21

130 17 10
                                    

Michael:

     Volví a mis antiguas costumbres tras la confesión de Coyote. El mundo me sobraba de nuevo. Y con ellos también Caroline. En ocasiones discutía por mi distanciamiento y mi mutismo. Enfrentamientos en los que yo no entraba. Simplemente cogía la moto durante unos cuantos días. Regresaba a mi casa y me sentaba a leer un libro tras otro acompañado solamente por un vaso de whisky. Por las tardes me iba a alguna zona boscosa a vaciar cargadores contra latas o contra carrocerías oxidadas.

     Empezaba a desconectarme cada vez más de la realidad.


— Hola, Tomahawk— escuché la voz detrás de mí. Sin responder seguí con mis prácticas de tiro—. ¿Has colgado los colores o algo así? Teníamos una reunión y el presidente me ha pedido investigar el motivo de la ausencia no justificada de su vicepresidente.

     Me giré apuntando a Steelo.

— Eres un puto gallito desde que controlas a todo el mundo, ¿verdad?

— Baja el arma, hermano. ¿Estás borracho?

— O drogado. O privado de sueño desde quién sabe cuándo... Lárgate, Hunter. Quiero estar solo.

— No, hermano. No pienso largarme hasta que me cuentes qué coño pasa. Caroline me ha llamado preocupada. No has ido a la reunión. No devuelves llamadas. ¿Qué coño pasa?

— Nuestra puta vida es toda una jodida mentira, ¿lo sabías? Ni tu padre murió como dijeron que había muerto. Ni mi padre es mi padre. Ni el que lo era quiso matar a su gemelo... Resulta que Sweet no era malo realmente. ¿Eso significa que Timber es el gemelo malo? Y, si en lugar de Coyote, ¿resulta que soy yo el malo?

— Cierra la puta boca de una jodida vez, maldito llorica— habló Timber saliendo de donde coño sea que haya salido—. Te voy a dar una maldita noticia que quizá no sepas. La vida es una puta dominatrix a la que le pone cachonda vernos bien jodidos. Pero, de ti depende cómo te tomes la sesión sadomazo a la que te someta. ¿Quieres ser un sumiso obediente? Bien por ti ¿Quieres ser un sumiso insumiso? Cojonudo por tu trix que se lo va a pasar del carajo contigo. Ve con Caroline, Steelo. Yo me encargo de esto.

— Siempre he pensado que de niños lo querías más a él que a nosotros...

— Joder. Ya volvemos con esas mierdas. Coyote y tú me teníais a mí. Yo os cuidaba, os alimentaba, os vestía y os mantenía vivos. Steelo no tenía a nadie.

— Tenía a su madre. La mía me odiaba. Me castigaba metiéndome dentro de un frigorífico hasta que los labios se me ponían morados. Me pegaba porque le pedía un abrazo. Me...

— Intervine en cuanto me di cuenta de lo que te hacía. No hice lo mismo con Coyote porque pensé que a él sí lo quería. Ahora lo tenemos en contra. ¿Quieres un abrazo?

— ¡QUIERO LA MALDITA VERDAD!

— Baja el arma, Michael. ¿De qué coño estás hablando?

— De Sweet. ¿Qué tal si me cuentas cómo murió?

— Estaba intentando violar a Amanda cuando ella estaba conmigo. Todo se habría solucionado si se hubiera largado, tal y como iba a hacer, pero me retó. Nos enfrentamos en la carrera de redención. Trató de echarme de la carretera cuando iba a ganarle y lo atropelló un camión. No sé quién coño te metió en la cabeza que lo mataron o que pensaba suicidarse, pero te digo que no fue así. Intentó matarme dos veces y en la segunda lo atropellaron.

— ¿Qué me dices de Kate? ¿Follaba con Hiena a mis espaldas?

— ¿De dónde cojones sacas esa mierda? Jamás la vi en ningún momento acercarse a él en lo más mínimo. Ella estaba contigo...

— También lo estaba mi madre y era amante de Hiena.

— Michael. No se puede vivir con tanto veneno en las venas. No es sano. ¿Crees que si no hubiera sospechado lo más mínimo te lo habría dicho?

— Me lo ha contado alguien muy cercano a Hiena. Has sido un buen presidente, pero, joder. No has podido estar en todas partes al mismo tiempo. Ni siquiera viste venir la puta traición de Bonni. 

— Pongamos entonces que Kate tuvo algo con Hiena. ¿Qué coño cambia eso? ¿Qué culpa tiene Caroline? Hijo mío, no eres al primero que joden. Ni serás el último. Sal de la mierda en la que tú mismo te has metido y vive, joder. Vive y agradece lo que tienes ahora.



Caroline:

   Michael llegó con Timber una hora más tarde. Sin decir nada me abrazó y me besó delante de su padre y de Steelo. Ellos se despidieron y él se puso de rodillas besando mi vientre.

— Perdóname, nena. Por todo. Tú no tienes la culpa de nada. Eres lo mejor que me ha pasado y me estoy comportando como un maldito imbécil.

— No sé si sea cierto o no lo de Kate. Pero, cariño. Si es verdad, la tonta es ella por no apreciar al maravilloso hombre con el que estaba. Por favor, no te encierres en ti. Deja que te ayude. Yo te quiero. Me he enamorado de ti. Con tus luces y tus sombras.

— Te quiero, Caroline. Te quiero más que a mi vida. Prométeme que si un día dejas de quererme me lo dirás, ¿de acuerdo?

— Te lo prometo.

     Michael me tomó en brazos y subió conmigo a la habitación. Nos desnudamos en el cuarto de baño e hicimos el amor en la ducha como la primera vez. Estaba herido por todo cuanto había vivido. Y ahora estábamos en el período más complicado. En el que nos tocaba cerrar los ojos y confiar.

     Confiar en lo que sentíamos el uno por el otro. Teníamos que aprender a dejar atrás el pasado. Teníamos que aprender a vivir y a ser felices.

     Y yo por mi parte pensaba darle una oportunidad.

      

Mommy's little manDonde viven las historias. Descúbrelo ahora