«Capítulo 42: "Presencia"».

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La curva que nació en los labios de Ariztia enloqueció a la bruja devora almas, siendo un gesto sublime que caracterizaba a su difunto maestro, Phoenix Pendragón.
Los dientes relucientes en aquella apariencia moribunda, de la emperatriz, lograron perturbar a la reina del pabellón de los reclusos que están en observación para ser o no trasladados a futuras instalaciones. Las cuales serán cada vez más estrictas según lo conflictivo que sea el prisionero.
Es así, como los comentarios, sobre la aparición de un mago excepcional en la prisión de La Región de Agua, se dieron a conocer entre los murmullos que empezaban a pasar de boca en boca. Los mismos murmullos se aproximarían con presencia a los oídos de los maestros de la maldad de las regiones.

La sangre se desliza de la mano de Ariztia, quien mantiene una mirada severa hacia el ser que, en algún momento de su existencia, logró darle batalla a su maestro; instructor de maestros de las regiones, guía de mujeres, hombres y niños sin cobijo, y la fortaleza de los magos que se encaminaron a la guerra marcando el paso y sin temor a la derrota.

Para Ariztia Monique, la niña que recibió el reconocimiento del padre de las naciones, Phoenix Pendragón era un mago incuestionable. Su palabra, a día de hoy, seguiría siendo superior a las sucias manos que manipulan las cuerdas de las regiones.

"Él tenía razón."

Pensó.

La lengua de la chica relamió con lentitud su labio inferior antes de agitar de forma brusca la mano, la cual tenía un hilo de sangre colgando de ella debido a los presentes asesinatos que ha cometido.

"A veces haremos cosas que nos disgusten y por ello cruzaremos la línea, no una o dos veces, serán demasiadas e incapaces de ser contadas."

—Pero... —murmuró para sí misma tratando de calmar los latidos del corazón— pero... —insistió sin ser capaz de escucharse con claridad.

—¡Maldita escoria! —gritó con ira.

El alarido que liberó la bruja se alcanzó a oír hasta en los rincones más oscuros de las celdas, el suelo tembló furioso y la sangre cada vez teñía más la tierra del patio.

La tensión no podía ser contemplada con claridad cuando la ansiedad se hizo presente en las miradas de aquellos espectadores, guardias y prisioneros. También, próximamente, sería una novedad ante los oídos de los líderes y La Matriarca de La Región de Agua.

Un antiguo enemigo se levantaba de la derrota para encarar, sin saberlo, a la alumna del hombre que la sepultó en la mismísima bajeza del mundo manipulado por la alquimia.

—¡Voy a matarte! ¡Vas a pagar por haberte cruzado en mi camino maldita perra! ¡Voy a hacer que te arrodilles ante mí!

"Aquí te voy a estar esperando."

La de ojos azules trató de pisar adecuadamente el suelo con la pierna rota, lo cual generó que se mordiera el labio inferior y reflejara el ahogamiento de un grito en aquellas venas marcadas del cuello. Sin embargo, apretando con fuerza los puños, volvió sobre sí cuando se percató de que la mujer había empezado a correr en su dirección de una manera que no podría creérselo. Ella no tuvo otra salida. Ariztia unió ambas manos para separarlas violentamente, siendo un acto fallido la aparición del hechizo que intentaba emplear. Es así, como su mente empezó a procesar información con rapidez para crear un plan adecuado que logre sacarle de aquel terrible aprieto.

La Joven Prodigio © BORRADORWhere stories live. Discover now