•Little Lies. |PJM

By gypsymin

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Dos familias muy diferentes ante la sociedad. Puertas adentro tenían algo en común. Envueltos en pequeñas me... More

Uno.
Dos.
Tres.
Cuatro.
Cinco.
Seis.
Siete.
Ocho.
Nueve. I
Nueve. II
Diez.
Once.
Doce.
Trece.
Catorce.
Quince.
Dieciséis.
Diecisiete.
Dieciocho.
Diecinueve.
Veinte.
Veintiuno.
Veintidós.
Veintitrés.
Veinticuatro.
Veinticinco.
Veintiséis.
Veintisiete.
Veintiocho.
Veintinueve.
Treinta.
Treinta y uno.
Treinta y dos.
Treinta y tres.
Treinta y cuatro.
Treinta y cinco.
Treinta y seis.
Treinta y siete.
Treinta y ocho.
Treinta y nueve.
Cuarenta.
Cuarenta y uno.
Cuarenta y dos. I
Cuarenta y dos. II
Cuarenta y tres.
Cuarenta y cuatro.
Cuarenta y cinco.
Cuarenta y seis.
Cuarenta y siete.
Cuarenta y ocho.
Cuarenta y nueve.
Final.
Agradecimientos✨
Extra #1
Extra #2
Extra #3
Extra #4
Extra #5
Extra #6
Extra #7
Extra #8
Extra #10
Extra #11

Extra #9

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By gypsymin

JiMin






Llegué al gran y glamuroso edificio, pedí indicaciones del piso donde se estaría llevando a cabo la sesión de fotos. Cuando me bajé en la planta correspondiente, me encontré con muchas personas caminando de un lado a otro, mujeres con diferentes atuendos, estilo de cabello y maquillaje. Todo parecía un revuelo y sonaba música electrónica desde algún lado.

Detuve a una chica que llevaba una tablet en sus manos y le pregunté por Bae, ella amablemente me indicó que esperara porque estaba en plena sesión. 

Hace unas semanas hubo un evento importante en uno de los hoteles de la familia, organizado por el señor Choi y nuevos socios. Bae me acompañó.

Una de las invitadas fue la nueva directora creativa de la edición coreana de una las revistas de moda más importantes alrededor del mundo. Myeong ShinHye, fue la que se acercó a Bae esa noche, ésta estaba muy sorprendida ya que no esperaba que una persona así de importante la saludara con tanto entusiasmo. La mujer halagó la labor que estaban haciendo ella y EunBi en favor de la sociedad, y es que ambas han estado trabajando con distintas fundaciones sin fines de lucro, además de crear una propia, y han dado charlas en diferentes lugares del país, como fuera de él, contando su terrible experiencia de hace un tiempo y el como han logrado superarlo. Bae llegó a decirme muchas veces que ella quería ser una voz para aquellas personas que tenían miedo a hablar y contar sus experiencias de abuso, sobretodo para mujeres.

Ella, tanto como Bi, aún se sentían culpables por lo que había pasado hace casi tres años. Las chicas que fueron secuestradas por la red de trata de blancas al mismo tiempo que ellas no han sido encontradas aún, pero las esperanzas de que aparecieran no se desvanecían del todo.

Por todo esto ambas hermanas comenzaron a prepararse para darle más énfasis a un gran problema: El país no hacía lo suficiente por las mujeres, simplemente hacían oídos sordos a todo lo que ellas tenían que pasar (violencia, acoso, abuso, etc...) y la mayoría de los ciudadanos ignoraban este problema porque no se le daba la suficiente importancia, a menos que se tuviera influencias y los medios. Ellas no querían quedarse con la etiqueta impuesta de que tuvieron suerte sólo por el dinero, entonces pensaron que sería lo correcto hacer mucho más, así que encontraron la manera de hablar con importantes personalidades dentro del Gobierno y exponer lo que pensaban, a lo que muchos les dieron la razón y otros simplemente alegaron que el manejo gubernamental era el correcto. Era necesario que se tomara en serio la violencia que ocurría contra la mujer y se trataba de un gran paso el que ellas se atrevieran a dar charlas e impulsaran a las personas a que no tuvieran miedo a exponer los abusos que pudiesen llegar a experimentar. Estaban logrando un cambio de a poco en el sistema judicial y policial, en algunas zonas del país habían modificado el sistema de alertas para cuándo el número de Emergencias recibiera alguna llamada, la policía fuera más eficaz al localizar el lugar donde se encontraba la persona o en tal caso de desaparición ya no aplicaran el protocolo de esperar 48 horas sino que las autoridades actuaran al momento.

Obviamente no todo se arreglaría de un día para otro porque lamentablemente vivíamos en una sociedad muy machista, pero al menos habían personas que si estaban dispuestas a hacerse cargo del problema, así que con el tiempo se esperaba ver un cambio real.

Yo realmente estaba muy orgulloso de lo que estaban haciendo Bae y EunBi, todo este tiempo he estado apoyándolas, y no sólo yo, los chicos también; muchas personas les daban su apoyo. EunBi recientemente había publicado un libro donde hablaba acerca de su relación abusiva con HoSeok, de como afectó en su persona y como ha logrado sobreponerse, el dinero que ganaba iba a diferentes fundaciones. Todos estábamos muy felices por ella.

Myeong ShinHye estaba muy impresionada y conmovida por lo que las hermanas hacían, entonces le hizo una propuesta a Bae ese día. Se trataba de un proyecto que quería llevar a cabo y quería que ellas estuviesen en él, su visión era hacer una edición de la revista y una campaña donde se expusiera la belleza de la mujer, pero la real no la que la que las redes sociales o la industria del entretenimiento quería vender, o hasta su misma marca hizo en su momento. Ella quería mostrar que todos los cuerpos son distintos y que eso no estaba mal, quería mostrar que la belleza no tenía que estar encasillada en estereotipos, por supuesto a las chicas les encantó la idea.

Bae y su hermana llegaron a soñar con ser modelos, pero renunciaron a eso por "ser diferentes" o así les hicieron creer. Aprendieron a aceptarse, la cosa está en que todos anhelamos cumplir nuestros sueños alguna vez y Bae, como EunBi, no eran la excepción.










Así que ahora mi hermosa novia estaba caminando hacia mi, con su cabello negro como la noche, con algunas ondas cayendo en su espalda. Tenía un atuendo dorado que la hacía ver cómo una reina.

Demonios, ¿cómo hacía para seguir dejándome sin aliento cada vez?

–No creí que vendrías, cielo. –Dijo al quedar frente a mi y yo la besé cortamente.

–Tengo unas horas libres antes de una reunión –la repasé con la mirada de nuevo, para luego atraerla a mi– Bebé, te ves tan hermosa y tan... sexy.

–JiMin... –Me sonrió, y pude notar un leve sonrojo en sus mejillas.

Volví a dejar un beso casto en sus labios y la solté, para preguntar lo que había estado pensando toda la mañana. –¿Así que... ya te hicieron las fotos desnuda?

–Si, quedaron muy bien. –Exclamó, feliz.

–Que bien –sonreí por verla así– Y... ¿Cuántos hombres estaban?

–Tres, contando al fotógrafo.

–¡¿Tres?! –me aclaré la garganta cuando me di cuenta que había subido el tono de voz, entonces en un tono normal volví a preguntar: –¿Tres?

–JiMin, dos de esos hombres tendrían más interés en tu cuerpo que en el mío –mencionó, divertida– y el fotógrafo es un profesional.

–Claro... un profesional. –Comenté, sarcástico, ignorando lo primero.

Cuando Bae me dijo que una de las sesiones sería sobre desnudos artísticos me sentí un poco incómodo, pero yo no era nadie para prohibirle algo. Si ella quería hacerlo y se sentía cómoda, entonces estaba bien, no me quedaba más que intentar no pensar tanto en el hecho de que muchos hombres podrían ver a mi novia desnuda. Mierda.

JungKook estaba igual que yo con respecto a EunBi y no le quedó de otra que aceptarlo, aunque hizo todo un berrinche. Fue gracioso verlo actuar como un bebé.

Era inevitable no sentir celos, éramos humanos después de todo, aunque había que saber controlarlos. 

Bae tenía un espíritu libre, a ella le gustaba expresarse y yo no era quién para quitarle eso. La apoyaría en lo que fuera y debía acostumbrarme por si algo así volvía a pasar en el futuro.

–Te van a gustar cuando las veas.

–Obvio que me van a gustar, pero a muchos otros también. –Bufé. Estaba haciendo un esfuerzo en controlar mis celos, de verdad.

–Te mostraré un adelanto, EunBi pudo tomar fotos al monitor con mi teléfono. –Ella parecía muy divertida viendo como yo me estaba ahogando en los celos.

–A ver... –Suspiré.

Me entregó su celular y lo tomé para apreciar las fotos.

En la primera, Bae, salía desnuda dentro de una bañera llena con agua blanquecina, la cual la adornaba flores alrededor flotando. Estaba posicionada de lado por lo que un costado de su cuerpo estaba sumergido y el otro se veía en la superficie, daba un efecto de que el agua contorneaba su figura. Pasé a la otra y ahora salía de pie con un vestido con incrustaciones al parecer de pequeños diamantes, que se transparentaba, pero no demasiado, aún así se notaba que no tenía nada debajo. Pasé a la otra foto y salía sentada, de frente a la cámara, sus piernas estaban cruzadas de cierta forma para que no se viera su zona íntima, al igual que sus brazos porque no se podían ver por completo sus senos, pero ella no miraba a la cámara sino a un lado. En la siguiente también salía sentada, sus piernas estaban flexionadas contra su pecho y sus brazos las rodeaban, la tomaron de costado por lo que sólo se veía parte de uno de sus senos. Habían resaltado con brillantina las estrías en su trasero, las cuales me encantaban, me parecían muy sexys, ella miraba a la cámara esta vez. Su cicatriz era muy visible en su muslo así como el tatuaje que tenía debajo de ésta.

No pude evitar volver a pensar en todo por lo que ella había pasado.

–JiMin, ¿vas a llorar?

Ella notó que estaba pestañeando muy rápido para no dejar salir las lágrimas, alcé la vista hacia ella quien mostraba clara confusión, no comprendía mi reacción. Quizás pensaba que haría un berrinche de bebé cómo JungKook.

–Me siento muy orgulloso de ti, cielo –pronuncié, sin dejar de mirarla y pasando el dorso de la mano por mis ojos– Estoy seguro de que tu padre estaría aquí diciéndote lo mismo y a EunBi también.

Ella me regaló una sonrisa enternecida, sus ojos brillaron conmovidos y tomó mi mano, asintiendo levemente. Bae era una mujer con una fortaleza increíble que había superado demasiadas cosas y había logrado mucho en todo este tiempo, me sentía afortunado por poder acompañarla en cada uno de sus logros. 

–¿Que tal? –cuestionó, cuando le devolví su celular, sabía que no quería ponerse emocional ahora y por eso había decidido continuar con el asunto de las fotos– ¿Te das cuenta que no muestro gran cosa? Las demás las verás después.

Sólo esas fotos tenía de esta sesión, el día anterior ella me había mostrado otras fotos diferentes a éstas. Hoy era el tercer día de shooting, porque sería una campaña grande. También harían un vídeo con todas las mujeres que reunieron para esto, donde hablaban de como se percibían a sí mismas gracias a los estereotipos que la sociedad tenía muy arraigados o algo así me había explicado Bae. Creo que incluirían tomas de las chicas al desnudo también, y eso era todo lo que harían hoy para terminar.

–En una se te ve el trasero –señalé– pero están increíbles, bonita –sonreí, la verdad si me gustaron y estaba ansioso por ver el resto–. Todos estarán hablando de esto, será muy controversial.

Ella sonrió ampliamente, con verdadero gusto por la idea.

–Ser mujer de por sí es controversial. –Dijo.

Entendí lo que quería decir, y tenía toda la razón.

Sería interesante ver como las personas reaccionarían ante todo esto y más aún al ver que las hermanas Won también habían participado, aunque no podía negar que me preocupaba lo que podían decir de ellas o la forma en la que las atacarían. Ese sentimiento de ser como unos idols no se iba porque seguían saliendo noticias de nosotros y más desde que ellas habían decidido comenzar con sus proyectos. Las personas han intentado sabotearnos y arruinar las buenas acciones con comentarios muy malintencionados.

–¿Que te parecen las demás chicas? Se ven hermosas, ¿verdad?

–Si, pero tú eres mi modelo favorita.

–Algunas te están follando con la mirada o, bueno, imaginando como tú te las follas.

–¡Bae! –Exclamé, avergonzado y un poco incrédulo por sus palabras tan directas. Esta chica...

Ni siquiera me había fijado en si eso era verdad, pero conociéndola era muy fácil para ella darse cuenta de lo que sucedía a nuestro alrededor.

Nos habíamos hecho a un lado, para no estorbar en medio de donde se desarrollaba todo. Se acercó a mi acariciando mi pecho, por suerte cada quien estaba en lo suyo y estaban demasiado ocupados como para darse cuenta de lo que hacíamos. Tragué saliva porque claramente su acercamiento me afectaba, quería besarla pero no podía, al menos no como yo quería.

–Pero tú sólo eres mío, Park JiMin. –Acarició mi cuello con lentitud.

–¿No nos podemos escapar por unos minutos?  –cuestioné, haciéndola reír– una oficina sirve... un baño, lo que sea.

–Estás muy desesperado, Park. Hoy al fin podremos tener tiempo para los dos.

Al fin. Habíamos estado alrededor de tres semanas sin tener relaciones, lo cual era demasiado para nosotros, pero el tiempo no nos daba para pasar de los besos o roces. Ella estuvo muy ocupada y yo también, en ocasiones no nos llegamos a ver por días, también el cansancio nos superaba a veces. Nos extrañábamos en ese aspecto y la verdad es que la tensión estaba muy presente.

Yo había presentado mi proyecto de grado hace unos días, trabajé mucho en él, al mismo tiempo que me ocupaba de los locales. Así que era un alivio y un orgullo poder decir que tendría pronto mi título universitario en la mano. Bae presentaría el suyo en un mes y había estado muy centrada en ello, al igual que en todas las demás responsabilidades que tenía. Ambos habíamos estado con muchas responsabilidades en los últimos meses, aunque todo se hacía más ligero al saber que nos teníamos el uno al otro.

–Debería irme ya. –Dije, sintiéndome algo acalorado y porque debía estar a tiempo para la reunión.

–¿Estás demasiado caliente, cielo? –Cuestionó con fingida inocencia, entrecerré los ojos hacia ella porque sabía que lo estaba intentando hacer. Se acercó a mi, como si quisiera contarme un secreto al oído, entonces susurró: –Lástima que ahora no pueda ayudarte, nos vemos en la noche.



















Escuché la puerta del apartamento siendo abierta, yo había llegado unos minutos antes para esperar a Bae, me levanté del sillón yendo hacia la entrada y vi que ella tenía algunas bolsas en la mano, que se trataba de nuestra comida, me acerqué para quitarlas al mismo tiempo que nos saludabamos con un beso. Ella se quitó la chaqueta dejando ver su vestido, no pude evitar fijarme en él, la tela era de satén y marcaba mucho su figura. Sabía que lo había hecho a propósito, ella era consciente de que yo tenía debilidad cuando usaba prendas con ese tipo de tela o el cuero, y más si mostraba la espalda, como ahora.

Bae siempre emanaba sensualidad usara lo que usara. Los comentarios que llegaba a escuchar con respecto a ella podrían molestarme o hacer que mis celos se activaran, pero en realidad me gustaba el hecho de que fuera tan segura de sí misma, que estuviese a gusto con su cuerpo y con su apariencia, sobretodo que haya superado aquél momento que la hizo sentir como si no valiera nada.

–... y te traje pollo con varios aderezos porque sé que no te gusta tanto sin eso, de bebida un té helado aunque si no quieres creo que en el refrigerador hay otras cosas ¿no? –No alcancé a escuchar todo lo anterior porque me perdí en su vestido, mientras ella terminaba de quitarse los zapatos.

–Claro, bonita –me aclaré la garganta–. Si... Eso está bien. –Asentí varias veces, dándome la vuelta para dejar todo en la cocina.

Tenía planeado jugar un poco con ella, así como ella lo había hecho conmigo. Pasé el resto del día pensando en las fotos, en como se veía, no pude concentrarme del todo en la reunión porque estaba ansioso por tener un tiempo solos. Quería desquitarme un poco, sólo esperaba que no me hiciera sufrir luego.

Cenamos entre pláticas, me contó cómo terminó todo en la sesión de fotos y luego al terminar de comer ella hizo algunas llamadas, mientras yo estaba en el sillón jugando en mi Nintendo esperando a que terminara. Nos quedaríamos en el apartamento de Bae por esta noche.

Pasaron algunos minutos cuando la vi aparecer en la sala.

–Cielo, ¿recuerdas lo que tenemos pendiente?

–Si... –Respondí, fingiendo estar distraído. Estaba delante de mi, pero aún así yo seguía con la atención en mi juego.

Se arrodilló y se metió entre mis piernas, aún así no le hice el mínimo caso, que me estaba costando un mundo cabe destacar.

–JiMin. –Acarició mis piernas y sabía que al no tener mi atención ella se frustraría.

–Dime... –al fin la miré, encontrándome con su expresión seria– Ah, acabo de recordar que tengo que llamar a YoonGi. –Le entregué mi Nintendo y me levanté, dejándola desconcertada y molesta.

Caminé hasta meterme en la cocina donde había dejado mi teléfono, sonreí porque escuché una maldición de su parte. Conté mentalmente hasta que escuché el portazo desde la habitación, volví a reír para mis adentros. Esperé un par de minutos, fui hasta allí, noté que se había metido al baño y ya podía escuchar el agua de la regadera corriendo. Intenté girar el pomo de la puerta pero le había pasado el seguro.

Si, había logrado joderle un poco.

Toqué la puerta dos veces. –¿Puedo ducharme contigo? –Alcé la voz para que pudiera escucharme.

–¡Vete a la mierda!

–Sólo estaba jugando, Won –exclamé con diversión– .Cuando lo hago contigo te molestas, pero yo tuve que sufrir por toda la tarde después de que tú me provocaras.

El silencio fue su respuesta, chasqueé la lengua y no me quedó de otra que tirarme en la cama. Cerré los ojos y comencé a imaginar cómo estaría detrás de esa puerta, mojada con su cabello suelto o atado en un rodete en caso de que no quisiera mojarlo. El agua corriendo por todo su cuerpo... Si seguía así tendría una gran erección, pero no quería tocarme mientras esperaba, sólo la quería a ella. Quería hacerle el amor y disfrutar esta noche.

Decidí distraerme buscando el cargador de mi celular porque tenía dos, uno lo había dejado en mi camioneta y estaba casi seguro que el otro lo había dejado aquí, fue mala idea abrir las gavetas porque en una de ellas me encontré con el vibrador morado de Bae y un millón de imágenes se me vinieron a la mente que nos involucraba a los dos y a aquél objeto.

Había una especie de tabú entre los hombres que no terminaba de comprender, a muchos les molestaba que su pareja usara juguetes sexuales, específicamente un vibrador o un dildo, se sentían menos o que no eran suficientes, pero la realidad es que no tenía por qué ser así, ambos podían disfrutar con eso. Bae y yo en todo este tiempo de relación hemos probado muchas cosas interesantes, como los juguetes, descartando algunos y añadiendo otros a nuestra intimidad. No nos gustaba caer en lo rutinario, además incluyendo otros elementos todo era más divertido.

Para ser sinceros, yo no había experimentado de esta forma antes, aunque me gustaba el hecho de que fuera con ella con quién pude probar cosas nuevas. Supongo que antes estaba bien con el "sexo convencional", probar poses, un poco de dominación y no pasar de ahí, pero tenía a mi lado a una persona que le encantaba experimentar y por supuesto que no me negaría a los pedidos de mi novia sabiendo que yo también podría disfrutar.

Suspiré y me senté en la cama para sacarme la camisa, pasaron algunos minutos en los que estuve pensando en nada mirando hacia el techo, cuando la puerta del baño se abrió y Bae salió envuelta en una toalla con su cabello recogido. Se situó delante de mi y no podía deducir que era lo que estaba pensando porque su expresión se mantuvo neutra.

–Levántate.

Yo acaté de inmediato a su pedido, llevó su mano al nudo de la toalla y ésta cayó al suelo. Tragué fuerte al ver su cuerpo desnudo e intenté atraerla a mi, pero en cambio ella se arrodilló y algo punzó en mi estómago y en otra zona también. Sus manos fueron a mi cinturón quitándolo rápidamente, antes de bajar el cierre masajeó sobre la tela y no pasó demasiado tiempo cuando mi miembro estuvo completamente duro. Después de días sin estar juntos cualquier roce de su parte o mirarla así desnuda completa a mi disposición ocasionaría una erección casi inmediata. Entonces bajó el cierre de mis jeans y yo la ayudé a bajarlo de una vez junto con los bóxers.

Jadeé cuando envolvió su mano en mi pene y alzó levemente la cabeza para mirarme, sus ojos brillaban con el mismo deseo que yo experimentaba y sonrió con esa coquetería suya, acto seguido lamió mi glande, que ya estaba adornado con líquido preseminal, como si se tratara de una paleta de helado sin dejar de ejercer contacto visual. Tragué saliva y me obligué a mantener el mismo, a la vez que llevaba un mechón de su cabello detrás de la oreja, sosteniendo la parte posterior de su cabeza, su mano masajeaba mi falo con un ritmo y movimiento constante de muñeca. Repartió besos y lamidas por todo mi tronco, mientras su otra mano acariciaba mis testículos.

–Bebé... Eres... eres la mejor. –Exclamé entre suspiros. –Extrañaba esto... ¡Si! –Gemí alto y llevé mi cabeza hacia atrás cuando por fin sentí lo húmedo y cálido de su cavidad bucal, lo metió y lo sacó varias veces de forma lenta y con dedicación, yo la acompañé moviendo mis caderas en un leve vaivén. Sus labios volvieron a rodear mi glande, succionó y lo rodeó con su lengua repitiendo un patrón. Debía decir que amaba la boca de Bae por muchas razones, esta era una de ellas.

No me aguanté y la retuve por un instante tomando fuertemente su cabello en un puño para así comenzar a arremeter dentro su boca, follándola, a lo que ella aguantó la respiración, manteniéndola abierta lo más que podía y sosteniéndose de mis piernas. Yo conocía su límite para no lastimarla y que se sintiera cómoda, ella disfrutaba que tomara el control en momentos así. La solté para que siguiera a su ritmo y me fijé en sus ojos llorosos, aún así me miraba no se quería perder ninguna de mis expresiones. Acaricié su cabello con suavidad.

La amaba tanto.

Sentí la vibración en mi miembro debido a un gemido de su parte y entonces me di cuenta que se estaba tocando a sí misma. Mierda, no iba a durar mucho.

–M-Me voy a correr, bonita. –Le avisé en medio de un jadeo.

Ella al escuchar esas palabras aceleró su labor hasta que me vi al borde del éxtasis que no pude retener más la explosión y me vine, no me corté ni un pelo con los gemidos o las maldiciones que salían de mi garganta porque sabía que a ella le estimulaba demasiado escucharme. Bae recibió gustosa todos mis fluidos, saboreándolos. Sacó definitivamente mi miembro de su boca mientras yo dejaba salir un suspiro.

–Fue buena idea hacer los batidos de piña durante la semana. –Dijo, aún mirándome desde abajo.

–¿Hay una diferencia?

–Antes me gustaba y ahora me gusta más.

Reí, tratando de regular mi respiración y con mi pulgar limpié mis restos de sus labios y barbilla, luego la ayudé a levantarse. Nuestras bocas se encontraron en un beso muy apasionado, sentí su mano acariciando mi pene de nuevo que aún seguía duro. A veces me pasaba.

–Ahora me toca a mí –la tomé por el cuello, rodeándolo con una mano–, ¿estás preparada para una larga noche?

–Si.

–¿No estás molesta ya?

–Acabo de chupártela, obviamente no –rodó los ojos–, pero si estoy muy lista para ti, cielo.

Sonreí, y volví a besarla cargándola en mis brazos, y dando la vuelta para depositarla en la cama. Ella se inclinó hacia la gaveta y sacó varios condones dejándolos sobre la cama. Terminé de quitar mis prendas inferiores, me subí a la cama y ella hizo que me acostara para quedar sobre mi y volver a besarme. Mientras rozaba su centro contra mi miembro, mis dedos acariciaban la piel suave y cálida de su espalda.

–¿Crees que seré la fantasía de muchos hombres cuando se publiquen las fotos y el vídeo? –Susurró en mi oído, estaba provocándome.

Le di la vuelta ahora yo quedando sobre ella, vi la diversión en su rostro.

–Quizás, pero yo seré el que te hará el amor. –Pronuncié, seriamente contra su boca.

Noté como ella tragó fuerte y esta vez fui yo el que sonrió con suficiencia. Todo su cuerpo se removió en un espasmo cuando rocé su vibrador –que yo segundos antes había tomado de la gaveta– a lo largo de sus labios, aún sin encenderlo, y abrió más las piernas para recibirlo. Besé su frente y ella me agarró por el cuello para unir su boca con la mía.










Bae era una mujer complicada, estar con ella era como convivir con fuego constantemente, era muy apasionada y al yo ser una persona más tranquila era como mi estímulo. No podía pedir más. Seguíamos aprendiendo del otro y así iba a ser mientras estuviésemos juntos, que esperaba que fuera por el resto de nuestras vidas.

Con ninguna otra persona me iba a entender cómo con ella.

Y fuera como fuera nuestro destino, ella siempre iba a ser mía y yo suyo.




















~~~~~~~~~~~

¡Hey, amixes!

Quería hacer un extra donde se viera el crecimiento personal de Bae, y EunBi por supuesto, con respecto a todo por lo que pasaron, pero contado desde el punto de vista de JiMin, así como también quise mostrar como seguía avanzando su relación.

Me encanta el soft baby daddy JiMin♡

Ehm... Ya sólo quedan dos extras y creo que van a derramar algunas lagrimitas, así como yo. Y también les van a encantar, así como a mi:3

Espero les haya gustado, gracias por leer💜

Fotitos de la reina✨

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