Salí de revisar mi nota del último examen que había presentado hoy. Ya había terminado el régimen especial, por lo que estaba de vacaciones oficialmente.
Esperaba a Jin, que también había decidido adelantar varias materias. Entre las pocas personas que pasaban por aquí, distinguí a mi amigo que se acercaba a paso tranquilo.
–¿Cómo saliste? –Preguntó al estar frente a mi.
–Bien, puedo decir que aprobé todos los parciales, ¿y tú?
–Igual, yo digo que vayamos por unos tragos para celebrar.
–Me parece buena idea, Jinnie. –Sonreí.
Mi celular comenzó a sonar, era una llamada, lo saqué de mi bolso y solté una queja cuando vi quien era.
–¿Qué quieres?
–¿En dónde estás, hija?
–No me llames así, y creo que eso no es algo que te importe.
–Eres mi hija te guste o no –reí irónicamente– necesito que vengas a casa para la cena, es importante. Ya le dije a EunBi.
–¿Para qué? Tengo cosas que hacer.
–Lo sabrás si vienes.
–Ahm, lo pensaré. –Respondí y corté la llamada antes de que pudiera decir algo más.
–¿Qué quería tu madre?
–Quiere que vaya a su casa, bueno, a la de SungJun para la cena.
–¿Irás?
–Quizás. –Me encogí de hombros.
Tenía una idea de lo que podría tratarse, no pensé que Anna pudiera lograrlo tan pronto. Ella y SungJun ya eran una pareja, vivía en la mansión Park ahora, así que había probabilidades de que anunciaran que se iban a casar, ¿para qué otra cosa me llamaría pidiendo que fuera?
Jin y yo fuimos a comer algo, celebramos con algunos tragos y luego me fui a casa a arreglarme para la cena.
Me encontraba en casa de los Park, al parecer siempre tenían que esperar por mi, pero me daba igual realmente. Cuando llegué, comenzaron a preparar la mesa y luego cada quien fue a tomar un lugar.
Vi que HyunJin tomó asiento y junto a ella habían dos puestos vacíos, JiMin había ido a buscar a JiHwan, así que decidí tomar asiento dejando un puesto entre ella y yo, donde obviamente iría el pelinegro. Ésta al verme, cambió su expresión a una seria.
–¿Por qué te sientas ahí? –Habló molesta.
–Porque me da la gana. –Respondí, con una sonrisa hipócrita. La castaña entrecerró sus ojos, mirándome con lo más parecido al odio y yo le regalé un guiño.
Ya todos estaban sentados, solo faltaba JiMin y el pequeño Ji, así que no le quedaba de otra que soportar que estuviera junto a su noviecito.
Ambos llegaron a la mesa, JiMin me sonrió leve al sentarse.
–Anna y yo queremos anunciar algo importante. –SungJun llamó nuestra atención, estaba sentado a la cabeza de la mesa y mi madre estaba sentada junto a él. –En un mes, Anna y yo nos casaremos, hijos, EunBi y Acassia espero puedan apoyar nuestra unión. –La tomó de la mano y dio un beso en el dorso de ésta.
Monie y yo cruzamos miradas, y luego ella habló dirigiéndose a la pareja.
–Me alegra que hayan tomado esa decisión, SungJun eres un buen hombre y siempre he estado de acuerdo en que ambos rehagan su vida. –Dijo sincera.
–Estoy feliz por ustedes. –Comentó JiMin.
JiHwan no dijo nada pero parecía contento con la noticia. La verdad es que Anna supo hacer las cosas bien con él.
–Hija, ¿no dirás nada? –Preguntó ella, mirándome.
–Si están seguros de dar ese paso, bien por ustedes. –Dije indiferente. SungJun asintió, quizás esperaba otra respuesta de mi parte.
Ella me miró mal por unos segundos, pero ¿que esperaba? ¿que gritara de la emoción? Yo estaba clara de sus intenciones y no podía estar feliz con esa unión, no era nada en contra de SungJun, sólo quería mantenerme al margen. Aunque sería raro tenerlo como padrastro ahora.
HoSeok y HyunJin los felicitaron, luego comenzamos a comer. La cena fue breve, después pasamos al jardín donde sirvieron cócteles y todos conversaban tranquilamente.
Entré a la cocina y me encontré con Anna allí, parecía darle indicaciones a una de las chicas de servicio y luego esta salió dejándonos a solas.
–Al menos pudiste fingir que estabas feliz por nosotros. –Me reclamó.
–Ya no me sorprende tu nivel de descaro. –Comenté, mientras me apoyaba en la isla que nos separaba.
–Cassie, yo tengo derecho a rehacer mi vida, no puedo estar atada al recuerdo de tu padre.
–¡Ay, por favor! –exclamé– como si de verdad amaras a SungJun, él fue otro que cayó en tu trampa y no metas a papá en esto, nunca fuiste honesta con él.
–De verdad lo amo, aunque no lo creas y sé que te he dado razones para que pienses así –ahora se estaba haciendo la víctima, algo común en ella– yo si quise a tu padre pero no funcionó, son cosas que tu no sabes por que te has empeñado en sacar tus propias conclusiones.
–Créeme que sé más de lo que me gustaría.
En ese momento entró JiMin a la cocina y no pudimos seguir con la conversación, ella le sonrió a éste como si nada y salió.
–¿Está todo bien con tu madre? –Cuestionó, colocándose a mi lado.
–Con ella nada está bien, ni lo estará. –Expresé con amargura.
–Puedes contarme.
Sonreí y comencé a hacer figuras con mi dedo sobre su mano, que estaba apoyada en la barra.
–No vale la pena hablar de eso ahora.
Escuchamos un carraspeo y ambos giramos a ver, era HyunJin, le lanzó una mirada fulminante a JiMin y se dio la vuelta pisando fuerte, sus tacones se escucharon por unos breves segundos. Había malinterpretado la situación que, según lo que yo le había dicho a JiMin, hacía sin intención, pero la realidad era otra.
–Ve con ella. –Dije fingiendo un tono comprensivo.
–Hablamos después. –Salió de la cocina, parecía un poco harto o cansado de las rabietas de HyunJin.
Salí de la habitación, caminé hasta la puerta continua, escuchaba la voz de HyunJin, amortiguada, porque la puerta estaba cerrada. JiMin y ella discutían, pero no lograba entender que era lo que decían.
SungJun había insistido en que me quedara a dormir porque era muy tarde, así que pidió que arreglaran un cuarto para mi, el cual estaba en el mismo pasillo que el de la parejita. Trataba de escuchar por si mencionaban mi nombre, luego de que JiMin se fue detrás de la chica, no los volvimos a ver. Al no entender muy bien lo que decían, porque trataban de no subir el tono de voz, decidí bajar a beber un poco de agua que había sido el motivo por el cual había salido de la habitación en primer lugar.
No estaba en mis planes pasar la noche aquí, pero en los de EunBi si, así que me tuvo que prestar un camisón, ella era un poco más baja que yo, por lo que el camisón me quedaba algo corto. Era incómodo porque estaba en una casa que no era la mía, pero no me quedaba de otra.
Todo estaba oscuro, sólo encendí la luz de la cocina cuando entré, me tardé unos minutos en conseguir el interruptor porque no veía nada.
Busqué un vaso y me serví el agua.
–Cassie...
Dejé caer el vaso, por el susto, los pedacitos de vidrio se esparcieron a mi alrededor, afortunadamente no fue sobre mis pies. Volteé a ver a JiMin, quien observaba el desastre que había hecho por su culpa.
–Lo siento... yo...–avanzó hasta mi– ¡no te muevas! –Me señaló.
–No pensaba hacerlo –rodé los ojos– gracias por, casi, provocarme un infarto.
–Lo siento, no fue mi intención. –Él no estaba descalzo, como yo, por lo que no corría riesgo de cortarse. –Te llevaré hasta la barra.
Se acercó, me tomó por la cintura, cargándome y me sentó sobre el mármol –que estaba frío por cierto– mis piernas estaban descubiertas. Tuve que acomodarme para que no se me viera nada de más.
JiMin buscó un trapo para limpiar todo, al parecer el estruendo no había sido muy fuerte porque nadie había venido a ver.
Él terminó de botar los pedazos de vidrio y secar el agua.
–Ahora le tengo que pagar un vaso a SungJun. –Comenté sarcástica.
Él se giró a verme con un gesto burlón, pero en el momento que sus ojos se desviaron a mis piernas, su expresión cambió a una seria.
–Tienes un corte. –Miré hacia mis piernas y en efecto, en la derecha tenía un pequeño hilo de sangre que llegaba hasta mi tobillo. No había sentido nada, era un corte superficial. –Ya vuelvo.
Park regresó a los minutos con algo en sus manos, eran gasas, alcohol y una bandita. Mojó la gasa con el alcohol y agarró mi pierna por la parte de mi pantorrilla pasó la gasa por la herida, con delicadeza, me ardió pero no fue nada del otro mundo. Yo tenía una mano entre las piernas para que no se subiera el camisón.
–¿Te arde?
–Es soportable. –Respondí con simpleza. Terminó de limpiar la sangre, y colocó la bandita sobre la pequeña herida. –Hiciste que recordara a mi papá.
–¿Por qué? –Inquirió mientras dejaba las cosas a un lado, luego se sentó junto a mi.
–Cuando era pequeña, era muy traviesa e inquieta, siempre andaba saltando de un lado a otro –sonreí recordando– EunBi a pesar de ser menor, era más tranquila que yo. La cosa es que mis inventos geniales, al final no eran tan geniales, terminaba con cortes y raspones por todos lados –soltó una risa–, pero mi papá siempre curaba mis heridas sin enojarse o reprocharme por lo que había hecho. –Desvié la mirada a mis manos.
No pude evitar contárselo a JiMin, recordé a papá y simplemente hablé, sentía la mirada de él en mi rostro. Mi padre era el mejor, siempre fue muy comprensivo con nosotras. En vez de regañarnos o gritarnos como hacía Anna, nos hablaba tranquilamente cuando hacíamos algo mal , nos tenía mucha paciencia, sobre todo a mi.
–¿Cómo eran tus padres? –Cuestioné, queriendo ignorar el nudo que se había formado en mi garganta.
–Ellos eran increíbles, muy cariñosos y siempre estaban al pendiente de mi. A pesar de trabajar mucho, sacaban tiempo para estar conmigo. –Percibí un tono nostálgico en su voz. –¿Desde que tu padre murió tienes problemas con Anna?
–Podría decirse, ella nunca fue muy cariñosa con nosotras, en especial conmigo, le daba muchos problemas. También pasaron ciertas cosas y digamos que nuestra relación empeoró. –No quería profundizar mucho en mi pasado y lo que había sufrido. –¿Qué edad tenías cuando tus padres murieron?
–Ocho. Fue un accidente automovilístico, pero no sé los detalles, no querían que sufriera tanto por su partida.
–¿Al día de hoy no sientes curiosidad? Es decir, saber realmente como fue todo.
–A mi tío no le gusta hablar de ello y yo prefiero recordarlos de buena manera. –Asentí.
–Ellos siempre estarán contigo. –Por alguna razón quise decirle aquello.
–Al igual que tu padre, siempre estará contigo. –Sonrió, mirándome.
Nos quedamos unos segundos en silencio, hasta que volvió a hablar.
–¿Estás cómoda con la decisión que tomaron mi tío y tu madre?
–No es algo que me afecte, ¿tú estás cómodo?
–Mi tío merece ser feliz y si esa felicidad es con Anna, está bien para mi.
Se le escapó un bostezo y me lo contagió a mi, eran alrededor de las dos de la mañana.
–Creo que deberíamos ir a dormir.
–Si... lo siento por haberte asustado.
–No importa ya. –Me encogí de hombros. –¿No podías dormir?
No le diría que había escuchado la discusión entre él y HyunJin.
Suspiró. –No, por eso bajé, tenía sed, no sabía que estabas aquí. ¿Tampoco podías dormir?
–No podía conciliar el sueño del todo.
Ambos nos deseamos buena noche y él salió de la cocina, yo me quedé a tomar agua ya que no lo había podido hacer. Me disponía a dirigirme a las escaleras cuando me choqué con alguien, otro mini infarto, di unos pasos hacia atrás.
–¡Mierda, HoSeok!
Lo tenía frente a mi, quien me recorrió con la mirada, para luego centrar sus ojos en los míos.
–¿Qué tratas de hacer Acassia? –Se cruzó de brazos, ignorando como lo asesinaba con la mirada por haberme asustado.
–¿A qué te refieres?
–Con JiMin. –Fruncí el ceño.
–No quiero hablar contigo ahora. –Me disponía a pasar por su lado, pero me tomó del brazo deteniéndome.
–¿Quién mierda te crees para tocarme? –Me solté de mala gana y él alzó las manos.
–Discúlpeme, su alteza –gracias a la luz que provenía de la cocina podía distinguir la expresión de burla en su rostro– he notado que te acercas de más a JiMin, ¿qué intentas hacer? –Preguntó de nuevo.
–Métete en tus asuntos, Jung. –Dije antes de seguir mi camino.
La mirada que me dio no me gustó para nada, probablemente le iría con el chisme a HyunJin que JiMin y yo estuvimos en la cocina mientras ella estaba arriba, no era que me importara si le dijera, sólo me enojaba que se metiera en algo que no tenía nada que ver.
Además me habló en un tono que jamás había utilizado conmigo, a pesar de mi trato hacia su persona. ¿Quien se creía para pedir explicaciones de esa forma?
Entré a la habitación que ocuparía por esa noche, y me metí entre las sábanas.
Pensé no volver a mostrarme vulnerable ante JiMin, pero dicen que en la madrugada es dónde se tienen las conversaciones más sinceras, después de todo él y yo no éramos tan diferentes.
~~~~~~~~~~~~
#ParssieMoments ^^
¿Qué le pasa a Hobi?
¿Les gustó? Espero que si c;
Gracias por leer💜