Alfombra

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POV Poché

Jamás había estado tan segura de algo.

Finalmente mi miedo estaba desapareciendo casi por completo, puesto que le había afirmado a Daniela que ella sería mi novia. En un futuro lejano o quizá no muy lejano, pero eso ya dependería de las dos.

Pero lo que más me ponía feliz, era que finalmente había superado a Sofía, después de todo. No se habían vuelto a buscar mutuamente, lo cual significaba que igual ella estaba más lista para iniciar alguna relación conmigo.

Dejé mis pensamientos a un lado por un momento y mejor me concentré en lo que estaba por ocurrir entre mi futura chica y yo.

Calle se sentó sobre mi regazo en el sofá como anteriormente lo estábamos haciendo, solo que a diferencia de antes, las playeras de ambas ya estaban esparcidas por algún espacio de la sala.

Besaba a Daniela con frenesí, nuestros labios danzaban eróticamente mientras mis uñas recorrían los costados de su cuerpo. Tomé uno de sus pechos sobre su brassier, a lo que ella soltó un leve jadeo sobre mis labios, mordió mi labio con deseo y eso me bastó para encenderme muchísimo más.

Dejé sus labios y me acerqué a su cuello, comencé a dejar un camino de besos húmedos sobré su piel, comenzando desde el lóbulo de su oreja hasta la clavícula de la chica frente a mi. Su aroma me volvía adicta, dejé pequeñas mordidas a la par que mi lengua hacia presión sobre ella.

Sentí como sus manos tomaban el broche de mi brassier, con un poco de torpeza lo desabrochó y lo retiró de mi cuerpo alejándose ligeramente de mi. Sus ojos se desviaron hacia mi zona desnuda, miré su cuello y estaba ligeramente rojo, pero no lo suficiente para dejar una marca.

─¿Siempre te ves tan jodidamente sexy?─preguntó Daniela con su típica voz seductora. Me mordí el labio inferior sintiendo mis mejillas arder. No contesté nada, solo me encogí de hombros, ella rodó los ojos y regresó su boca a la mía en una sonrisa.

Esta vez fui yo quien con una sola mano, en un movimiento hábil, desabroché el brassier que impedía mi vista de sus lindos y redondos pechos, retiré dicha prenda de ella sin dejar su boca y cuando finalmente salió de ella, dejó mis labios y comenzó el mismo camino de besos en mi cuello.

Jadeé con dificultad al sentir su lengua juguetear en aquella zona, mis uñas se clavaron en su espalda, ella sabía muy bien lo que estaba provocando. Sus manos subieron hasta mis pechos y comenzaron a juguetear con mis pezones, pero no duró mucho dicho tacto porque en un movimiento inesperado sentí como una de sus manos comenzó a descender por mi vientre hasta situarse debajo de mi pantalón flojo.

Sentía mi entrepierna arder, estaba segura que estaba muy húmedo ahí abajo. Quería que me tocara, quería que lo hiciera ya mismo.

Calle rozó con sus dedos por encima de mi ropa interior mi zona caliente, mis piernas en automático se abrieron un poco más esperando recibir esas caricias, bajé la mirada a ella y observé como se divertía esta vez en mi pecho. Parecía estar en una posición un poco incomoda, pero ella parecía no tener problema con eso.

Sus dedos continuaron rozando mi entrepierna, estaba volviéndome loca, estaba provocándome, castigándome.

─Calle, hazlo ya, por favor.─le pedí entre jadeos mordiéndome el labio. Sentí su sonrisa aparecer en mi pecho, era una sonrisa de victoria.

Apartó la tela que cubría mi zona húmeda, sus dedos tocaron mi clítoris y automáticamente mi cuerpo se arqueó ligeramente, eché mi cabeza hacia atrás recargándola en el sofá. Mis terminaciones nerviosas reaccionaron erizando mi piel, solté un gran gemido cuando comenzó a mover dichos dedos sobre mi ágilmente, sentí su mirada fija en mi rostro, estaba disfrutando verme tan vulnerable y dominada frente a ella.

POR SIEMPRE TUYA (CACHÉ)Where stories live. Discover now