ALLY
Hacía frío, más de lo que recordaba y las sábanas apenas hacían su función de resguardarme de él. Tiré de ellas intentando taparme hasta el cuello, sintiendo aún mi falta de ropa debido a la aventura de la noche anterior.
"Luke".
Abrí los ojos de par en par y giré mi cabeza buscando a la persona que se había adueñado de mis pensamientos, pero sentí como mi corazón se paró unas milésimas de segundo al darme cuenta de que estaba totalmente sola.
Me senté en la cama tapándome con las sábanas el cuerpo pese a que estaba totalmente sola, la ventana de la pequeña terraza estaba abierta de par en par y por ella corría una brisa causante del frío que sentía. Miré a todos lados, buscando a alguien, pero efectivamente estaba totalmente sola.
-¿Luke?- silencio- ¿Luke? Vamos, deja de jugar.
Inmediatamente escuché una risa que erizó cama milímetro de mi piel acompañándolo de un escalofrío. Tapé más mi cuerpo y miré hacia la puerta, la cual se abría poco a poco dejando que aquella risa se escuchara cada vez más cerca.
-Vaya Ally, veo que no se te puede dejar sola ni un poquito.
Mi cuerpo empezó a temblar como hacía mucho tiempo no lo había hecho, ni siquiera recordaba cual fue la última vez que sentí aquella sensación.
- Deja de mirarme así, ni que hubieras visto un fantasma. - se apoyó en el marco de la puerta con una amplia sonrisa sarcástica y cruzó sus brazos sobre su pecho.
- Diego... Yo...- tartamudeé.
- ¿Sorprendida?- no tuve palabras para contestar ya que estas no salían de mi boca, lo cual hizo que él riera de la misma manera que lo había hecho minutos atrás.- La verdad es que no sé de que te sorprendes, sabías que este momento llegaría algún día.
Poco a poco aquel hombre al que tanto temía fue acercándose hasta que llegó a la cama, en la cual se subió gateando hasta acabar enfrente mía. Yo por el contrario me había encogido lo máximo que pude contra el cabecero de la cama.
- Vamos, no huyas pequeña.- tocó mi cara con sus dedos.
-¡Luke!- grité con todas mis fuerzas.-¡Luke!
Y de nuevo una risa resonó en mis oídos al gritar aquel nombre, con la pequeña diferencia de que esta vez no fue Diego quien rió... Sino aquella persona a la que llamaba.
Giré mi cabeza hacia la terraza abierta y de ella salió Luke, vestido con la misma ropa del día anterior, con ambos brazos cruzados sobre su pecho y sin dejar de reír.
- Vamos Ally, ¿De verdad fuiste tan tonta? Todo esto estaba planeado- sonrió y se apoyó en el marco de la puerta.
- No entiendo nada...- conseguí decir y sentí mi garganta arder al hacerlo.- ¿Qué diablos está pasando?
- Todo esto fue un juego.- habló Diego y pasó su pulgar por debajo de mis ojos apartando unas lágrimas que no pude controlar.- No llores... No quiero verte así. Recuerda que soy tu novio.
Un escalofrío volvió a recorrer mi cuerpo de arriba a abajo y sentí que las lágrimas se acumulaban cada vez con más fuerza en mis ojos al volver a escuchar la risa de Diego, esta vez acompañada de la de Luke.
- Al final no fue tan difícil...- intervino Luke y se incorporó empezando su camino hacia la puerta.- Vámonos de aquí, ya está todo hecho.
- Oh no... Aquí no está todo hecho.- me miró directamente a los ojos y pude verme reflejada en ellos.- El castigo por haberme sido infiel no ha hecho más que emoezar, rubito.
- No...- conseguí volver a decir negando con la cabeza y acurrucándome más. Volví a mirar a Luke, el cual había girado su cabeza para mirar la escena y le supliqué con la mirada.
- Piensa que esto es sólo un castigo para que aprendas.- agarró mi brazo con fuerza.- Luke, asegúrate de cerrar bien la puerta.
- ¡No! ¡NO! - girté forzándo para que me soltara y pataleando.- ¡Luke por favor!- las lágrimas corrían por mis mejillas sin control y los sollozos salían del interior de mi alma.
sin mirar atrás, Luke salió por la puerta y la fue cerrando poco a poco.
-¡LUKE! ¡POR FAVOR LUKE, NO TE VAYAS, NO ME DEJES!
-¡Ally! ¡Vamos Ally! ¡Por dios, despierta!- oí un grito a mi lado.
Abrí los ojos lo más rápido que pude y me senté en la cama de la misma manera. Mi corazón latía a mil por hora y mi respiración iba demasiado acelerada como para poder respirar por la nariz en vez de la boca. De repente, como si hubieran caído del mismísimo cielo, un par de brazos me rodearon por completo y tiraron de mí hasta chocar con un pecho cuyo corazón tampoco iba a una velocidad normal.
- Gracias a Dios que despertaste.- me acarició tiernamente sobre su pecho.
- ¿Luke?- miré hacia arriba y me topé con los ojos que tan enamorada me tenían. Mordí mi labio evitando un sollozo y le abracé con todas mis fuerzas escondiendo mi cabeza en su pecho desnudo.
- Estoy aquí... Tranquila, pequeña.- sentí su mano acariciando mi espalda y dejó un corto beso sobre mi cabeza.
- Pensé que te habías ido...
- Pues no vuelvas a pensar en eso. - hubo un pequeño silencio.- ¿Qué estabas soñando? No dejabas de gritar mi nombre e incluso estabas llorando.
Separé mi cuerpo del suyo y miré a la terraza, la cual tenía la ventana cerrada y la cortina corrida. Volví a dirigir mi vista hacia él y negué con la cabeza intentando sonreír.
- No me acuerdo.- mentí.
- ¿De verdad no te acuerdas?- me miró sin estar convencido Del todo.
- No. No sé, sería una tontería. No le des importancia.- negué con la cabeza y sonreí para quitarle importancia.
- Pues a mí no me parecía una tontería... No parabas de moverte y gritar mi nombre.- suspiró.- Pero si tú lo dices, de acuerdo, te creeré.
No pude evitar darle un corto beso en los labios cuando dijo aquello, consiguiendo que aquella pequeña sonrisa volviera a aparecer en sus labios.
Sin más me alejé de él y salí de la cama en busca de mi ropa interior, que por suerte solo era una prenda ya que aún conservaba el sujetador. Cuando acabé de ponérmela me dirigí a la terraza mientras Luke se ponía la suya y corrí las cortinas dejando entrar el sol de lleno en la habitación.
De nuevo volví a sentir sus brazos al rededor de mi cintura acariciando cada parte de la piel por la que estos pasaban y mi espalda chocó contra su torso. Sobre mi hombro depositó un beso húmedo que me hizo sonreír al instante y fue trazando un camino de ellos hasta mi mandíbula.
- No te haces a la idea de lo mal que lo he pasado antes.
- Luke, era solo un sueño, no tienes porqué preocuparte.- puso mis brazos sobre los suyos mientras miraba al frente.
- Eso no era un sueño normal, puede que no te acuerdes, pero tenía que haber sido horrible.- besó lentamente mi cuello.- ¿Y sabes lo que más me preocupa?
- Sorpréndeme.
Pude notar como me miraba y giré mi cabeza quedando cara a cara con él, sorprendiéndome por la seriedad de sus facciones.
- Que hacía mucho tiempo que no tenía miedo por lo que le ocurriera a alguien que no fuera de mi familia, y contigo ya van dos veces en menos de veinticuatro horas.
-¿Dos veces?- mordí mi labio inferior con fuerza.
- Ayer cuando te vi en la explanada y noté como mis fuerzas bajaban por la puta pastilla, sentí miedo de que pudiera ocurrirte algo y no poder hacer nada.- besó mis labios lentamente y se separó un poco cortando el beso.- Y la segunda vez ha sido hace un rato, no sé porqué, pero algo dentro de mí sintió miedo cuando me suplicabas que no me fuera en sueños.
Volvió a besar mis labios de la misma manera y de nuevo volvió a separarse de mí unos centímetros apoyando su frente con la mía.
- Dime que no te irás de mi lado pase lo que pase, por favor.- dije sin pensar.
- Ni en tus peores sueños me iría de tu lado.
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Os tengo que confesar que lo he pasado muy mal escribiendo la primera parte de este capítulo , he sufrido y todo jajajaja no me odiéis, yo os quiero.
Los momentos tan íntimos entre Luke y Ally me pueden, o sea, son tan jcjsofnfosofndos
Espero que os haya gustado! He subido antes porque estoy súper emocionada y en depresión post-concirrto... Porque sí, hace 3 días fui al ROWYSO y aún no lo súper.
Comentad y votad :)
Un besito, Pilar. Xx