La pequeña Dixon. ~Chandler Riggs.

Capítulo 83: Amable.

|Narra _____|

Me encontraba caminando por las calles del Reino. Tenía varias dudas rondando por mi mente, pero no creía que ninguna de estas pueda llegar a tener alguna respuesta. Quizás desconociéndolas sea mejor.
¿Pero, de que tratan estas preguntas? Es de todo un poco para decir verdad, algunas constaban acerca del Reino, otras del problema del Apocalipsis y como pudo lograrse crear. También hay acerca de cómo se está afrontando todo en estos tiempos. Y que es lo que piensa cada uno.
Amaría poder leer mentes, creo que sería algo que me gustaría demasiado. Porque siempre estoy curiosa ante las respuestas o acerca de lo que pueden llegar a opinar los otros de las situaciones. Y no se imaginan, cuando se puede llegar a tratar de mí.

— ¿Sos ____?

Me di la vuelta ante escuchar mi nombre, y sentir una presión sobre mi hombro. Que obviamente, era una mano. Asentí con la cabeza algo confundida ante lo que podría llegar hacer acá y me cruce de brazos, preparada para responderle.

— La misma. ¿Y vos sos Morgan? —Pregunté intentando acertarle, creo que ese era su nombre.

El hombre asintió con la cabeza y luego sonrió ampliamente mostrando toda su mandíbula. Me sentí un poco incomoda ante eso, pero intente no darle mucha importancia y volví a dar un leve asentimiento con la cabeza, todavía confundida.

— ¿Qué ocurre? ¿Paso algo?

La verdad, no sabía algún otro motivo para que me hablara. O quizás pidiera algo.

— Solamente pasaba caminando por el lugar, y pensé que podríamos hablar. No sé, mientras me enseñas el lugar.

— Oh, ¿es eso? —Arqué ambas cejas y le mire con una mueca, si era eso no me molestaba pero podría ser algo más.

— Si, tranquila ¿Qué pensabas? —soltó con un tono un poco bromista, y negué con la cabeza. Pensaba varias cosas, que no iba a decir porque no terminaría nunca con la lista. Y puede que ninguna sea demasiado bueno, o parecida a su idea.

Comenzamos a caminar por donde estaba haciéndolo. En cada tienda o ventana que aparecía por la escuela, le decía quienes dormían y quienes se habían apoderado de esos lugares. A continuación, le hice un tour por toda la escuela. Y por último le mostré todas las afueras, y presentándole a las personas que Vivian antes que nosotros.

Seguía pensativa. Me parecía un poco extraño que este tal Morgan me hablara solamente para poder mostrarle todo  el lugar. Porque hace unos días que estaba con nosotros, y seguramente ya lo habría conocido.
Pero no me quejaba, era una buena compañía. Por el poco tiempo que estuvimos hablando, parecía una buena persona. Y si Rick lo tomaba como un amigo, era buena señal.

— ¿Cómo conociste a Rick? —pregunté curiosa e intrigada. Un poco sabia de la historia, pero quisiera ver su punto de vista.

— Cuando todo esto empezó, mi hijo… —susurro estas últimas dos palabras, y bajo la cabeza mirando al suelo.

Mierda, la había cagado.

— Hey, tranquilo… —susurré también y comencé a masajearle el hombro como una muestra de comprensión. Con esto suponía que su hijo había muerto, ya que no estaba con él— Lo lamento, no debí preguntar.

— Este bien, yo también lo lamento.

Alzó la cabeza con una leve sonrisa de lado, y se la devolví de la misma manera. Me acerqué hacia él y luego le di un leve abrazo. Cuando estás en estos momentos de fragilidad, siempre es bueno recibir un afecto de la otra persona. Y no es nada malo darle un abrazo, así que por eso. Lo hice.