Llegar a Brasil se sintió tan irreal, nuestra tía se sorprendió al enterarse de que estábamos en el país y lo hizo aún más al ver a EunBi herida y con un brazo enyesado. Le contamos todo por lo que pasamos, ella no tenía conocimiento de esto porque su vida era muy ocupada, y no queríamos preocuparla tampoco. Ella es doctora y realmente no tiene mucho tiempo aunque se las ingenió para cuidarnos hace unos años, es viuda y no tiene hijos, su vida siempre había sido trabajar en el hospital. Ella estaba tan impactada por todo lo que le contamos, Giselle o Ellie, como la llamábamos, y Anna nunca fueron unidas por eso admiraba el lazo tan fuerte que EunBi y yo teníamos. Al enterarse de todo lo que Anna había hecho su rencor hacia ella creció, se preocupó por nosotras y nuestra seguridad por lo que se contactó con el señor Lim, un colega de mi padre que ahora vivía en la ciudad y éste al enterarse de que estábamos allí, nos envió seguridad para que nos resguardaran por si Anna o cualquiera de las personas que estaban huyendo se atrevían a buscarnos para hacernos algo.
Nos estábamos quedando en una propiedad que nos había dejado papá en São Paulo, quedaba junto a la playa.
EunBi se sentía mejor, pero algo no estaba bien conmigo.
No podía contarle lo que había hecho HoSeok, ademas de otras cosas con las que estaba lidiando y sentí como si el mundo se me viniera encima. Una sensación muy parecida a como cuando tenía doce y llegué a casa para enterarme de que papá había muerto.
Entré en una profunda depresión que ni tenía fuerzas para pararme de la cama, fue como si éstas hubiesen abandonando mi cuerpo completamente. Estuve así por días, Ellie y EunBi hacían lo posible por hacer que comiera, ya que solo me levantaba para el baño y no salía de mi habitación. Los papeles se intercambiaron entre EunBi y yo, ella actuaba como la hermana mayor en ese momento.
Estaban tan preocupadas por mi que EunBi tuvo que amenazarme con irse para que yo reaccionara, porque ni les hablaba, y lo logró.
Ellie nos recomendó una psicóloga. Ese fue el momento donde entró Lee DaMi a nuestras vidas, ella era una mujer joven muy preparada quien trabajaba en el mismo hospital que Ellie, de padres coreanos pero que había venido a Brasil a trabajar desde hacía unos cuantos años. Empezamos terapia con ella, por separado claro está, al principio fue tan difícil, para mi, abrirme y sacar todo lo que llevaba dentro. Pero logré hacerlo y le conté a DaMi todo lo que viví, empezando por los maltratos que recibí por parte de mi madre, lo que viví después de la muerte de mi padre, lo que pasamos EunBi y yo. Le había contado todo. Fue un proceso quizás un poco lento entre cada sesión, pero pude abrirme con ella.
DaMi nos aconsejó a EunBi y a mi sincerarnos porque habían cosas que nos ocultábamos y que solo así lograríamos dejar todo atrás y superarlo.
Cuando EunBi y yo hablamos, ella estuvo presente, necesitábamos que estuviera con nosotras porque se había convertido no solo en nuestra psicóloga, sino en nuestra amiga.
Lloramos tanto ese día, me contó lo que pasó estando secuestrada y yo le conté todo lo que ocultaba.
Lo que nunca quise ver, lo que siempre procuré que no pasara, pasó. Vi a EunBi sufrir por mi y me dolió tanto ese hecho y el que yo no podía hacer nada. Me pidió perdón mientras lloraba en mi regazo y aquello fue tan impactante para mi, me pidió perdón por todo lo que pasé gracias a Anna, por lo que sufrí en silencio durante tanto tiempo, y por justificarla en sus acciones, también se sintió culpable por lo que me hizo HoSeok. Para ella fue aún más desgarrador enterarse de eso.
Fueron días difíciles luego de esa sesión, nos distanciamos estando bajo el mismo techo. Ella tenía mucho que entender y procesar, al igual que yo. Era algo que tenía que pasar, para que pudiéramos sanar todas las heridas. Sentí alivio al serle honesta y no tener que ocultarle nada más.
Ya habían pasado cuatro meses y medio, y realmente no me arrepentía de haber venido. Fue difícil al principio pero luego pudimos comenzar un proceso de dejar todo atrás, EunBi y yo viajamos a varios lugares del país, para conocerlo mejor, llevando a Ellie con nosotras. El señor Lim tenía distintas fundaciones, que ayudaban a niños de la calle y personas en general, y a mujeres maltratadas, no podía evitar pensar en Gigi y en que quería verla. Nosotras también ayudamos y nos volvimos voluntarias, estábamos haciendo cosas que nos llenaban el corazón. Y creo que era una buena manera de sanar, hacer cosas buenas a pesar de las adversidades.
Pero aún así había algo que me tenía mal; JiMin estaba en mi cabeza constantemente.
Le hablé a DaMi sobre él, como fue nuestra relación y ella decía que debía llamarlo o que debía volver y darle una explicación, que no merecía el como había actuado y yo era consciente de eso, pero simplemente no podía. Tenía miedo de saber cuanto me odiaba, porque era obvio que lo hacía, ya era consciente de que no quería saber nada de mi. Había pasado mucho tiempo.
No iba a soportar el saber como de afectado estaba por haberlo dejado sin siquiera avisar y por no haber contestado a sus llamadas el primer mes.
Jin y yo hablábamos muy esporádicamente, de hecho en este tiempo hemos hablado sólo tres o cuatro veces, él ya sabía que HoSeok fue el que me atacó, salieron a la luz todos los cargos por los que lo procesaban y sólo tuvo que conectar los puntos. Suponía que los chicos habían hecho lo mismo. La verdad es que no tocamos tanto ese tema, era incómodo para mi.
–¿Cómo está él?
Quería hablar con Jin ya que me dijo que estaba en hora libre entre clases, así que le hice una videollamada.
–Lo veo mejor, sigue pasando de mi, ya sabes... pero veo un cambio en él.
Me aliviaba saber eso, estaba al tanto de las cosas y de como la estaba pasando él.
JiMin no le hablaba, estaba molesto con él porque no hizo nada para detenerme y yo me sentía culpable también por eso, por su distanciamiento, ya que ellos se habían hecho buenos amigos.
Vi que Jin alzó la cabeza dejando de mirarme.
–¿Estás hablando con Cassie? –Reconocí la voz de JungKook.
De pronto vi como Jin desapareció, la imagen dando vueltas y podía escuchar el forcejeo de ambos y las quejas de Jin, hasta que JungKook apareció en la pantalla.
–Quiero insultarte tanto –su ceño estaba fruncido– pero probablemente cuando regresen me patees el trasero... porque van a regresar ¿no?
EunBi y él hablaban de vez en cuando, JungKook la perdonó y no le guardó rencor por haberse ido. Pero JungKook y JiMin eran personas distintas, la situación en sí era muy diferente y más complicada entre nosotros, que entre ellos.
–No lo sé, JungKook. –Suspiré. Noté que se había cortado el cabello ya que antes lo tenía muy largo.
–Noona, tienes que volver, tienes que hablar con JiMin, ahora está con JeongYun y...
¿Con quién? ¿Quién era? No había escuchado ese nombre antes.
–Oh... parece que Jin no te ha contado. –Agregó, notando mi expresión confundida.
–No. ¿Quién es JeongYun?
–Es una chica nueva en la universidad, ella y JiMin se han hecho muy cercanos, creo que tienen algo –hizo una mueca– aunque él siempre cambia el tema cuando le pregunto acerca del tipo de relación que tienen.
Me sentí molesta y sabía que no tenía derecho a estarlo. ¿Ya se había olvidado de mi? Bueno, no lo culpaba. Pero no me gustó para nada saber eso.
Vi como Jin tomaba su teléfono de nuevo, y podía ver la cara de ambos ahora.
–¿No pensabas decírmelo?
–No quería meterte cosas en la cabeza, puede que solo sea una amiga.
–Una amiga que no se despega de él. –Soltó, Jeon, en un bufido.
–Cállate, JungKook. –Le reprochó Jin.
Sabía que él no lo hacía por mal sino que quería darme más razones y convencerme de volver.
–Noona, ustedes tienen que estar juntos, se aman y han pasado por mucho como para que no intenten arreglarlo.
Suspiré pesadamente.
–Tengo miedo de verlo, de como será su reacción al verme y no sé si querrá escucharme.
–No lo sabrás si no lo intentas. –Dijo Jin.
Tenía razón.
Terminé la llamada con Jin y JungKook luego de despedirnos, lo que me había dicho el menor quedó dándome vueltas en la cabeza, los celos y un poco de molestia comenzaron a recorrerme. ¿JiMin tenía novia? ¿Por ella estaba mejor, entonces?
Me sentía una egoísta de mierda.
Busqué a EunBi por toda la casa pero me di cuenta que estaba al final del muelle, que comunicaba la casa con el mar. Caminé hasta ella, estaba siendo un clima agradable porque ya casi iba a atardecer, ella estaba sentada, con los audífonos puestos y su cabello, ahora rubio, se mecía con el viento. Solíamos pasar el rato aquí, era muy relajante.
Al sentir mi presencia, abrió los ojos y se quitó uno de los audífonos, girándose hacia mi. Parecía que estaba haciendo una especie de meditación.
Me senté a su lado y antes de que pudiera emitir palabra, ella habló.
–Tengo todo el día pensando en algo.
–¿En qué?
–Creo que es hora de regresar –tomó mi mano– es hora de volver y continuar con nuestras vidas.
Y la verdad es que una parte de mi quería volver pero la otra aun quería refugiarse aquí.
–Yo estoy lista para volver, ¿tú lo estás? Extraño Corea y quiero volver a mi vida a pesar de que ya no seamos las mismas.
EunBi tenía razón, lo que pasó, marcó un antes y un después en nuestras vidas. No seríamos las mismas nunca más, como dijo DaMi era un proceso de sanación por el que atravesábamos a la vez que aprendíamos a convivir con el pasado, porque era algo que estaría presente en una parte de nosotras para siempre.
–Está bien, volvamos. –Solté, a pesar de que sentía miedo pero ella parecía muy segura, transmitiéndomelo un poco.
–Yo también tengo miedo, Cassie, pero si estamos juntas entonces todo estará bien.
Sonreí, atrayéndola a mi por los hombros.
–Todo estará bien porque siempre estaremos juntas, Monie.
Era hora de enfrentar nuestros miedos, volviendo al lugar donde habíamos sufrido tanto, pero que al fin y al cabo, pertenecíamos.
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Ya se viene el encuentro entre Cassie y JiMin...^^ ¿Que se imaginan que pase?
Espero les haya gustado, gracias por leer💜