Frida

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POV Calle

Mi mundo entero se estaba desplomando.

La persona que más quería prácticamente estaba luchando por su vida una vez más y todo por un maldito accidente, una maldita caída por las escaleras que pudo haberse prevenido si tan solo hubiera llegado cinco minutos antes a mi casa.

¿Y qué hacia fuera de mi casa un sábado por la noche?

La hermana de Emiliano era la respuesta.

─¿Por qué todo me está pasando este maldito día?─me quejé llorando entre los brazos de mi hermana. Estábamos en la sala de esperas del hospital donde siempre consultaban a mamá.

Llevábamos tres horas esperando alguna reacción, alguna buena noticia, pero hasta el momento todo seguía igual. Mi madre estaba como en un estado de coma.

─Poché viene en camino, ella podría hacerte sentir mucho mejor.─me confesó mi hermana buscando mi consuelo, Juliana estaba igual de preocupada que yo pero ella podía disimularlo un poco más.

─No la quiero ver.─confesé cambiando mi tono de voz a uno molesto. Me alejé de ella y me torné seria.─A ella es a la persona que menos quiero ver en estos momentos.─eso era verdad.

Antes de que sucediera lo de mi madre había alcanzado a ver un poco del discurso de Poché con Samantha en Las Vegas y lo que había visto fue un maldito beso entre ellas dos.

Miles de fotografías, de notas sobre la pareja perfecta y mil cosas más que me jodieron de una manera impresionante.

Todo se había convertido en un acumulado de cosas relacionadas a ellas dos que me decían, que yo misma veía por diferentes medios que me estaban consumiendo. Yo misma me estaba guardando los celos y la desconfianza que aún corría por mis venas y no reclamaba, no pedía alguna explicación, solo luchaba conmigo misma por controlarme de todo lo que estaba sintiendo.

Pero ese beso había terminado con mi paciencia.

─Dany, tienes que entender que es su trabajo.─Juliana me intentó hacer entender como Poché una vez me lo había dicho, que era su trabajo. Negué con la cabeza y tomé un suspiro.

Los hospitales me deprimían y estar sentada aquí en la sala de espera sin saber nada me deprimían a un más.

─Si, pero ella es mi novia.─volví a recalcar.─No es novia de ella, no es novia de nadie más que de mi.─golpeé mis muslos con mis puños sacando un poco la rabia que ahora sentía.─Además no creo que de verdad venga, ella está haciendo algo mucho más importante, está triunfando en Las Vegas, disfrutando de su familia y de Samantha.─Juliana acarició mi pierna pensativa. Ninguna de las dos dijo nada más; en este momento yo tenía miles de cosas acumuladas en la cabeza en que pensar.

No duró mucho la poca estabilidad de no hacer nada, de estar tranquila con mi hermana cuando el último ser que quería ver hoy cruzó la puerta principal del hospital, se acercó a nosotras y nos miró a mi hermana y a mi con cierta pena.

─Perdón, vine en cuanto me avisaron lo que sucedió con su madre.─habló la hermana de Emiliano haciéndome rodar los ojos.

Ya era casi de día, ya casi eran las ocho de la mañana, ya habíamos pasado toda la noche en espera de algo, pero siempre era lo mismo.

"Seguimos trabajando en su madre."

"No ha reaccionado aún."

"Nada ha cambiado por el momento."

Papá en repetidas ocasiones entraba y salía del hospital, se veía demasiado mal, demasiado impotente por no poder hacer nada por ahora.

─No tenías por qué venir.─respondí cortante y grosera poniéndome de pie.─No te quiero ver, no quiero ver a nadie más.─pasé junto a ella sin decir más. Necesitaba un poco de aire fresco y tranquilidad.

POR SIEMPRE TUYA (CACHÉ)Where stories live. Discover now