POR SIEMPRE TUYA (CACHÉ)

Noches

POV Calle

No podía creer lo que estaba pasando.

Todavía no podía creer que otra vez haya pasado.

Sofía me había sido infiel justo el día en el que cumplimos tres meses de novias después de haber regresado.

No podía sacar de mi cabeza cada escena, cada palabra, y cada mentira que había salido de su boca la primera vez que terminamos y esta última vez.

Nuevamente había caído en su juego como una idiota y lo peor era que Poché tuvo la razón desde el principio.

Flashback on

Me encontraba esperando a Sofía en el lugar acordado para cenar en esta noche especial.

Era un restaurante de lo más lindo y romántico que había reservado desde hace dos semanas para esta ocasión especial donde le daría los anillos de promesa formalizando un poco más nuestra hermosa relación.

Me había gastado casi todo mi sueldo de un mes en reservar todo esto, en comprar los anillos pero absolutamente todo valía la pena si se trataba de ella.

Ya habían pasado más de veinte minutos y ella nada que aparecía, ni siquiera había hablado con ella en todo el día lo cual era mejor, así nos aprovecharíamos más físicamente hablando. Sabía lo distraída e impuntual que podía llegar a ser Sofía, por lo tanto decidí tomarme su retraso con calma.

Era casi la única en el restaurante, me había arreglado de lo más linda para la ocasión, por lo tanto decidí aprovechar el tiempo en tomarme selfies. Tomé unas diez fotografías aproximadamente y comencé a ver cada una hasta que sin querer pasé fotos de más y llegué a las dos fotografías que nos tomamos Poché y yo el día de mi cumpleaños.

Sonreí ligeramente al recordar ese lindo día junto a ella, a mi novia y a mis padres, hasta que recordé que estaba muy brava con ella por su comportamiento estúpido del día de ayer para conmigo, de sus comentarios bobos y de su mala energía para mi relación.

Siguieron pasando los minutos y yo me sentía incomoda y sola en ese restaurante, comenzaba a preocuparme por que algo le hubiera pasado a mi cita de esta noche.

Pasó más de una hora y nada que aparecía, ya la había llamado, ya le había mandado mensajes pero todo seguía igual que antes, su última conexión fue antes de las seis de la tarde, por lo que mis ansias ganaron y tomé la decisión de salir a buscarla importándome un carajo que el dinero de la cena ya pagada se perdiera.

Llegué lo más pronto posible a su apartamento, toqué el citófono esperando que me contestara pero nada que respondía. Me sentía de lo más nerviosa, pero afortunadamente seguía teniendo la llave de su apartamento, por lo que no dude ni un segundo en entrar.

Subí hasta dicho apartamento, introduje la respectiva llave y abrí sigilosamente. Todo parecía estar en su lugar a simple vista.

─Sofi, amor.─empecé a decir en voz no tan alta adentrándome más, cerrando la puerta por detrás de mi.─¿Estás aquí?─Sofía no respondió.

Pasé a la cocina, a la sala y finalmente al pasillo de las dos habitaciones con miedo de encontrarme con ella desmayada en algún rincón, tirada en el baño o simplemente no encontrarme con nada.

Llegué casi por ultimo a la entrada de su habitación y justo antes de abrir la puerta unos sonidos provenientes de dicho lugar me dejaron completamente helada con el corazón latiendo al mil por hora.

Se trataban de gemidos, gemidos de mi novia y de otra persona.

Sacudí mi cabeza con esperanza de que fuera un invento mío, sonidos que solo mi cabeza estaba escuchando y me decidí a abrir la puerta.