El hotel había sido completamente evacuado, todos los mortales pensaban que estaban siendo grabados en un programa de televisión y que más tarde podrían verse desde sus habitaciones. Aprovechando que el lugar estaba completamente vacío Percy y sus dos ayudantes habían iluminado el lugar para que las sombras no pudieran salir y si salía serían un blanco extremadamente fácil con el cual acabar.
Su objetivo ahora era Skotádi, el ser que había visto hace un tipo en la que vendría siendo la sala de lavado de la ropa de cama del hotel, pero este había decidido cambiar su ubicación para despistar a sus nuevos enemigos.
Como todas las luces estaban encendidas, a una intensidad moderada para que no se hiciese cortocircuito, él ahora estaba jodido. Había prometido a su señor que le traería a los hijos de Hades para que lo ayudaran a resurgir y adueñarse del mundo otra vez. Y ahora les estaba fallando, eso podría ser la muerte.
Volviendo con el grupo de héroes, estos estaban buscando cualquier escondite con ayuda de todos los Naberius que había creado Percy. Estos iban volando por los pasillos ya que no podían fundirse con las sombras. Los tres estaban buscando un escondite optimo para que un malo se escondiera. Un buen lugar sería de difícil acceso para alguien como un huésped, es decir, como una habitación con llave o algo por el estilo.
Bianca había encontrado un mapa del hotel. Según el mapa había una habitación cerca de la azotea que ponía "zona de cámaras", buscaron en todas las zonas en las que un gerente podría haber puesto unas llaves y no pudieron encontrar unas llaves de esa habitación. Eso indicaba que podría estar escondido allí.
- Nico. - Llamó Percy al chico que lo miró con una sonrisa. - Tú no has visto en ningún lugar unas llaves que ponga "cámaras" ¿cierto? - Este negó rápidamente, él había sido el encargado de buscar las llaves de todas las habitaciones y salas del hotel. - Vale, indicaré a los Naberius que miren ese lugar, si llegaran a sentir algo hostil nos avisarán.
- ¿Cómo estás tan seguro que estos perro/gallina nos avisaran de algo así? - Dijo Bianca un poco dudosa de las habilidades del demonio hebreo.
- Yo que tú no lo llamaría así. - Dijo Percy mientras miraba a los lados de la chica de Hades. - Esos perro/gallina es un demonio que el rey Salomón encerró en un libro y es el más valiente de todos, por lo que si te oye decir eso te atacaría sin dudar.
Al oír eso, Bianca decidió callar y esperar a que los Naberius volviesen y dieran buenas noticias a todo esto que estaba pasando. Actualmente ellos estaban en una piscina de interior, más precisamente en un bar mientras saqueaban un poco la nevera de este.
No tardaron mucho en conseguir una respuesta por parte de los demonios que habían ido en busca del malo. Efectivamente Skotádi se había atrincherado en la sala de las cámaras que estaba un poco antes de la azotea del edificio, lo malo es que él podía ver todo lo que sucedía en el hotel, por lo que debían ir con cuidado. Lo más seguro es que huyese si los viese llegar.
Una opción para llegar hasta él sin que se diese cuenta sería cortar la electricidad ya que las cámaras gravan las veinticuatro horas del día, pero eso iba en contra de su plan para evitar la aparición de las sombras. Casi no había puntos muertos en los pasillos, y si los había serían muy pequeños.
Lo más rápido sería usar el ascensor ya que la cámara que recopila todo lo que sucede en el no sale en la sala de vigilancia sino que va directamente a la empresa fabricante del aparato. El camino que había hasta el ascensor más cercano era de unos veinte metros de pasillo con unas cuantas cámaras que lo miraban todo.
Ellos vieron dicho pasillo desde detrás de una puerta para evitar se vistos por el ser maligno.
- Dime que sabes moverte como un espía de las pelis. - Dijo Bianca con esperanza.
- Lo siento, la universidad me quita mucho tiempo, no veo películas. - Dijo el chico llenando de sorpresa a Bianca y confundiendo al niño. - Puedo manejar la niebla para evitar ser vistos, pero no sé si funcionaría con las cámaras de seguridad.
- ¿Por qué lo dices? - Dijo Nico un poco curioso por lo que había dicho de la niebla.
- Por todas esas imágenes que se han mostrado como el yeti y cosas similares. - Dijo Percy llamando la atención de los hermanos. - Lo más seguro es que todas esas criaturas que se han llegado a ver en fotos de muy baja calidad fuesen criaturas míticas de otras culturas del mundo. La niebla es un sistema defensivo, por así decirlo, para que los mortales de hoy en día no capten a esas criaturas, por lo que si una cámara logra captar una de esas criaturas puede que la niebla haga que la calidad de la imagen descienda para poner en tela de juicio a ese ser que ha sido fotografiado o filmado.
- ¿Me estás diciendo que el sasquatch existe en alguna cultura religiosa antigua? - Dijo Nico con una sonrisa enorme en su cara.
- Puede que sea una criatura mítica de los pueblos indios pre americanos. - Dijo Percy con calma, como si estuviese dando una clase y con el mismo tono que tenía su bisabuela.
- Bueno, no pierdes nada intentándolo. - Dijo Bianca queriendo irse de ese lugar de una vez por todas.
Percy asintió. Es cierto que no perdía mucho, pero el factor sorpresa siempre es algo que no se debe perder. Pero eso lo perdieron hace mucho tiempo. El chico tres cuartas partes dios se concentró para llamar a la niebla. Él aprendió a manejar la niebla cuando cumplió los diez años en una visita sorpresa de Quirón, el centauro quería que el chico tuviese un poco más de protección cuando estuviese en la calle por lo que le enseñó a manejar la niebla.
Este hizo unas cuantas respiraciones profundas. Manejar la niebla conlleva mucha concentración y eso es algo que a Percy le cuesta mucho por su TDAH, tardó un total de cinco minutos en dar una señal a los dos chicos que le acompañaban para que lo siguieran.
Estos estaban un poco confundidos ya que no había aparecido niebla por ningún lado que los cubriese, pero decidieron guardar silencio y seguir al chico de pelo negro y ojos bicolor. Estos se pararon cerca de la primera cámara de seguridad, los hermanos miraron a Percy y tras unos segundos estos corrieron por el pasillo a toda la velocidad que les permitía su cuerpo.
No tardaron mucho en llegar al ascensor, pero en lo que si tardaron fue en tomarlo ya que tenía que bajar desde una planta más alta a la que ellos estaban. Cuando por fin llegó el aparato estos se subieron y marcaron la planta anterior a la azotea, la cual tenía una piscina y un bar solo para adultos.
El viaje hasta la planta deseada fue un poco incomodo. Había un silencia casi absoluto de no ser por una canción un poco cutre que hablaba del amor entre dos hombres mientras que uno de ellos se había transformado en una flor. Los hermanos intentaron distraerse haciendo cualquier cosa como hablar en voz baja entre ellos mientras que Percy solo se limitaba a estar callado esperando.
Con un ligero "ding" llegaron a la plata deseada y vieron el pasillo completamente iluminado. Había puertas que tenían carteles en sus puertas que ponían cosas como "Suit presidencial", "Sala roja" o "Habitación de espejos", obviamente estas eran habitaciones especiales para diferentes tipos de huéspedes, pero la habitación que estaban buscando era una que estaba justo al final del pasillo, una que ponía "Cámaras".
Ahora que habían llegado a la puerta en la que estaba el malo decidieron entrar a lo bestia para poder intimidar a Skotádi. Percy se situó al lado de de la puerta y de una patada con una bota con punta de acero logró tirarla a abajo. Dentro de esa sala había una figura completamente negra cubierta por un manto del mismo color.
- Tú otra vez. - Dijo el ser cuando vio a Percy. - Pensé que ya me dejarías en paz.
- Me cuesta. - Dijo Percy mientras se ponía delante de los dos hermanos. - Si te digo la verdad, no sé que quieres, pero sé que es algo malo y no puedo permitirte ir, y también creo que tú robaste el rayo de Zeus.
- No vas mal encaminado. - Dijo el ser. - Pero yo no lo hice, solo lave el cerebro a alguien para que lo hiciera.
- Y como entenderás no puedo dejarte ir. - Dijo Percy. - Si lo hago tendré que soportar los lloros de Zeus durante mucho tiempo.
Eso no pareció importarle mucho a Skotádi ya que de la nada sacó dos protuberancias oscuras que tomaron la forma de espadas. Percy intuyó que no iban a terminar hablando por lo que decidió proteger a los dos hermanos con los Naberius que quedaban en el hotel. Estos aparecieron de golpe para fusionarse en una versión más grande e intimidante.
Percy consideró que con Naberius de su lado, los hermanos Di Angelo estaban seguros por el momento y comenzó a caminar en la dirección del ser oscuro. De caminó divisó una linterna de un guardia de seguridad la cual cogió y cambió hasta que fuese una espada de doble filo típica de la antigua Grecia.
Los dos se miraron unos segundos, puede que estuviesen pensando en estrategias para acabar con el otro. El primero en atacar fue Skotádi que lanzó dos tajos con sus dos espadas en dirección al cuello de Percy. Estos no llegaron ya que usó lo que quedaba de la puerta como escudo.
Aprovechando el pequeño instante en el que las dos espadas estaban atascadas en la madera Percy creó un portal hacia la sala de carga del hotel, empujó a Skotádi y saltó tras él para estar en un lugar más amplio para pelear.
Ya en el nuevo emplazamiento de batalla Percy se lanzó a atacar. Lanzaba mandobles y estocadas dirigidos a os puntos vitales del ser oscuro el cual esquivaba con un poco de problemas por la velocidad a la que iba el chico.
En un momento en el que Percy cambiaba de posición para atacar, Skotádi le dio una patada que lo tiró al suelo, cosa que aprovechó para saltar encima de el e intentar apuñalarlo. La palabra clave era intentar ya que este rodó en el último momento haciendo que las dos hojas de su enemigo se clavasen en el suelo. Percy había leído muchos libros, entre ellos "El arte de la guerra" y gracias a ellos sabía que cuando uno de sus enemigos está en una buena posición en la que uno puede atacar no puede permitirse perder el tiempo.
Percy rápidamente se levantó del suelo y corrió hasta donde estaba el ser con su espada en alto con la intención de hacer un corte descendente en el medio de su espalda. Skotádi lo vio acercarse, pero no podía dejar sus espadas ahí ya que estaría desprotegido. Tiró con todas su fuerzas logrando liberarlas del suelo, pero recibiendo un corte en la espalda por parte del chico.
- No te mueves mal para ser un preadolescente. - Dijo el ser oscuro mientras apretaba la mandíbula con dolor.
- Gracias, eso mismo dijo tu madre anoche. - Dijo Percy haciendo enfadas más al ser oscuro que tenía delante de él. En esos libros también se decía que los sentimientos eran capaces de nublar el pensamiento racional, por lo que si lo hacía enfadar tendría más oportunidades de ganar esta pelea. - Pero dejemos mis proezas para más tarde, ahora debo acabar contigo, solo eres una molestia para mí. - Dijo eso muy serio y frío enfadando aún más a Skotádi.
Esto no esperó a que Percy estuviese listo, con sus dos espadas arremetió contra Percy con la intención de rebanar su cuello. Percy, al ver que sus movimientos eran más impulsivos sonrió y comenzó a pelear contra él.
Pelearon por cerca de unos pocos minutos, pero estos se vieron obligados a parar ya que se había formado un temblor en la zona. Un terremoto se hizo presente obligando a que los dos luchadores pararan para mantener el equilibrio.
- Eres patético. - Dijo una voz muy grave desde la nada. - Regresa antes de que te mate él a ti.
- Lo siento señor Erebus. - Dijo Skotádi con miedo y vergüenza.
Acto seguido toda la luz que había en el edificio desapareció durante unos segundos. Percy se había quedado desorientado y buscaba desesperadamente una forma de saber donde estaba su enemigo. Antes de que pudiese hacer cualquier cosa las luces volvieron mostrando a un Percy solitario en el muelle de carga del hotel.
Suspiró derrotado por haberse visto interrumpido por un ser del que por el momento no había escuchado. Pero se paró en seco al recordar lo que podía pasar si la oscuridad se hacía en el hotel. Rápidamente fue a la sala de cámaras para ver si los hermanos estaban allí.
Lo que encontró le pareció muy gracioso. Naberius estaba tirado en el suelo mientras Bianca le estaba haciendo cosquillas en la barriga y le decía "¿Quién es un buen chico?".
Estos al verlo pararon pero Bianca dijo algo que no pensó que oiría nunca.
- Benefactor X, ¿me lo puedo quedar? - Dijo esta con una sonrisa. - Siempre quise un perro, además así él nos podrá defender cuando salgamos de aquí.
Percy valoró lo que había dicho y tras ver la cara suplicante de los dos hermanos este suspiró.
- De acuerdo. - Dijo este para luego recibir un abrazo de los dos y una lamida de las tres cabezas del demonio. - Recoger vuestras cosas, nos largamos de este lugar ahora.
Estos asintieron y salieron de la habitación dejando a Percy solo. En este pequeño periodo de tiempo había descubierto una cosa. Un ser llamado Erebus había mandado a otro ser de oscuridad para hacer algo con los hijos de Hades, pero lo que le llamaba más la atención era el nombre de Erebus. Tenía pinta de ser griego, pero no lo había escuchado antes.
Este sacudió la cabeza intentando alejar ese pensamiento por el momento. Ahora tenía que llevar a los dos al infierno para que su tío le ayudase en esta misión y por lo que había oído de algunos espíritus de la naturaleza tenía que ir a un sitio que la gente llama la ciudad de las estrellas.
Hollywood.