INOJIN
Habían pasado tres meses desde que desperté del coma. Me casé con mi amado Shura, quien a su vez se reconcilió con su padre.
Nos costó bastante recuperar la calma, más aún luego de lo padecido.
En lo personal me costó relajarme y dormir al asesino que habita en mí, pero Shura podía contenerme con su amor intenso.
Al cabo del cuarto mes empecé a tramitar nuestro viaje, regresaría al otro lado del océano donde toda mi familia y mis amigos vivían. Quería que conozcan a Shura.
Por supuesto que le hablé de Shinki y de su gran parecido físico. Shura estaba ansioso por conocerlo al fin. A su vez le envie a Shinki una carta contandole todo y otra a mis padres. Por eso sabía que nos esperaban.
El padre de Shura había decidido quedarse aquí ya que tenía sus amigos y su vida en esta ciudad.
Además mi amado Shura ya no sentía ese cariño tan intenso del pasado hacia su padre como antes. Algo en ellos se había quebrado definitivamente.
Cuando el barco zarpó, Shura y yo nos encerramos en nuestro camarote ya que solo deseabamos amarnos con intensa pasión durante todo el trayecto.
Fue el viaje más apasionado que tuvimos los dos. Con decir que no sentimos el tiempo correr. Llegamos a la ciudad proturaria demasiado pronto para nuestro gusto.
Mis padres nos estaban esperando, nos recibieron con gran felicidad. En especial mi madre. La sorpresa de ellos me hizo sonreír.
En verdad Shura parecía el gemelo de Shinki, pero con una personalidad diferente. Aunque mi amado estaba preparado, no pudo evitar sentirse incomodo ante las atónitas miradas de todo aquel que conocía a Shinki.
Nos instalamos en mi mansión junto a mis padres, sabía que ellos respetarían nuestra vida siendo una familia verdadera.
A medida que iba presentandoles a Shura a los demás el asombro de ellos lo incomodaban al punto de no querer salir de casa. Así de tímido era mi amado esposo.
Pero yo sabía que pasada esta primera impresión, Shura sería aceptado por todos como un miembro más de esta gran familia.
Cuando llegó el momento de reunirnos con Shinki y Boruto para presentarles a Shura, mi esposo no quiso ir. Se empecinó en quedarse en casa. Aquello me dolió ya que para mí era muy importante que Shinki lo conozca debido a que era mi mejor amigo.
Pero Shura estaba en actitud de terco y me molestó más de la cuenta.
- Shura por dios, ya los conociste a todos. Shinki es el más importante, de echo es mucho más importante que mis propios padres.
- No debería ser así, por lo visto solo vives para él. En ese caso vete con él.
-¿Qué demonios dices?
- Lo que siento Inojin.
- No tiene sentido alguno lo que sientes. Shura iremos a verlos quieras o no.
-¿Por qué? ¿Tanto te gusta humillarme?
-¿Humillarte? ¿De qué hablas?
- Me arrastras a esa gente que no deja de mirarme como bicho raro. Y no me gusta Inojin. Quiero volver al otro lado del océano.
Ésto último me dejó helado. No me lo esperaba en verdad y me dolió tanto que me sentí un idiota total intentando incorporarlo a mi mundo.
- Shura solo quería que formes parte de mi mundo.
- No me interesa pertenecer a un mundo donde me ven con bicho raro. No quiero.
- Mi amor es solo al principio, la primera impresión nada más. Verás que son buena gente, somos una familia.
- Tendrás que renunciar a esa familia Inojin, ya tienes una. No necesitas otra - me dijo tozudamente él.
Jamás renunciaría a mis amigos, jamás le daría la espalda a Shinki ya que si podía estar donde ahora estaba se debía en gran medida a él y no a mis padres precisamente.
Shura tendría que entenderlo si quería seguir siendo mi esposo, por muy duro que parezca.
- Veo que no soy importante para tí Inojin. Después de todo tus amigos valen más qur yo, tu esposo.
- Shura quiero incorporarte a mi mundo donde ellos son una parte importante para mí.
- Igual que mi padre, eramos muy unidos pero luego él me dejó de lado por una zorra. Ahora tú, decías que me amabas, que siempre estaríamos juntos pero ahora no te importaría dejarme de lado por tus querido amigos.
- No Shura, no me compares con él. Yo jamás te dejaría de lado por nadie. Te amo por eso vendrás conmigo quieras o no.
A terco no me iba a ganar Shura. Como pude lo arrastré conmigo a la mansión de los Uzumakis donde al fin pude presentarselo a Shinki y a Boruto.
Shura estaba que ardía de furia cuando Boruto lo vió. El rubio abrió sus ojos y sonrió, aquello nos descolocó a mi amado y a mí.
- Estás enojado ¿verdad? - dijo Boruto divertido
-¿Qué? - reapondió Shura
- Estás furioso jajaja. Tienes la misma expresión que Shinki cuando se enoja. Soy Boruto y es un placer conocerte al fin.
- No puedo decir lo mismo - dijo Shura a lo que suspiré apesadumbrado. Shinki sonrió también
- Al fin te conocemos Shura, bienvenido.
- En verdad nos parecemos Shinki.
- No, en realidad no - dijo Shinki - Yo soy más lindo.
Ante esto el hielo se rompió eliminando todo malestar en mi amado esposo ya que sonrió al fin.
- Ya quisieras Shinki.
Aquello fue el inicio de una hermsosa amistad entre ellos. Sabía que Shura sería aceptado por todos. Él y yo nos reconciliamos y nos juramos no lastimarnos nunca. Se me habían cumplido todos los deseos. Al fin podía afirmar que era inmensamente feliz.
FIN