•Little Lies. |PJM

By gypsymin

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Dos familias muy diferentes ante la sociedad. Puertas adentro tenían algo en común. Envueltos en pequeñas me... More

Uno.
Dos.
Tres.
Cinco.
Seis.
Siete.
Ocho.
Nueve. I
Nueve. II
Diez.
Once.
Doce.
Trece.
Catorce.
Quince.
Dieciséis.
Diecisiete.
Dieciocho.
Diecinueve.
Veinte.
Veintiuno.
Veintidós.
Veintitrés.
Veinticuatro.
Veinticinco.
Veintiséis.
Veintisiete.
Veintiocho.
Veintinueve.
Treinta.
Treinta y uno.
Treinta y dos.
Treinta y tres.
Treinta y cuatro.
Treinta y cinco.
Treinta y seis.
Treinta y siete.
Treinta y ocho.
Treinta y nueve.
Cuarenta.
Cuarenta y uno.
Cuarenta y dos. I
Cuarenta y dos. II
Cuarenta y tres.
Cuarenta y cuatro.
Cuarenta y cinco.
Cuarenta y seis.
Cuarenta y siete.
Cuarenta y ocho.
Cuarenta y nueve.
Final.
Agradecimientos✨
Extra #1
Extra #2
Extra #3
Extra #4
Extra #5
Extra #6
Extra #7
Extra #8
Extra #9
Extra #10
Extra #11

Cuatro.

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By gypsymin

Me había quedado dormida, tendría que desayunar en la universidad si quería llegar a tiempo a clases. Anoche cuando llegué a casa, luego de la cena con mi amigo, Anna me informó que hoy había un evento de una de las fundaciones a las que papá ayudaba y estábamos invitadas.

Como debía ir a la universidad, iría al evento directo desde allá, estaba buscando en mi closet que ponerme, porque no me daría tiempo de venir a casa para arreglarme, así que me vestiría de una vez de acuerdo a la ocasión.

Ya me había duchado, escogí un vestido color durazno y me lo puse. Me quedaba unos centímetros más arriba de la rodilla y era ajustado al cuerpo. El color quedaba bien con mi tono de piel.

EunBi y yo si bien ambas heredamos algunos de los genes latinos de Anna, teníamos ciertas diferencias entre nosotras, mi piel era un poco más tostada que la de ella, mis ojos eran rasgados como los de papá y los de ella más almendrados.

En realidad, éramos distintas en muchos aspectos, me gustaba mantener mi cabello largo hasta la cintura y ella suele cortarlo con regularidad, nuestro estilo de vestir también lo era.

Nuestras personalidades eran muy distintas, polos opuestos.

Mi hermana y yo quisimos ser modelos, desde pequeñas ese era nuestro sueño, pero lamentablemente al tener la suficiente edad para intentarlo, nos chocamos con la realidad de que no encajábamos en el estándar de belleza para serlo. Las dietas no funcionarían y la única opción era recurrir a la cirugía plástica, yo decidí dejar aquel pensamiento atrás, no cambiaría nada de mi cuerpo. EunBi tuvo algunos problemas gracias a aquello, pero le hice ver que no estaba mal ser diferente, afortunadamente, había superado sus inseguridades y la desilusión de no cumplir dicho sueño.

Me peiné y me maquillé levemente, ya tenía mis cosas guardadas en la cartera, busqué unas sandalias bajas y me las coloqué, agarré los tacones llevándolos en la mano, me incomodaba manejar con estos, por eso me los pondría al llegar a la universidad. No solía usar tacones para ir a estudiar, a menos que tuviera una exposición, pero debido a esto tendría que hacerlo.

Era temprano, así que Anna aún seguía dormida y EunBi, al tener clases más tarde, probablemente también estaba durmiendo. Me dirigí hasta la cocina para avisarle a las chicas de servicio que desayunaría en la universidad, salí de casa y me subí al auto.

Luego de unos cuántos minutos, ya me encontraba aparcando en el estacionamiento cercano a mi facultad. Me cambié las sandalias por los tacones, me colgué la cartera al hombro y salí del auto colocando la alarma, antes de dirigirme hacia la cafetería, faltaba media hora para que la clase empezara.

Compré mi desayuno y una botella de agua, busqué una mesa vacía y me senté.

Después de un rato ya había terminado de comer y revisaba mi teléfono mientras se hacía la hora del comienzo de la clase, faltaban diez minutos.

–¡Hola, noona! –Alcé la mirada y me conseguí con Jungkook sentándose frente a mi, con un café en su mano. Tenía una sonrisa cálida en su rostro.

–Te he dicho que no me llames así, Kook. –Entrecerré un poco los ojos y el soltó una risita, encogiéndose de hombros.

JungKook era un muy buen amigo de EunBi, cuando lo llevó a casa la primera vez, creí que él quería algo con ella por eso a los días que fue nuevamente, lo amenacé. Un poco.

No tenía un hermano mayor sobreprotector, pero me tenía a mi, y cumplía bien mi papel. Luego me di cuenta de que sólo eran amigos y después ella empezó a salir con HoSeok, que tampoco se había escapado de las amenazas, aunque de vez en cuando, le refrescaba la memoria.

Yo tenía la sospecha de que a JungKook le gustaba mi hermana, y siendo sincera prefería que estuviera con él, que con HoSeok, pero no podía meterme en su vida, ni decidir por ella.

–Mereces respeto Acassia noona, me enteré de lo que pasó ayer. –Parecía orgulloso, lo cual me resultaba extraño teniendo en cuenta que JiMin era su amigo– Por cierto, ¿quieres un café? Puedo invitártelo. –Pregunto amable y asentí.

–Ya vengo. –Se levantó y volvió a los minutos, con un café helado.

–Gracias, JungKook. –Le sonreí e hizo un gesto restándole importancia. –¿Quién te dijo lo que pasó?

–Los rumores corren rápido –bebió de su café y continuó– bueno, Nam nos contó a Tae y a mi.

Y hablando de TaeHyung, estaba acercándose a nosotros. Estos chicos, al igual que Nam y YoonGi me caían bien, solía hablar con ellos de vez en cuando. Lo único que no me agradaba de esos cuatro, tenía nombre y apellido. Park JiMin.

La situación con Jung HoSeok era distinta, pues salía con mi hermana y tenía que soportarlo.

–Noona, ¿cómo estás? –Tae se sentó al lado de Jeon y me saludó sonriente.

–Tae, tenemos la misma edad. No me llames así. –Solté cansada, rodando los ojos.

–Pusiste en su lugar a la insoportable de HyunJin –Dijo burlón.
–Además manejas un Jeep wrangler, mereces respeto, Cassie. –Reí por ese comentario y JungKook asintió de acuerdo con su amigo.

–No sabía que les caía mal esa chica. –Bebí un poco de café y pasé mi mirada de uno al otro.

–JiMin es nuestro amigo, sólo por eso toleramos a su novia. –Habló Tae, soltando un suspiro.

–Y sonará mal, pero me alegra que hayas actuado de esa manera, noona. –Agregó JungKook.

–Sólo me defendí –Dije, mientras veía la hora en mi celular. –Debo ir a clases, chicos. –Me levanté, tomando mis cosas. Ambos se despidieron de mi, yo les hice un gesto con la mano y me dispuse a salir de la cafetería.

Me estaba acercando al edificio donde veía clases y distinguí cerca de las escaleras a la parejita feliz, estos se dieron cuenta de que caminaba hacia esa dirección y me miraron expectantes, Park me observó fijamente y yo les di una mirada breve, siguiendo mi camino. ¿Acaso creía que al ver a su novia le saltaría encima para golpearla o qué?. Si esa chica tenía algo de sentido común, no volvería a cometer la estupidez de la noche anterior.

Al entrar al salón algunos voltearon a verme y los ignoré, como de costumbre. Divisé a las únicas personas con las que tenía trato en aquel lugar y subí los escalones.

–Hola, chicos. –Me senté al lado de YoonGi. Estos me saludaron de vuelta.

–Estás muy linda hoy, Acassia... Es decir...no es como que si los otros días no...no lo estuvieras, pero hoy estás...–NamJoon hablaba torpemente y me causó gracia. YoonGi soltó una carcajada y su amigo lo miró mal.

–Entendí, Nam y gracias por el cumplido. –Se sonrojó un poco y sonreí levemente al verlo.

–¿Quieres demostrarle a HyunJin que tienes más clase que ella? Por eso viniste más linda de lo normal. –Min habló sarcásticamente, pero no lo tomé a mal, en realidad me gustaba su forma de ser. Eramos algo parecidos, creo que por eso congeniábamos bien.

–Sabes que no necesito demostrarle nada a nadie, cariño. –Contesté echándome el cabello hacia atrás, fingiendo arrogancia, reímos los tres por esto.

Hablamos un poco más, antes de que el profesor llegara y comenzara la clase.

Al finalizar, salimos del salón. Justamente en ese momento pasó HyunJin por el pasillo, frente a nosotros, saludó a los chicos con la mano y a mi me miró de arriba a abajo, antes de entrar en el salón de al lado.

Apreté los labios.

YoonGi volteó a verme.
–Si planeas ir a golpearla, me mandas un mensaje, no puedo perdérmelo. –Bromeó y yo relajé un poco mi expresión.

–Cassie... No te metas en problemas ¿si? Eres mejor que eso–. Nam parecía preocupado, pobre, de verdad pensaba que haría algo.

Al parecer todos pensaban que tomaría represalias. Me conocían, supongo.

No lo haría, a menos que ella me provocara, claro está. Tampoco era una problemática, que andaba por ahí golpeando a todos los que me molestaran, bueno, lo hice algunas veces. Pero había madurado, aunque si alguien se lo merecía, pues...

–Nam, no dejaré que ella ni nadie se atreva a decir mentiras sobre mi, en mi cara. –Le pasé una mano por el hombro y el sonrió un poco. –Tranquilo, no haré nada –escuché el chasquido de YoonGi a mi lado, en desacuerdo– y Jin me dijo que te pareció sexy lo que hice ayer, así que no te hagas. –Lo señalé con el dedo y este largó una risa, sonrojándose por segunda vez en el día.

Me despedí de ambos y emprendí camino al quinto piso, hacia mi siguiente clase, la cual no compartía con ellos.

Me parecía curioso que los amigos de Park no les cayera bien su novia, aunque al parecer TaeHyung y JungKook eran los que menos la soportaban.

Nunca me había dado cuenta de esto, porque realmente no me interesaba nada que tuviera que ver con JiMin.Yo percibía diferente a HyunJin, pensaba que era una simple niña rica, pero era claro que tenía un complejo de superioridad y mi impresión en un principio de ella, era errónea.

Por lo que había pasado, debía estar al pendiente por si esa chica le llegaba a decir o hacer algo a EunBi, así que hablaría muy seriamente con HoSeok, ya que era mejor amigo de aquella idiota.
Y por lo que sabía, los cuatro han salido juntos y demás, mi hermana me había comentado lo amable que le parecía la castaña, pero obviamente era una falsa e hipócrita, el día anterior había dejado ver que pensaba igual que muchos con respecto a mi y estaba segura que no excluía a mi Monie de ello.



Después de la última clase de hoy, ya me encontraba en camino al evento, el lugar quedaba algo lejos de la universidad. EunBi me había avisado que Anna y ella ya se encontraban allá, traté de apurarme, no quería llegar tarde.

Cuando llegué vi que habían muchas personas y se encontraba hablando el director de la fundación. Busqué con la mirada a mi madre y hermana, cuando las divisé, me acerqué a ellas saludándolas. A mi madre, por obligación obviamente.

Esta fundación ayudaba a niños y adolescentes que han sufrido abusos físicos y psicológicos. También trabajaban en conjunto con un orfanato y varios de los niños se encontraban aquí. Cuando era pequeña, me gustaba acompañar a mi padre al orfanato y jugar con algunos de los niños. Por eso luego de su muerte, cuando volví al país, yo seguía visitando aquel lugar, ayudando en lo que pudiera.

Últimamente no había tenido el tiempo para ir nuevamente, pero me haría un espacio para visitarlos. Me consideraba una persona fría, pero esos niños lograban ablandar mi corazón.

El evento al parecer era para buscar voluntarios y a más personas que quisieran ayudar económicamente. Habían muchos empresarios hablando con los coordinadores, me alegraba saber que también quisieran aportar.

Vi que por la puerta del recinto, entró Park SungJun y su sobrino.

En realidad me esperaba ver al señor Park aquí, porque el también ayudaba al orfanato, pero no me esperaba ver a JiMin. Mi madre se dio cuenta de la llegada de ellos y fue a saludarlos.

–A tu mamá no le da pena verse tan desesperada. –Le comenté a EunBi y ésta frunció el ceño, mirándome mal.

–También es tu mamá, Acassia. ¿Puedes comportarte?

–Sólo digo. –Contesté, encogiéndome de hombros y ella negó con la cabeza varias veces.

Los Park, junto a Anna, se acercaron a nosotras y el mayor nos saludó cordialmente.

–Me alegra que estén aquí. –Dijo el mayor sonriendo.

–Es bueno verlo señor, SungJun. –Mi hermana habló amable, como siempre y yo me limité a asentir levemente, ignorando que JiMin se encontraba frente a mi.

–EunBi,¿cómo estás? –Habló el rubio idiota, ignorándome de igual manera.

–Si me disculpan, los dejaré por unos minutos. –Dije, antes de que mi hermana pudiera contestar.

–Acassia... –Anna me lanzó una mirada de advertencia, pero la ignoré y me alejé.

Traté de no ser grosera, por el señor SungJun, pero no quería estar cerca de JiMin.

Cuando me alejaba, una de las coordinadoras de la fundación, Haneul, se acercó a mí. Era también psicóloga y ayudaba a los niños del orfanato, muchas veces conversé con ella sobre los casos que trataba en aquel lugar.

–Hola Acassia, es bueno verte por aquí –Llevaba en sus brazos a una pequeña, ésta tenía la cara escondida entre el cabello de la chica.

–Hola Han, no podría faltar. ¿Y esta pequeñita? –Le toqué el cabello a la niña para llamar su atención, volteó a verme curiosa y le sonreí. Era muy linda, debía tener unos dos años.

–Quiero presentártela, se llama YoungGi, pero le decimos Gigi. La empecé a tratar recientemente. –Me contestó mientras la dejaba en el piso. –Saluda, Gigi.

Yo no dudé en colocarme de rodillas, como el vestido me lo permitió, para acercarme a ella, la niña me miró por unos segundos y me tendió una flor de papel de colores que no había notado. La tomé enseguida, no pude evitar abrazarla y la pequeña me correspondió, me causó mucha ternura.

Sentía una mirada y cuando vi hacia un lado, JiMin me observaba, pero enseguida desvió la mirada.

No le di mucha importancia a eso, me separé de la niña, acariciándole la mejilla.

–Eres muy linda, Gigi. –La niña se escondió detrás de Haneul, soltando risitas y esta la tomó en brazos nuevamente. Me coloqué de pie, con ayuda de Han, pasando una mano por mis rodillas.

–¿Qué pasó con ella? –Le pregunté, me causaba intriga la situación de la pequeña.

–Su madre la abandonó en el orfanato, hace dos meses, al parecer no la quería tener más. –Haneul contestó triste, y sentí la molestia crecer dentro de mi. –Ha mejorado mucho, antes no le gustaba acercarse a nadie.

Observé a la pequeña que miraba todo alrededor con curiosidad. No entendía como existían personas que trayendo al mundo a otra, no las quisieran y simplemente las abandonaran. Gigi era una bebé, un ángel, no se merecía aquello. Ningún niño lo merecía y aún si no los abandonaran, el no darle cariño suficiente, era horrible.

Me sentí identificada con esa niña, porque probablemente a mi y a mi hermana, nos hubiese tocado lo mismo que a ella.

–Espero que llegue una familia que quiera tenerla. –Continuó explicándome.

Alejé aquellos pensamientos y volví a la realidad.

–En unos días me verás en el orfanato, quiero visitarla, bueno a todos.

Hablamos por un rato más, hasta que la pequeña se durmió, así que Haneul fue a llevarla devuelta al hogar.

Guardé la pequeña flor en mi monedero.


Al finalizar el evento, dieron algunas palabras en honor a papá y en una pantalla pasaron fotos de él, durante sus visitas al orfanato y a la fundación, junto a algunos niños, haciendo labor social. Mi pecho se apretó, si ya estaba afectada por el caso de Gigi, ver esas fotos lo hizo mucho más.

Quise disimularlo pero no pude, así que salí del lugar, tratando de no llamar la atención.

Afuera estaba anocheciendo y mis lágrimas salieron sin permiso, han pasado nueve años desde la partida de mi padre, pero yo lo extrañaba muchísimo, me hacía demasiada falta.

Yo era una chica fuerte, pero pensar en él, me afectaba.

Escuché que alguien salió, era JiMin, hablaba por teléfono. Yo volteé dándole la espalda y me sequé las lagrimas rápidamente.

Cuando giré para volver entrar, justo el colgaba la llamada y al pasar por su lado me tomó del brazo, deteniéndome.

–No me toques. –Me solté de mala gana. Él me miró por unos segundos y si se dio cuenta que había llorado, no dijo nada.

–Lo siento, pero quiero hablar contigo. ¿Puedes? –Su expresión era seria.

–No. –Iba a dejarlo con la palabra en la boca, así que empecé a caminar nuevamente.

–Bae... –Me frené y me giré, acercándome con el ceño fruncido.

–No me vuelvas a llamar así. –Lo señalé con el dedo.

–¿Por qué? Ese es tu nombre. –Cuestionó, confundido.

–No es tu problema, para ti y para todos soy Acassia.

–Está bien, tranquila –Alzó ambas manos. –¿Puedes escucharme?.

–Habla, terminemos con esto. –Suspiré, cruzándome de brazos.

–Quiero disculparme –alcé una ceja– yo no debí hablarte como lo hice. No sé por qué me odias, pero quiero que sepas que lo siento de verdad.

No me esperaba para nada aquello, no sé que pretendía este chico.

–No te odio, sólo me desagradas.

–Que directa –Soltó una sonrisa sarcástica. –¿Aceptas mi disculpa, entonces?

–No sé que ganas con esto. Pero si eso te va a dejar dormir por las noches, está bien. –Me encogí de hombros.

–También quiero disculparme de parte de HyunJin, ella no quiso decir lo que dijo y ...–

–Mira, creo que tu novia está bien grandecita como para disculparse ella misma, pero que ni haga el esfuerzo. –Hablé antes de que pudiera terminar. –Y si quiere seguir luciendo bonita para ti, es mejor que no se vuelva a meter conmigo. Tómalo como quieras.

Creo que lo había dejado sin palabras.

Algunas personas comenzaron a salir del local, divisé a EunBi, Anna y al tío de JiMin. Nosotros estábamos unos cuántos metros alejados.

–Si no vas a decir nada, entonces podemos terminar esta innecesaria conversación. –Comencé a caminar nuevamente.

–¡Espera! –Me volvió a llamar y me giré un poco irritada.

–¿Por qué llorabas? –Me miraba fijamente y yo disimulé mi incomodidad.

–¿Te importa? –Le dije cortante. Y me alejé, aunque me pareció escuchar que había dicho algo, pero seguí caminando hasta llegar donde estaban los demás.

–Acassia, SungJun nos invitó a cenar. –Anna habló apenas me acerqué.
A los segundos sentí la presencia de JiMin a mi lado.

–Disculpe señor SungJun, pero no podré acompañarlos. Debo hacer unas cosas. –Me excusé, cortésmente.

A mi madre no le agradó lo que había dicho, obviamente. Pero me daba igual, no tenía ánimos para ir con ellos y soportar otra vez los coqueteos de Anna con el señor Park.

–Tranquila, linda. No hay problema, en otra ocasión será. –Me contestó tranquilamente.

Esperaba que no.

Me despedí de EunBi diciéndole que la vería en casa y me acerqué a mi auto.

Había experimentado muchas emociones hoy y me sentía algo vulnerable. El encuentro que tuve con JiMin daba vueltas en mi cabeza, esperaba que fuera la última vez que cruzáramos palabras.

Aunque algo me decía que no iba a ser así.

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