Jin se quedó conmigo aguantando mi llanto sin quejas. Fueron tantas las lágrimas que me quedé dormida sin darme cuenta.
Amanecí en mi habitación con Jin junto a mi, yo planeaba quedarme en mi cama por el resto del día, pero él me obligó a salir de ésta, diciendo que debíamos ir al supermercado porque yo no tenía nada de comida y quería cocinarme algo para hacerme sentir mejor.
No me quedó de otra que hacerle caso, tampoco sería una desagradecida, tomé una ducha y me arreglé un poco. Me puse unos lentes de sol ya que mis ojos estaban muy hinchados y no había maquillaje que pudiera disimularlo. Luego nos fuimos en su auto hacia el supermercado.
Ya habíamos metido en el carrito varias cosas que yo necesitaba. Jin se había ido por un pasillo donde estaban las carnes, todavía no se había decidido que preparar para mi, lo que fuera estaría bien. Tampoco tenía mucho apetito.
Me metí en el pasillo de los dulces y snacks, que era lo que más me interesaba de hacer compras, Jen era la que solía hacerlas y sabía lo que debía comprar para EunBi y para mi.
Fui metiendo chocolates y algunas frituras, llegué a la sección de las gomitas y no pude evitar recordar a JiMin al ver las que solíamos comer cuando veíamos películas y también en cualquier otro momento. Eran de colores y ácidas, yo nunca las había probado pero eran sus favoritas y luego se convirtieron en las mías. Sequé una lágrima que se me escapó y acomodé mis lentes, de pronto me sentí observada pero al mirar a mi alrededor ninguna de las otras personas estaba mirándome. Tomé varios paquetes de gomitas lanzándolos en el carrito con más fuerza de la necesaria, me sentí como una adolescente que al terminar con su novio todo lo que ve le recuerda a él y odiaba sentirme de esa manera.
Después de un rato Jin llegó a donde estaba con varias bandejas de carne, kimchi y otras cosas. Su actitud era extraña, miró detrás de él y hacia el final del pasillo, antes de centrar su atención en mi.
–¿Estabas llorando? –mi nariz estaba roja seguramente– ¿Viste a...?
–No lo estaba. ¿A quién?
Hizo una mueca y metió las cosas en el carrito.
–La salsa picante que nos gusta.
Fruncí el ceño. Tenía la sensación de que quería decirme otra cosa, pero simplemente lo dejé pasar, ya me quería ir.
–No.
–Iré por ella. –Se alejó nuevamente.
Llegamos al apartamento y yo me fui a mi habitación directamente, me lancé en la cama. Me sentía agotada mentalmente pero aún así no dejaba de pensar en JiMin, en lo que hablamos.
Mi corazón estaba completamente roto.
Me odiaba tanto por provocarle tal daño. Daño que no se remediaría.
Él me había perdonado y aún así eso no me hacía sentir bien, yo quería que estuviésemos juntos, que pudiésemos comenzar de nuevo. Yo estaba lista para dejar fluir mis sentimientos sin miedo, pero toda esperanza se destruyó y yo era la única culpable.
–Ya, Cassie, anímate un poco. Todo se arreglará.
Jin y yo estábamos en mi cama, ya habíamos almorzado pero yo no había hablado mucho, en cambio me perdía en mis pensamientos cada tanto.
Sonó el timbre y se levantó para ir a abrir, me cubrí más con la colcha esperando a saber quien era.
–Te he estado llamando ¿por qué tienes el celular apagado?. –Dijo EunBi en cuanto entró a mi habitación, su semblante era de total preocupación y era obvio que ya se daba una idea de lo que había pasado.
–Las dejaré solas, iré a casa. –Habló, Jin, detrás de ella y cerró la puerta.
Ella se acercó a mi y en cuanto se sentó a mi lado, comencé a llorar, enseguida sentí sus dedos en mi cuero cabelludo y la abracé haciendo que se acostara en la cama.
Dejó que llorara todo lo que quise, sin dejar de abrazarme y darme caricias.
–¿Puedes contarme? –Sorbió por la nariz, ella también había llorado conmigo.
Le conté todo lo que JiMin y yo hablamos, finalizando con que ya había confirmado que él tenía una relación con la rubia.
–Cassie, yo pienso que él necesita tiempo, estoy segura que aún tiene sentimientos por ti.
–Igual no quiere decir que volveremos a estar juntos.
–Recuerda lo que dice DaMi, no todo es como lo vemos. Las cosas pueden cambiar y nosotras mas que nadie sabemos eso.
–Es que tú no te puedes dar una idea de como él me miraba, Monie –me pasé el dorso de la mano por los ojos, secando el resto de mis lágrimas– él ya no me ve como lo hacía antes.
–Está molesto, dale unos días y quizás puedan hablar otra vez –suspiró–, sigo sintiendo que en parte es mi culpa lo que pasó entre ustedes.
–No lo es, te lo he dicho mucha veces. –habíamos lidiado, en ocasiones, con ese tema estando en Brasil– Cuéntame lo tuyo con Jeon.
Necesitaba pensar en otra cosa y ella también merecía ser escuchada ahora.
De un momento a otro me había quedado dormida, cuando desperté estaba sola en la cama. Me pasé las manos por el cabello, y me di cuenta que tenía varias trenzas, EunBi me las había hecho mientras dormía. Me levanté para salir del cuarto.
Desde el pasillo escuché su voz y también otra que reconocí como la de JungKook.
–¿Crees que JiMin y Cassie se arreglen? –Preguntó el chico.
Me quedé detrás de la pared escuchando lo que hablaban.
–Eso espero... ¿Y si hablamos con él?
–No creo que debamos meternos.
–Me duele mucho verla así, ella en verdad está enamorada. Yo quiero que sea feliz, lo merece.
Me recosté de la pared suspirando pesadamente.
–Noona es fuerte, no te preocupes.
Dejaron de hablar y a los segundos escuché que comenzaron a besarse, así que decidí salir.
Ambos estaban en el sillón grande, JungKook casi estaba sobre ella. Me aclaré la garganta y se separaron enseguida, él alzó las manos como si lo hubiese pillado robando algo. Vi a Monie sonrojarse y eso hizo que sonriera un poco. Los dos habían decidido intentarlo.
–Jeon, quita esa cara, no es como que si no supiera que te quieres llevar a mi hermana a la cama. –Dije, sentándome frente a ellos.
–¡Cassie!
Ambos estaban sonrojados y avergonzados, era gracioso. Solté una risa haciendo que ellos lo hicieran también.
–Noona, ¿cómo te sientes? –Preguntó el pelinegro, cuando me puse seria de nuevo.
Me encogí de hombros, desvié la mirada. Mis labios temblaron y tomé una respiración profunda, no quería llorar de nuevo.
Él se levantó y se sentó a mi lado pasando su brazo por mis hombros y EunBi lo hizo del otro lado acariciando mi espalda.
–Estarás bien, Cassie.
Pasaron unos cuantos días en los que mi ánimo estaba por el piso, había ido al orfanato un par de veces y me disculpé por mi ausencia, además de eso EunBi y yo habíamos ido a visitar a Gigi, me llenó el alma ver como me recibía después de meses sin vernos. También me disculpé con SoMi y SeongSu por haber desaparecido, aunque ellos estaban felices por mi regreso, por supuesto les pareció raro que yo no hubiese ido con JiMin, al parecer él los había visitado anteriormente pero no les dio detalles sobre nosotros. Sólo les dije que ya no estábamos juntos y ellos no hicieron más preguntas.
Las clases empezaron y era un alivio volver a la universidad, pero al mismo tiempo una tortura. Resulta que JeongYun estudia la misma carrera que yo, por lo que la veía seguido y aún peor muchas veces JiMin iba con ella. Era como si la historia se repitiera, pero con una persona diferente y que ahora habían sentimientos involucrados, yo trataba con todo mi ser de pasar de ellos cuando los veía, pero eso no hacía que doliera menos. No podía odiar a esa chica, ella había ayudado a JiMin con el dolor por el que estuvo atravesando, gracias a mi.
Muchas noches lloraba hasta dormirme pero al día siguiente tenía que hacer un esfuerzo en levantarme de la cama y continuar.
Tenía que ser fuerte como siempre.
Salí de la facultad y unos metros cerca de la entrada estaban las dos personas que no deseaba ver, al menos no juntas, pero no podía hacer nada. Ambos se sonreían mientras hablaban. Respiré profundo y continué mi camino pasándoles cerca tratando de no mirarlos, pero por el rabillo del ojo me di cuenta que JiMin volteó en mi dirección.
Me encontré a Tae en el estacionamiento, no era muy común verlo por este lado del campus, pero quizás estaba esperando a alguien.
Estaba recostado de un muro al lado de las escaleras y su semblante era serio mientras sostenía un papel entre sus manos.
–Hola, Tae.
Alzó la mirada al escucharme.
–Hola. –Respondió, guardando el papel en su bolsillo.
Él ha estado ignorándome, por lo que había pasado entre JiMin y yo, y realmente lo entendía, era su amigo. Aunque JungKook me había dicho que él no les pidió que dejaran de hablarme ni nada por el estilo. YoonGi y NamJoon seguían tratándome igual que siempre, pero cada quien tomaba las cosas de maneras distintas.
–¿Estás bien?
–Si.
–Bueno... adiós.
No estaba muy receptivo, por lo que me di la vuelta para ir hacia mi auto pero sólo di unos pasos, no me sentía tranquila dejándolo se notaba que algo andaba mal. Así que regresé hasta estar frente a él de nuevo.
–¿Quieres hablar?
Él soltó una exhalación como si cargara un gran peso sobre sus hombros y asintió despacio después de pensarlo.
–Vamos a mi auto.
Caminamos en silencio hasta el Jeep, él parecía estar en otro mundo y yo estaba muy intrigada por saber lo que le pasaba. Nos subimos en cuanto quité el seguro.
–A veces nos dejamos llevar por el orgullo y no nos damos cuenta que no vale la pena cuando la realidad es que, no dejas de pensar en eso que tanto quieres.
Escucharlo me detuvo en mi acción de meter la llave en el contacto, haciendo que me girara hacia él. Sus ojos estaban fijos en el tablero, pero luego me miró.
Sentí que, en lo que dijo, quedaba implícito lo que pasó entre JiMin y yo, pero también lo decía por él. Por algo que cargaba dentro y lo tenía tan decaído.
–¿Te dejaste llevar por el orgullo?
–Si, y me arrepiento ahora.
TaeHyung era un chico algo reservado con respecto a su vida amorosa, lo he visto pasar el rato con ciertas chicas pero nada más allá de eso. Ahora parecía querer desahogarse con alguien.
–Vamos por una cerveza y hablamos de nuestros problemas amorosos ¿te parece? –Le sonreí y él terminó por hacer lo mismo.
–Está bien –respondió, sonando más relajado– Cassie... lamento haberte ignorado en los últimos días, estaba molesto, JiMin también es mi amigo y...
–Descuida, lo entiendo perfectamente y también lo siento.
–Yo los comprendo a ambos, aún así espero que pueda tener solución.
No lo creo.
No podía dormir.
Eran las once de la noche y me era imposible conciliar el sueño, como muchas otras noches. Llegué a casa luego de haber estado con Tae y pasé el resto de la tarde haciendo trabajos, me sentía cansada pero aún así solo daba vueltas en la cama. EunBi ya estaba dormida en su habitación.
Decidí bajar y salir al jardín, DaMi decía que cuando no pudiese dormir siempre era bueno tomar aire fresco, por lo que estando en Brasil a veces salía a caminar en la madrugada por la playa, era muy relajante y me ayudaba a poder dormir al menos un poco.
Estaba haciendo algo de frío y me cubrí mejor con la bata, caminé hasta sentarme junto a la piscina. Había traído mi celular conmigo, le envié un mensaje a Jin a ver si estaba despierto. Supe que no lo estaba cuando pasaron varios minutos sin obtener respuesta.
No pude evitar abrir el chat de JiMin, no había borrado nuestras antiguas conversaciones y leerlas ahora no estaba siendo buena idea, pero supongo que seguía buscando más razones para seguir sintiéndome miserable. Me di cuenta que se había puesto en línea y escribí un "te extraño" pero lo borré de inmediato.
Estaba luchando con las ganas de escribirle o llamarlo, pero probablemente me ignoraría.
Si alguien me hubiese dicho que las lágrimas que estaba derramando justo ahora serían por Park JiMin, me hubiese reído en la cara de esa persona y capaz hasta se habría ganado un insulto de mi parte.
La realidad es que las cosas pueden cambiar muy rápido, tanto así, que es muy tarde cuando nos damos cuenta de eso y ya estamos viviendo y sintiendo cosas que jamás pensaríamos llegar a experimentar.
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La verdad es que quiero abrazar a Cassie :((
¿Creen que lo de JiMin y Cassie tenga solución? ¿O creen que JiMin ya la superó?
Espero les haya gustado, gracias por leer💜