Capítulo 19

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"Complejo"

—Bienestar, satisfacción y armonía... —sonrío agradecida cuando el fuego se aviva y la luz que nos brinda la fogata ilumina la cueva en donde nos hospedamos.

"Por lo menos soy capaz de hacer un simple hechizo sin que la maldición se active."

—La llamarada nos brinda calidez, sus cenizas dejan rastros de una buena charla y el humo llama a viejos compañeros... —recito las palabras de mi maestro.

Me abrazo a mí misma apoyando el mentón en las rodillas, abrigándome con la gabardina gracias a que la temperatura ha descendido de repente. Por otro lado, la reciente nevada frenó nuestro camino hacia la casa Fields y ni siquiera vamos por la mitad.

"Tendrás que esperarme un poco más Jole."

—Después de todo usted sigue siendo una humana. —parlotea burlándose de mi, viéndome desde la entrada de la cueva con una sonrisa en el rostro.

No contesto porque no tenga una respuesta concreta, de hecho, sé perfectamente que decirle pero decido guardar silencio y admirar que ella carece de sensaciones.
Elevo una de las cejas antes de hacer un ademán cuando me acurruco en el lugar.

—Veo que te complace verme sufrir. —declaro, arrebatándole una carcajada.

A cambio ella cruza los brazos por debajo del pecho y se encoge en el lugar restándole importancia.

—Puede que tenga razón, más no debería sentirse privilegiada. —confiesa amenamente, desviando la mirada hacia el bosque cubierto por una manta blanca.

—Me gustaría escucharte. Expláyate.

—Me fascina cuando los humanos sufren, Su gracia. Y es más complaciente cuando seres que se creen extremadamente inquebrantables se deshagan destruyéndose a sí mismos. No son más que entidades débiles con el complejo de disfrazar su verdadera naturaleza. —cierro los ojos manteniendo el silencio.

No pienso interferir, porque quizás ella vaya por buen camino.

"Si, llámalo complejo."

—Se enfrentó a muchos magos poderosos, por qué no mejor me explica usted aquel sentimiento que ellos tuvieron al perder y ver sus vidas pasar ante sus ojos. —suelto un monosílabo para reprimir la gracia de sus palabras.

"¿A qué quieres llegar con esto duquesa?"

—Ellos tenían una razón para pelear, más allá de su punto eso es lo que los fortalecía e incitaba a luchar en aquella guerra. —inhalo siendo profunda en el gesto. —Sé que es difícil para ti comprenderlo o quizás los vampiros no lo vean de esa forma debido a su eterna vida, pero los seres como yo necesitan un motivo por qué vivir. Ese mismo complejo, al que haces referencia, nos motiva a dar la cara en cualquier circunstancia, porque somos conscientes cuando defendemos nuestros ideales. Y tú creo que envidias eso de los seres humanos, tener un motivo y una vida para buscarlo mientras que en tu eternidad te aburres, dejándolo todo a medio camino.

—No sea sentimental. —sonrío con malicia.

—Es esa la diferencia entre nuestra corta vida y la suya. Mi maestro me dijo una vez que... —oprimo los labios con fuerza, sintiéndome nostálgica por traer al presente su rostro y voz. Pero carraspeo con sonoridad ladeando la cabeza para alejar aquellos pensamientos. —Olvídalo. No es necesario remover viejos recuerdos. —susurro. —El caso es que ese complejo que detestas de los humanos es el mismo que se llama fortaleza y debilidad. Y, supongo que el suyo es estar solos por toda la eternidad.

La Joven Prodigio © BORRADOROpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz