La Joven Prodigio © BORRADOR

Capítulo 33

«Eres igual a él, Ariztia»

—En Voluptatem escuché rumores sobre ataques en la frontera de la Región de Agua. «Ellos dicen lo siguiente: "magos de quid puro desaparecen en los lagos sombríos de ella —parloteó Honey sacando una nota de su abrigo—, las 'tierras' no son seguras, esconderse no te garantiza sobrevivir y correr no te salvará de aquel 'escurridizo' ser que se esconde en el lago"». Esto fue escrito por un sobreviviente que murió el día que lo hallaron. ¡Hay demasiadas especulaciones! Eso, eso es emocionante.

"¿Qué tiene de especial esa región? Por lo que me dijo Honey creí que me encantaría."

Solté un bufido seguido de elevar una de las cejas con incredulidad.

—No sabemos acerca del paradero de Innfødte, ¿por qué molestarnos en ir a investigar rumores que involucran asesinatos? —cuestioné seguido de cruzar los brazos sobre el pecho—. Sería una pérdida de tiempo si nos equivocamos.

—Tienes razón —respondió Sebastián—. Pero si esa pérdida de tiempo como tú dices es una pista no podemos darnos el lujo de contenernos. Serán mis ojos en esta ocasión. Yo no puedo acompañarlas, tengo trabajo que hacer —aclaró caminando hacia aquel portal que se dirige hacia los pasillos del castillo.

"Nunca hace nada."

—¿Qué hay de Alexander Fields? —cuestioné recordando a nuestra rehén.

Él se detuvo antes de pasar por el umbral de piedra.

—Cuando ese mocoso haya despertado ustedes ya estarán aquí. No te preocupes por cosas innecesarias —contestó a secas desapareciendo de la biblioteca principal.

—Ah. En poco tiempo se ha vuelto alguien blando. Me sorprende la capacidad que tienes de transmitir tus inquietudes, Ariztia. ¡Eres muy curiosa! —tarareó con dulzura Honey, por lo que volteé desganada.

Oprimí los labios sin saber qué responderle, pero sus palabras no dejan de producirme curiosidad. No he notado ningún cambio en Slorrance, pero tal parece que para su lacayo, Honey, la historia es diferente.

Una sonrisa surcó mis facciones antes de negar divertida y señalar la rosa de los vientos en medio de la biblioteca.

—Vámonos. No me gusta perder el tiempo.

—¡Qué coincidencia! A mí también me disgusta. Seremos unas compañeras excepcionales, pero tendrás que saber seguirme el paso.

(...)

La nariz de Monique se arrugó una vez más seguido de estornudar de forma ruidosa.

—¡Esto es una pesadilla! —murmuró a regañadientes.

Su cuerpo se tambaleó en la superficie líquida, por lo que el pánico se apoderó rápidamente de sus facciones ruborizadas por la repentina y no muy bien recibida alergia. Además, no solo eso le está molestando, el hecho de sentir un hormigueo continuo por todo el cuerpo le genera estrés, mas del esperado.

—Es una lástima que te disgusten los pantanos de la Región de Agua —canturreó con malicia viendo de reojo a la menor que se tambaleó sobre el agua con terror.

La Región de Agua, penúltima casa más fuerte, se caracteriza por sus inmensas ciénagas y ríos que rodean sus ciudades húmedas. Los magos para atravesar sus extensos lagos utilizan magia en la superficie de los pies para andar por el agua y el hechizo que los ayuda a sobrevivir en aquellas afluentes posee el nombre de Perspectiva.