La pequeña Dixon. ~Chandler Riggs.

Capítulo 16: Renga. {Maratón 2/3}

| Narra ______ |

— Nadie vendrá a rescatarte, quiero que lo sepas.

Cínicamente se acercó hacia donde me encontraba y me golpeó en la mejilla, haciendo un corte en mi labio y provocando que el mismo comenzara a sangrar.

— No te saldrás con la tuya, ya verás. Llegará el momento en el cual podré escapar de este infierno.

Escupí sobre su rostro. Era la primera vez que había abierto la boca para poder defenderme de él. Era la primera vez que pude saltar y comenzar a intentar lastimarlo. Y esa seguramente fue la última vez que lo hice.
Mi vista se nubló. Lo único que pude sentir antes de caer desmayada, fue un gran dolor en mi nuca. Nuevamente, había caído en las redes de Merle.

— Buenos días, chica.

— ¿¡Quién eres!? —grité asustada al ver que había una persona totalmente desconocida frente a mí, y lo peor era que tenía un cuchillo en su mano con sangre. Miré a mi cuerpo rápidamente intentando encontrar algún tipo de señal la cual supiera que esa sangre era mía, y la encontré — ¿¡Que me hicieron!? —volví a gritar asustada, sintiendo como las lágrimas saladas comenzaban a bajar de mis ojos hasta llegar a mis labios, o escaparse y saltar por el mentón y caer en mi cuello.

— Solamente te dimos una lección, linda —Dijo ahora una voz conocida, la cual reconocí que era Merle entrando por detrás de la puerta. Sonriéndole a la persona que se encontraba frente a mí con el objeto filoso.

— ¿Por qué me hacen esto?

— Oh no, te equivocas. Vos misma te lo hiciste, intentando responder. Eso está muy mal ¿sabes? —dijo sonriendo de la misma manera que antes, su sonrisa me repugnaba y toda la situación en la cual me encontraba también. Necesitaba respuestas, y las quería de inmediato. Ya no aguantaba más el sufrimiento en el cual tenía que vivir todos los días desde que me secuestraron.

— Un gusto, yo soy Negan —habló la voz que estaba frente a mí, mientras notaba como la sangre caía en gotas.

— Cierto ¿Dónde están mis modales? —se burló Merle. Agarró el cuchillo, y me señaló —Mi amigo acá presente, me ayudo bastante con vos, zorrita. Teníamos que atarte, porque te resistías demasiado. Pero nos brindaste una gran satisfacción a ambos...

— No puedo creer que una chica como ella pudiera darme tan buen placer, amigo —le interrumpió.

— SÍ, yo tampoco lo sabía hasta el día en que la violé. Negan, déjame terminar —el otro asintió mientras me comenzaba a tocar el rostro para secarme las lágrimas, pero yo me alejé haciendo que me apretará el cuello— ¡Amigo! Tiene que vivir —al decir esas palabras me soltó y volví a respirar normalmente comenzando a toser —Volviste a tener una aventura con nosotros, y como tanto te resistías tuvimos que hacer lo mejor. Teníamos que hacerte sentir dolor, y por eso fue que comenzamos con las apuñaladas por todo tu cuerpo. Tienes unos en tu espalda, son solo dos.

Mientras seguía hablando, mis pensamientos ya no se centraban en ellos. Sino que en el vomito que salió de mi boca al escuchar las palabras asquerosas que salían de sus bocas. Y también, al notar los pequeños cortes que tenía alrededor de mis brazos, panza y uno en la pierna. Estaba llena de lastimaduras, y eso tardaría en cicatrizar. Pero lo más importante y más doloroso que sentía era como me habían sacado piel de mi panza al costado izquierdo, y podía ver como el pedazo restante estaba a mi lado en el suelo rodeado de moscas.