Alex

3.5K 309 76
                                    

POV Calle

No esperaba que Poché viniera a mi departamento, ni mucho menos esperaba que se quedara a dormir esta noche aquí.

Ayer mientras conversábamos en medio de copas, me di el valor para contarle y explicarle toda la mierda en la que Sofía me había metido con respecto a mi madre, ella me confesó de igual forma que me seguía amando y que Samantha de alguna forma siempre lo supo dejándonos el camino libre una vez más.

─Buenos días pitufo dormilón.─me burlé de ella saludándola en el sofá donde había pasado la noche. Poché parpadeó repetidas veces y soltó una carcajada adormilada.

─Hola, tu sofá es mucho más cómodo de lo que pensé.─me saludó con voz ronca incorporándose del sofá, le había tenido que prestar una de mis pijamas, porque definitivamente no venía preparada y eso la hacía ver aún más linda. Bostezó y sonrió parpadeando un par de veces, negué con la cabeza disimulando mi sonrisa.

─Hoy puedes dormir en mi cama si quieres.─respondí sin pensar desviando mi paso a la cocina, escuché como ella venia detrás de mi.

─¿Hoy?─preguntó sonando coqueta. Me frené a mitad del pasillo susurrando un "mierda".─¿Me estás invitando a dormir otra vez aquí?─esta vez sonó más cerca.─¿Y contigo?─casi susurró en mi oído, algo que me provocó escalofríos y me hizo seguir con mi paso.

─Digo, puedes...─intenté corregir, pero ella se adelantó plantándose frente a mi ya dentro de la cocina.

─Está bien, me quedaré, solo porque tú me lo ofreciste.─respondió poniendo las manitas juntas detrás de su cuerpo haciendo parecer una niña tímida e inocente.─Solo voy por un par de ropa limpia, a darle comida y un besito a Ramón y...─apreté los labios intentando disimular mi emoción de escucharla aceptar mi propuesta pensada.

─Trae a Ramón, por favor.─la interrumpí pensando en su hijo, que podía seguir siendo nuestro si ella quería.─Y está bien, puedes quedarte aquí el tiempo que desees.─sonreí ganándome un movimiento de cabeza de Poché afirmando a mis palabras.─Más tarde iré a ver a Juliana a su casa, voy a visitar a mi sobrino, no sé si quieras acompañarme o si tengas otras cosas que hacer.─empecé a sacar las cosas del refrigerador, ya había hecho el desayuno, unos panqueques con frutilla, solo faltaba sacar el jugo de naranja típico de las películas.

─Solo tengo que ir a hablar con Juancho sobre la constructora que vamos a contratar para nuestros departamentos.─contestó la peliazul detrás de mi.─Necesito su aprobación y bueno, acordar después contigo cuando empezaríamos todo este proceso.─recordé en ese momento que también tenía que revisar ese pendiente con Juliana, ya solo faltaba contratar a otro par de trabajadores, pero eso no podía pasar de esta semana.

─Si, es muy gracioso trabajar en tu construcción y en mi propia infraestructura de mi constructora.─bromeé sirviendo dicho jugo en dos vasos y sin siquiera esperarlo, el primer contacto más directo entre nosotras hizo acto de presencia.

Los brazos de Poché abrazaron mi abdomen por mi espalda, mi piel se erizó provocando que derramara jugo en la encimera de la cocina donde servía.

─Se que lo harás perfecto.─susurró casi en mi oído. Apreté los ojos y su cuerpo se apartó del mío dejándome con ganas de tenerla pegada a mi mucho tiempo más.

Toda la eternidad.

─Espera.─pedí girándome hacia ella. Poché volvió a prestarme atención sonriendo y levantando una ceja, su carita todavía seguía hinchada de lo que había dormido.─Perdón por todo lo que te hice en el pasado, de verdad perdón.─volví a pedirle perdón agachando la cabeza.

POR SIEMPRE TUYA (CACHÉ)Where stories live. Discover now