•Little Lies. |PJM

By gypsymin

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Dos familias muy diferentes ante la sociedad. Puertas adentro tenían algo en común. Envueltos en pequeñas me... More

Uno.
Dos.
Tres.
Cuatro.
Cinco.
Seis.
Siete.
Ocho.
Nueve. I
Nueve. II
Diez.
Once.
Doce.
Trece.
Catorce.
Quince.
Dieciséis.
Diecisiete.
Dieciocho.
Diecinueve.
Veinte.
Veintiuno.
Veintidós.
Veintitrés.
Veinticuatro.
Veinticinco.
Veintiséis.
Veintisiete.
Veintiocho.
Veintinueve.
Treinta.
Treinta y uno.
Treinta y dos.
Treinta y tres.
Treinta y cuatro.
Treinta y cinco.
Treinta y seis.
Treinta y siete.
Treinta y ocho.
Treinta y nueve.
Cuarenta.
Cuarenta y uno.
Cuarenta y dos. I
Cuarenta y dos. II
Cuarenta y tres.
Cuarenta y cuatro.
Cuarenta y cinco.
Cuarenta y siete.
Cuarenta y ocho.
Cuarenta y nueve.
Final.
Agradecimientos✨
Extra #1
Extra #2
Extra #3
Extra #4
Extra #5
Extra #6
Extra #7
Extra #8
Extra #9
Extra #10
Extra #11

Cuarenta y seis.

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By gypsymin

Estar en Corea se sentía bien en un punto, todo estaba igual pero diferente al mismo tiempo, era una sensación extraña pero suponía que era normal al haber estado varios meses lejos y en un sitio completamente distinto a este.

La noche anterior luego de haber hablado con YoonGi, fui a casa para buscar más cosas y traerlas al apartamento. Cuando estuve aquí, al rato llegó Jin con la cena. Hablamos muchísimo, creo que nunca había tenido una conversación tan profunda con Jin pero me sentí bien al tenerla, él pudo entender muchas cosas con respecto a mi. Aclaré dudas que quizás tenía por años, pero que solo me estaba dando mi tiempo a que hablara. Dijo que era una de las personas más fuertes que había conocido y me reiteró que siempre iba a estar para mi. Le conté lo que había hablado con YoonGi también.
Él quería decirme algo pero le estaba costando, tuve que insistir mucho hasta que confesó que Jen y él estaban saliendo en plan de conocerse y ver si podría haber algo más entre ellos. Ella no quería decirme porque pensaba que yo me molestaría y la despediría, y la verdad es que no me molestaba para nada, solo esperaba que Jin hiciera las cosas bien y que su familia la aceptara.

Hablamos hasta muy entrada en la madrugada cuando ambos caímos por el sueño.

Él se había ido después del desayuno. Luego llegaron EunBi y JungKook, querían ver el apartamento y decidieron venir a visitarme, ambos parecían haber hablado de su relación. El chico estaba más sonriente de lo normal y ambos se lanzaban miraditas cómplices.

–Noona, ¿hablarás con JiMin?

Los tres estábamos en la barra almorzando, ellos habían pedido la comida, ya que, aquí aún no tenía muchas cosas para preparar algo decente.

–Si, no quiero esperar tanto.

–No puedes dejar que JeongYun te lo quite. –Dijo, Monie y me sorprendió un poco su seriedad.

JungKook soltó una risa.

–No es una competencia, prince-... digo, Bi, pero tienes razón. –Se aclaró la garganta y se metió una gran porción de comida a la boca, Monie por su parte dejó salir una pequeña risa avergonzada y se sonrojó. Ambos estaban actuando muy gracioso.

–Lo que pase es porque estará destinado a ser. –Comenté, ignorando el comportamiento de ambos.

–Tú y JiMin están destinados a estar juntos. –Aseguró, JungKook.

No dije más nada al respecto y seguimos comiendo, cambiando el tema de conversación. Ellos pasaron el resto de la tarde conmigo, hablamos, jugamos cartas y vimos una película. Me gustaba ver como disfrutaban juntos, EunBi, no era la misma ahora, con todo lo que pasó su visión del mundo en el que vivimos cambió, no percibo en ella esa ingenuidad de antes y me alegra que sea así, aunque su corazón y sus sentimientos siguen siendo los mismos. Ella se sentía cómoda al lado de Jeon y se notaba que seguía confiando en él.

Después hablaríamos de como habían quedado, pero podía darme una idea.

–Adiós, Cassie. –Ambos estaban bajo el marco de la puerta principal, despidiéndose.

–Recuerda que tu y yo debemos hablar después. –Señalé al pelinegro.

–Pero si ya una vez me diste la charla de hermana mayor –alcé una ceja, vi como tragó grueso y asintió repetitivamente– está bien, lo que digas.

Monie rodó los ojos y sonrió divertida.

–Me cuentas como te fue, Cassie. Adiós, te quiero. –Agitó la mano y haló a JungKook, haciendo que éste cerrara la puerta.

Dejé de sonreír, recordando lo que debía hacer en unas horas. Agradecía la visita de los chicos, me habían distraído de todo lo que me rondaba por la mente. Planeaba ir al bar de JiMin, YoonGi me dijo que estaría ahí ya que lo había inaugurado hace unas semanas, no quise ir a su casa porque iba a ser más difícil para mi si veía a JiHwan, ya luego trataría de hablar con él.

Decidí tomar un baño muy largo y relajante, tenía que repasar todo lo que le diría JiMin. Quería verlo pero a la vez tenía cierta ansiedad por no saber como sería su reacción al verme.








Salí de mi habitación ya lista. Jin estaba esperando en la sala, había venido a darme apoyo moral.

Alzó la mirada al escucharme.

–Vaya, ¿Quieres que a JiMin le de un ataque en cuanto te vea? Creo que si vas a lograr que te perdone y terminarán en una cama. –Exclamó, con una sonrisa viendo mi ropa.

Rodé los ojos.

–Idiota, su bar es lujoso ¿Cómo se supone que vaya vestida?

Tenía puesto un conjunto ajustado color negro de un top con mangas y una falda, con unas botas altas de tacón que me llegaban unos centímetros por encima de la rodilla, también negras. Me vestí así, además de por lo que había mencionado antes, por volver a ser yo. O quizás recuperar una parte de la antigua Bae y unirla a la nueva, extrañaba sentirme bonita y vestirme como me gusta. Desde hace un buen tiempo que no lo hacía, no me sentía cómoda por como los demás miraban mi cuerpo, pero pude superar esos pensamientos tan dañinos.

–Te ves... caliente, Cassie.

Le di un golpe en el abdomen y reí al ver como se dobló un poco, quejándose.

–Creo que ya no es correcto que lo digas.

–Mierda... –tomó aire– está bien, pero no te lo dije con esas intenciones.

–Como sea, es hora de que me vaya. –Vi la hora en mi celular y lo guardé en el pequeño bolso que llevaba.

Después de haberme disculpado con Jin, ambos salimos del apartamento y nos despedimos cuando me iba a subir a mi auto. Quedamos en que le escribiría ante cualquier cosa y cada quien tomó rumbos distintos.

Después de unos minutos llegué al lugar, ya había venido una vez cuando no estaba listo aún. Sin duda JiMin le había puesto mucho empeño y me sentí orgullosa de lo que había hecho. El bar era muy grande y de dos pisos.

Supuse que él debía estar en su oficina, así que quise hablar con algún empleado pero en eso me topé con Ravi, la mano derecha de JiMin.

–Cassie –exclamó sorprendido, estaba acompañado de una rubia– ¿buscas a JiMin?

–Hola, Ravi –sonreí– ehm, si, necesito hablar con él.

–Lo vi en la barra. –Señaló detrás de él.

Le agradecí y él continuó con su camino, tomado de la mano de la chica, no sin antes darme una mirada extraña, como de advertencia. Comencé a caminar entre las personas, hacia la barra, era un lugar muy amplio y estaba algo lleno.

Hasta que lo vi.

Estaba hablando con una chica, que ya suponía quien era, ésta estaba de espaldas a mi por lo que podía ver a JiMin de frente. Mi corazón comenzó a palpitar muy fuerte, pero respiré profundo y seguí acercándome.

De casualidad o eso creí yo, él desvió su mirada de la chica hacia mi, y por segundos pude ver su expresión perpleja pero de inmediato lo disimuló. Aún así no quitó la vista de mi, hasta que llegué frente a ellos.

–Siento interrumpir. –Hablé, y no pude evitar fijarme que ella tenía su mano sobre la de JiMin.

Miré a la chica a la cara y su expresión cambió a una de pocos amigos, era seguro que me conocía, JiMin probablemente le había hablado de mi. JeongYun tenía el cabello corto, teñido de un rubio platinado, era muy pálida y tenía rasgos finos, parecía una modelo o actriz.

–Eres Acassia, ¿no? –Dijo con un poco de recelo, pero lo dejé pasar.

–Si, un placer conocerte. –Respondí, cortésmente.

Hice una reverencia leve y le extendí la mano, ella la estrechó aún mirándome de arriba a abajo. Me recordó tanto a alguien.

–Choi JeongYun.

–¿Qué haces aquí?

Mi piel se erizó al escuchar su voz y mis ojos fueron hacia él.

Pude notar unos ligeros cambios, como que su cabello estaba más largo de lo que recordaba pero seguía siendo negro, parecía estar un poco más musculoso y tenía otras perforaciones en sus orejas. Se veía muy bien y seguía causando el mismo efecto en mi.

El tono que había usado para dirigirse a mi combinaba perfectamente con su expresión fría, estaba molesto y obviamente no le hacía gracia verme allí. Era algo que me llegué a imaginar que pasaría, pero me sentía intimidada ante su forma de mirarme. Un torbellino de emociones estaba haciendo estragos dentro de mi y yo trataba de mantenerme lo más serena posible.

–Necesito hablar contigo –contesté, haciendo ver que su manera de hablarme no me había afectado– ¿tienes tiempo?

Él pareció pensárselo por unos cuantos segundos hasta que asintió, miró a la chica junto a nosotros quien presenció nuestro breve intercambio de palabras en silencio.

–Ya regreso. –Le habló suavemente, mientras le acariciaba la mejilla, desvié la mirada ante ese gesto.

Entonces lo supe...Tenían algo y yo comencé a sentirme como una intrusa.

"No puedes molestarte, no tienes derecho a hacerlo", me repetí un par de veces, peinando mi cabello hacia atrás.

–Vamos. –Dijo, haciendo una seña para que lo siguiera.

Hice una reverencia hacia la chica, que seguía mirándome mal, antes de seguir a JiMin.

Ambos caminamos hacia unas escaleras, nos adentramos en un pasillo con luces de neón, donde se amortiguaba un poco el sonido de la música, que no era tan alto, y abrió una puerta dejando que yo entrara primero. Me di cuenta que era su oficina, era muy espaciosa como la del restaurante pero tenía otro diseño.

Escuché el sonido de la puerta al ser cerrada y yo me giré dejando de ver a mi alrededor y concentrándome en él. No pasé desapercibido la manera en la que me repasó con la mirada, parecía que aún no creía que estuviese realmente delante de él.

–¿Cuando volvieron?

–Llegamos ayer.

Asintió.

–¿De qué quieres hablar?

Se cruzó de brazos recostándose de la puerta, y fue cuando me fijé en el tatuaje en su antebrazo era una rosa, pequeña, era diferente a la mía empezando porque la suya tenía color, era de un rojo muy intenso. Me dio curiosidad saber por qué se la había hecho.

Subí la mirada a su cara nuevamente, me acerqué un poco aunque guardando una distancia prudente, pero lo que más quería era abrazarlo. Extrañaba su toque y el sentir sus brazos a mi alrededor.

–Te debo una explicación.

Sonrió de forma irónica, como que si lo que yo dije le hubiese parecido muy absurdo y pasó una mano por su cabello, extrañé ver ese gesto, lo había extrañado tanto. Pero se sintió amargo al mismo tiempo debido a su actitud.

–No me debes nada, tú y yo no éramos nada. –Recalcó la última palabra, para luego encogerse de hombros.

Dolió.

–Aquél día cuando me dejaste en casa, encontré a EunBi teniendo una crisis...–comencé, ignorando sus palabras porque yo había venido a disculparme y no me iría sin hacerlo, a pesar de que me doliera el que se dirigiera a mi como si yo fuera una completa extraña– llegó a su limite y solo decía que quería irse de aquí, quería irse a Brasil en ese mismo instante y yo... sólo podía pensar en sacarla de casa para aminorar su dolor, estaba desesperada así que no lo pensé mucho para tomar nuestras cosas e irnos y fue muy impulsivo de mi parte, lo sé. Estando allá pasamos días muy difíciles, ambas recibimos ayuda y descubrí que yo también necesitaba alejarme de todo lo que viví aquí, estuve muy mal por semanas, recibí mucha terapia... –suspiré pesadamente al recordar las noches que pasé en las que él me hacía falta– Ahora estoy segura de que puedo continuar con mi vida y dejar todo lo que me dañó atrás, por eso regresamos y por eso quiero disculparme, por haberme ido sin siquiera avisarte, no debí haber tomado esa decisión sin hablarlo contigo antes, en serio estoy muy arrepentida... Perdóname por no haberte llamado, por no responder a tus llamadas, por irme por tanto tiempo, tú no lo merecías y...

–Rompiste tu promesa, volviste a dejarme –exclamó dolido, interrumpiéndome, y un nudo comenzó a formarse en mi garganta– te fuiste sin importarte lo que yo podía sentir, créeme que entiendo que lo hicieras, pero yo también te necesitaba ¿sabes? Si me lo hubieses dicho en el momento, yo lo hubiese entendido o te hubiese ayudado a buscar una solución... Pero como siempre, haces las cosas a tu manera sin importarte los sentimientos de los demás.

Negó con la cabeza, luciendo muy decepcionado y molesto.

–JiMin...

–Aún así como un imbécil te llamé muchas veces y nunca respondiste, en las noches me atacaba la ansiedad de pronto y no me importaba que te hubieses ido de esa forma... yo te necesitaba así estuviésemos muy lejos –respiré profundamente, desviando la mirada hacia abajo, sentía que en cualquier momento rompería en llanto– yo necesitaba escuchar tu voz y que me dijeras que todo iba a estar bien, que ibas a regresar, yo también la pasé mal. No solo me dejaste a mi, sino también a Ji, él me preguntaba por ti y yo no podía darle una respuesta, no sabes... mierda, es que no tienes ni puta idea de como me sentía. Volví a sentirme usado por ti, los sentimientos que decías tener hacia mi... todo era mentira. –Esto último lo escupió en un tono lleno de total resentimiento.

Me mordí el labio, mientras apretaba la tira de mi bolso. Anteriormente me hubiese puesto a la defensiva y hubiese reaccionado de otra manera, pero él estaba dejando salir todo y yo no lo detendría. Tampoco le saldría con excusas tontas siendo que yo me había equivocado.

–Sé que estuve mal pero tenía miedo... no iba a soportar el escuchar lo afectado que estabas y... L-lo lamento tanto... –Pronuncié, mi voz fallando en el proceso– yo vine para arreglar las cosas, de verdad. Perdóname, JiMin.

Él me observó en silencio aún con aquella expresión seria, me sentía tan pequeña ante su mirada. Parecía pensar muy bien lo que iba a decir a continuación.

–Te perdono... –habló finalmente– pero de ahora en adelante lo mejor será que estemos muy lejos el uno del otro, Acassia.

Parpadeé, sintiendo como si me hubiesen dado un golpe directo al estómago. Un dolor en mi pecho se acrecentaba con cada segundo que pasaba. ¿Así se había sentido él cuando le confesé mis intenciones el día de la boda? Los papeles se habían invertido ahora.

–No me llames así, tú no. –Murmuré, con voz quebrada.

–Para mi y para todos eres Acassia. –Dijo, sin una pizca de emoción en su voz.
Pronunció las mismas palabras que yo le había dicho una vez, cuando solo recibía rechazo de mi parte y quise gritar y echarme a llorar ahí mismo.

¿Qué creías, Won? ¿Qué te disculparías y él saldría corriendo detrás de ti como si nada?

En el fondo sabía que lo nuestro se había terminado para siempre, que no habría más oportunidades, aunque me costara aceptarlo. Yo era la culpable de que eso pasara, aunque una pequeña parte de mi tenía la esperanza de que todo se arreglaría.

Se quitó de la puerta, era una clara invitación a que saliera de allí y yo estaba controlándome para no derrumbarme. Me dolía mucho esto y sentía mucho enojo.

Todo se había terminado.

Me aclaré la garganta para que no se notara las ganas de llorar que tenía, aunque era muy evidente.

–Mereces ser feliz, JiMin, lo que más deseo para ti es que alcances la felicidad y que olvides todo lo que te hizo daño –incluyéndome... pausé por un segundo porque mi voz se rompió, pero me recompuse– espero que con ella lo seas.

Por más que me doliera, yo quería verlo bien aún si ya no formara parte de su vida.

Recorté los pocos pasos que nos separaban hasta quedar junto a él, tomando el pomo de la puerta, y lo miré. Sus ojos estaban en un punto en el suelo, solo estaba esperando a que saliera.

–¿Puedes mirarme un segundo? –Pedí en un hilo de voz, porque mis cuerdas vocales ya no daban para más.

Sus ojos oscuros me miraron de una manera tan fría y vacía, que me hizo dudar en que si debía decirle lo que tenía en mente, aún así mis ojos no se despegaron de los suyos.

–Mis sentimientos hacia ti son reales, cuando te decía que te quería, todo fue real, yo... sólo quiero dejarlo claro.

Él desvió la mirada sin decir nada y yo abrí la puerta saliendo de ahí a paso rápido, no lloraría hasta que estuviera fuera del bar.

Cuando logré salir, llegué a mi auto, me subí y cerré con un portazo. Rompí a llorar, apoyando mis manos sobre el volante y mi frente en ellas.

Me calmé un poco luego de un par de minutos de llanto desconsolado y tomé varias respiraciones profundas. Con manos temblorosas logré meter la llave en el contacto y encendí el motor. Salí del aparcadero, acelerando cuando estuve en la calle. Jin hubiese muerto de los nervios al verme conducir como si estuviese en una película de carreras, tomé varios caminos en los que sabía que no podrían detenerme y por los cuales llegaría más rápido a casa.










Al entrar al apartamento me dejé caer, deslizándome hasta el suelo junto a la puerta, me quité las botas de mala gana y las pateé lejos. Saqué mi celular del bolso que ya llevaba sonando una y otra vez desde hace rato, era Jin. Decidí contestarle.

–¿Por qué no me respondías? – habló casi histérico antes de siquiera pudiera pronunciar palabra– Nam me dijo que te vio salir del bar, que no parecías estar bien.

Ni siquiera había visto a NamJoon estaba tan desesperada por salir, que no me fijé en las personas a mi alrededor.

–Estaba conduciendo. –Respondí, con voz ahogada.

–¿Quieres que vaya? –Preguntó de forma cautelosa.

–No, quiero estar sola.

Cassie...

Colgué y lancé mi teléfono aún lado sin medir mi fuerza, no me importaba nada.

Mis lágrimas comenzaron a salir de nuevo, el dolor en mi pecho era muy real. No podía con el sentimiento de pérdida que me recorría.

–Eres una estúpida, Bae –recosté la cabeza de la pared mientras sollozaba tirada en el suelo en la soledad de mi apartamento, me llevé las manos a mi cabello tirando un poco en frustración– Eres una idiota... Lo siento tanto, JiMin.

Sentía que no podía respirar correctamente a causa del llanto, una desesperación tremenda me atacaba. Todos los momentos que viví con JiMin se estaban arremolinando en mi mente, desde el primer día que cruzamos palabras. Era una tortura.

No sabía cuanto tiempo había pasado, que hasta dejé de llorar sintiendo mis mejillas pegajosas, cuando escuché que el código de la puerta cedió y vi a Jin entrar rápidamente, hasta que sus ojos cayeron en mi que estaba a solo un metro de él.

Se sentó a mi lado en el suelo.

–No te iba a dejar sola –murmuró, con clara preocupación, suponía que mi aspecto no era el mejor– ven aquí.

Me atrajo hacia él haciendo que quedara sentada sobre sus piernas, con la cara enterrada en su hombro, como si fuera una niña a quien su hermano mayor la estuviese consolando. Nosotros no éramos esos típicos amigos que se trataban con cariño normalmente, pero cuando alguno estaba mal el otro siempre estaba ahí, así sea en silencio o simplemente para brindar un abrazo y creo que esa era la forma de amistad más sincera. Le dije que quería estar sola pero al mismo tiempo agradecía que hubiese venido.

–Lo perdí. –Balbuceé, entre nuevas lágrimas que se formaron en mis ojos.

–Dale tiempo, supongo que debe estar algo abrumado porque no esperaba verte ahora... quizás puedan hablar después y más tranquilos.

–No, prácticamente me dijo que me alejara de él... Lo arruiné de nuevo –escupí con rabia, molesta conmigo misma– no volveremos a estar juntos.

Comencé a sollozar otra vez.

–Cassie... –suspiró, pasando su mano por mi brazo– JiMin te ama estoy completamente seguro de eso, sólo necesita pensar bien las cosas.

–Yo lo amo... –sorbí por la nariz, tratando de calmarme– al verlo de nuevo caí en cuenta de que lo amo tanto, Jin. –volví a llorar más fuerte al recordar el como había tratado a JeongYun– Él está con esa... con esa chica ahora, ya me superó.

Jin no dijo más nada porque sabía que yo estaba en lo cierto.

Tenía que aceptar que JiMin ya había pasado página y que yo no formaría parte de su vida nunca más, porque por la forma en que se dirigió a mi, era evidente que él quería olvidarse de lo que alguna vez pasó entre nosotros, y estaba bien porque yo lo había lastimado de la peor manera posible.

Perdí a la persona que me amó a pesar de todos mis defectos, a la que estuvo conmigo en uno de los peores momentos de mi vida y que además lo vivió conmigo, aún si yo no lo merecía; a mi apoyo, a una de las personas con el alma más pura que pude conocer.

Perdí a la única persona que logró entrar en mi corazón y que, probablemente, estaría alojado allí por mucho tiempo más.
















~~~~~~~~~~

:'(((

¿Se imaginaban que JiMin iba a reaccionar así?

Recuerden que estamos muy cerquita del final :c

Espero les haya gustado, gracias por leer💜

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