto…  Ya, dejen de criticarlo pobrecito ¡todos nos despertamos así! Basta de bullying.

— ¿Me extrañaste? —le pregunté mientras regresaba.

— ¿Que tenes escondido? —me preguntó levantándose hasta agarrar mis manos, estaban detrás de mi escondidas con su cepillo.

—Tu regalo. —le guiñe un ojo y se lo entregue, yo ya me los había cepillado.

Carl comenzó a reírse, y yo seguía con los brazos extendidos. Cuando por fin se le bajo la risa, me dio un beso en la mejilla y se fue a lavar los dientes. Ese es mi muchacho.
Cuando ya había terminado de salir del baño, salimos ambos —cambiados— del aula para encontrarnos con los demás, nos despedimos el uno del otro y tomamos caminos diferentes. Él se iba a reunir con Luke y los otros mientras que yo quería visitar a Michonne, ella fue la primera que conocí y si no fuera por eso, no seguiría donde estoy ahora.

Mientras caminaba hacia donde la había visualizado, notaba como era la gente que se encontraba en el Reino, muchos estaban felices otros estaban tristes —por lo que paso— y otros estaban en modo Walker, pero sin ser uno de ellos. Michonne estaba junto a Rick y Judith. Si no fuera por la piel de Michonne… —sin bardo— parecieran una familia verdadera pero por como son ellos, ya lo deben ser. Rick necesitaba esto, no tenía que estar con el fantasma de la esposa merodeándole por todos lados.

— ¡Michonne! —la asuste por detrás, ya que no me había visto.

—Casi me matas… —susurra poniendo una mano en su pecho, Rick y Judith comienzan a reírse.

— ¿Puedo sacarla un segundo? —mire a Rick y el asintió. Salude a Judith y luego Michonne se despidió de mi suegro.

Comenzamos a caminar lejos del Reino e ir hacia el bosque, era el único lugar donde podías tener tranquilidad y nosotras queríamos hablar acerca de todo lo que tuvimos que pasar en nuestros pasados. Porque necesitábamos tener el apoyo de la otra acerca de Negan y el Gobernador. Que por cierto, nunca lo conocí.

A Michonne el Gobernador la había torturado y violado. Como me paso a mí junto a Negan o Merle. ¿Saben por qué pasaba eso? Porque estábamos muy buenas. “Deja de bromear” me ordeno enojada mi conciencia, sí. Estaba mal bromear de eso, pero necesitaba sacar la tensión. “Vuelve hablar junto a Michonne, te está viendo raro”. Haciéndole caso la mire y ella estaba esperándome.