↺𝙳𝚘𝚗'𝚝 𝚑𝚊𝚗𝚐 𝚞𝚙 ｢sasodei｣

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Sasori caminaba por el pasillo hacia la sala del consejo estudiantil, se adentró en el aula pues había junta aquel día, saludando con la cabeza a los presentes.

En la presidencia de primeros estaban Sakura y Shikamaru, en segundo Yahiko, quien no tenía compañero pues recientemente Nagato había enfermado y tenía que ir a constantes citas con el médico. Al final, él era el representante de tercero y el presidente estudiantil, no tenía compañero porque podía librarse solo de las cosas.

Aparentemente, el profesor Madara había organizado la asamblea para dar añadir un nuevo miembro como representante de los de segundo que le ayudara a Yahiko con los deberes. Todos se sentaron en silencio a esperar al profesor, que hacía de muchas cosas en la escuela por ser mejor amigo del director, aunque Sasori sospechaba que eran más que solo amigos.

-Buenos días jóvenes- saludó el hombre- lamento la tardanza, estaba arreglando unos asuntos con Hashirama-sensei.

"Me pregunto de que asuntos hablará." Pensó el pelirrojo.

Los presentes se levantaron a darle una reverencia mientras el hombre tomaba asiento y les pedía hacer lo mismo.

-Como saben, me encargué de hacer una investigación exhaustiva para dar con un nuevo integrante del consejo estudiantil para que ayude a Yahiko en la organización de futuras actividades. Ha sido difícil decidir pero estoy seguro que encontré al candidato indicado. Sakura- llamó a la chica, ella se levantó de inmediato, esperando indicaciones- ¿Puedes ayudarme a repartir estos expedientes, por favor?

-¡Claro!

La pelirosa al ser la última en haber ingresado al consejo y ser de primer año, le tocaba hacer ese tipo de cosas, pero no sé quejaba, le gustaba hacerlo.

-Estaba buscando una señorita que pudiese hacer el trabajo y agregar más diversidad, sin embargo me llegó una oferta que no pude desperdiciar.

Sasori recibió sus papeles, abrió el folder y se encontró con una desagradable sorpresa.

Itachi Uchiha. Clase 2-B. Rendimiento académico- Excepcional.

Seguido de una foto del azabache e información sobre él.

-Itachi es parte de mi clan, acaba de regresar de un intercambio por Suiza dónde presentó un fructuoso desempeño. Él y Sasori son los únicos en la escuela que tienen: excepcional en su nota de rendimiento, estoy seguro que podrás ser un gran tutor Sasori-kun.

El mencionado sintió que el cólera invadía sus neuronas, quería romper la hoja y escupirle, pero era demasiado bueno en ocultar sus verdaderos sentimientos.

-Intentaré ser de utilidad señor.

-Bien, confío en ti.

Su relación con el profesor Madara era algo extraña. Ambos eran callados, inteligentes y dedicados únicamente en su trabajo, tenían mucho en común y se trataban con respeto, pero ambos se tenían cierta confianza pues funcionaban muy buen juntos, muy a pesar de Akasuna quien no era fan de aquel clan.

-Yahiko, serás el encargado de ascensorar a Itachi en los labores del consejo ¿De acuerdo?

-Si señor.

-Perfecto, ahora por favor denme sus reportes del mes pasado.

Después de la junta, Yahiko se le acercó. Sasori simplemente siguió caminando, ignorando al chico que iba a su lado.

-Ya he rechazado a dos personas que quieren tomar tu lugar en Akatsuki, deja de hacer berrinche y vuelve.

-No- le cortó rápidamente- además, nadie quiere entrar a Akatsuki, no mientas.

Caminaban hacia sus respectivas clases, llegó un momento en el que debían separarse, aún así el menor siguió a su senpai, intentando convencerle.

-No puedes dejar el club como si nada, gracias a ti conseguimos buenas referencias, y además...eres nuestro amigo.

Ambos se detuvieron en seco. Se estaba volviendo algo demasiado incómodo, a juzgar porque si eran buenos amigos pero jamás lo habían admitido en voz alta, no era muy su estilo.

-Estoy seguro de que con Itachi tendrán mucha mejor reputación- murmuró Sasori- escucha, no me siento bien como para regresar, tengo que concentrarme en otras cosas ahora y eso solo lo sabrás cuando te haga el presidente del consejo, así que será mejor que admitas a esas dos personas en Akatsuki.

-Pero...

-No estaré en el club quizá, pero tampoco dejaré de ser su amigo. Espero que entiendas eso ¿De acuerdo?

Fue tan solo un segundo, cuando los finos labios de Sasori se curvaron en lo que parecía una sonrisa. Así que sin más, Yahiko solo asintió. Akatsuki iba más allá de la escuela, eran ellos, su identidad. Akatsuki era también un hogar.

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