POR SIEMPRE TUYA (CACHÉ)

POR SIEMPRE TUYA

POV Calle

La vida puede terminar en un solo segundo.

En un solo instante.

En un solo momento.

Puede suscitarse por mil razones:

Por un infarto, un accidente automovilístico, cáncer o un pedazo de comida atorado en la garganta, pero en mi caso mi vida acabó por culpa de una estúpida obsesión, por una mala relación...

Por una bala que atravesó mi pecho.

Ahora sólo era una estrellita que veía por Poché, un pequeño angelito cuidando de ella.

Siempre estaba junto a ella, sintiéndome orgullosa de lo que hacía, pero al mismo tiempo me sentía mal por ver lo mal que se ponía a determinadas horas del día donde me recordaba, donde iba a mi tumba y hablaba conmigo de diversas cosas. Yo le respondía a todo lo que hablaba conmigo, la aconsejaba y hacía todo lo que hubiese querido hacer por ella en vida como si ella pudiera escucharme o verme.

En cuanto a Juliana, parecía estar en el proceso de separación con Emiliano. Mi perdida fue más dura de lo que todos pensaron y era obvio que eso sucedería, puesto que Emiliano parecía hasta indiferente con el tema de Sofía, la estúpida chica que estaba prófuga en España junto a Carla.

Poché había estado haciendo todo lo que podía junto con mi demás familia y amigos, cada quien por su cuenta, pero esa chica era una puta serpiente sigilosa cuidándose todo el tiempo. Había cambiado de nombre e incluso un poco de rostro en un hospital clandestino.

Pero lo que Sofía no sabía y yo si, era que una enfermedad sin cura la estaba consumiendo lentamente y todo gracias a la promiscuidad de su novia Carla que la había contagiado y ninguna de las dos tenía idea.

Lo cual les traería en un futuro no muy lejano una muerte muy lenta y dolorosa.

El infierno les estaba abriendo las puertas poco a poco y yo no sentía ni un gramo de compasión por ellas.

Por otro lado, Poché llevaba tiempo haciendo el papel de la Sirenita en Miami y como esperaba que fuera, Samantha la había acompañado en ese proceso. Las mismas chicas viajaron a Bogotá por otro compromiso y uno de esos días mi padre por fin decidió salir de casa y darle lo que tenía preparado para ella.

─Hija, me alegra verte.─dijo mi padre dándole un abrazo a mi pequeña actriz.─Fui al departamento de Daniela, pero me dijeron que ya tenía tiempo que no ibas allá.─se soltaron, Poché parecía sorprendida y apenada de verlo por ahí.

─Hola Germán, llevo un par de meses en Miami y ahora vine por otro compromiso aquí.─respondió ella con media sonrisa.─No he querido ir al departamento de Calle, pero pronto recogeré mis cosas.─se encogió de hombros mirando al suelo. Mi ex novia ahora tenía poco de haber salido de la ducha, ahora usaba un suéter algo color beige y unos pantalones de mezclilla negros.

Se veía linda, linda, linda.

─No tienes que irte, ese departamento es tuyo.─aclaró mi padre haciéndola sorprender.─Lo dejó Daniela en su testamento...─añadió el mismo casi en un susurro.

─¿Testamento?─preguntó ella sin entender.

─Yo tampoco lo sabía, pero...─papá hizo una pausa sacando del bolsillo trasero de su pantalón una cajita mediana.─También Daniela me pidió que te entregara esto, no sé que sea solo ella me dijo que te lo entregara y que yo iba a saber en qué momento dártelo, así que creo que este es el momento.─Poché se asombró tanto que no dijo nada más, solo miraba la caja mientras la tomaba con sus manitas temblorosas.