↺𝙳𝚘𝚗'𝚝 𝚑𝚊𝚗𝚐 𝚞𝚙 ｢sasodei｣

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Después de la fiesta de revelación de la futura hermana de Deidara, todo parecía ir con normalidad. Todos se estaban preparando para la obra de teatro del final de primavera.

Sasori, Kisame y Kakuzu se encargarían de la escenografía junto con el club de arte, estos dos últimos más que nada apoyaban transportando las cosas más pesadas. Nagato, Yahiko e Itachi trabajaban en el guión, mientras que Tobi...más bien era apoyo emocional, si ser insoportable contaba como tal.

Deidara tenía la tarea junto con sus dos mejores amigos de repartir las propaganda para la obra.

–Vaya mierda– se quejaba Hidan mientras nadie le recibía los volantes puesto que la gran mayoría se sentía intimidado por él– no creí que de verdad nos pondrían el peor trabajo, Konan, hazle saber a tu novio que es un imbécil.

–¡Hey!–se quejó esta– Yahiko no lo decidió, fue Orochimaru-sensei. Además no veo en que otra cosa podríamos ser útiles nosotros...aunque Deidara pudo ayudar al club de arte.

–Me prohibieron entrar después de "accidentalmente" romper la escultura del estupido de Kie– hace gran énfasis en "accidentalmente"– la verdad me alegro, la teoría del arte es una gran farsa, no hay originalidad en la técnica, no pienso copiar la noche estrellada nunca más.

–Estoy seguro que tienes más en común con Van Gogh que diferencias– defiende Konan quien es gran fan del artista– tu familia consecuenta todo lo qué haces, eres asocial, tu salud mental va en decadencia...

–Terminarás cortándote la oreja– añadé el peliplata.

–¡Fue Gauguin quien le cortó la oreja!–gritó el rubio– y en realidad tienen razón, yo y Vincent somos genios incomprendidos.

–Por favor no te suicides.

–¡Eso tampoco fue cierto, a Van Gogh lo asesinaron...! Y en realidad siento que el suicidio es una forma muy artística de morir...

–Le diré a tu madre que dijiste eso.

Una cuarta voz se abrió paso en la conversación, haciendo que los adolescentes miraran en esa dirección. Sasori los miraba con su misma expresión neutra de siempre, cargando con un bastidor y su malentín de óleos.

–Danna...– llama nervioso Deidara– hola.

Hidan cubre su boca para acallar su risa mientras que Konan lo codea con una sonrisa. Era divertido ver a su caótico amigo ser el mismo de antes. Ruidoso, explosivo y enamorado.

–Me pediste ayuda con tu tarea de física ¿lo recuerdas? Vamos antes de que me arrepienta y ayúdame a llevar mis cosas.

–¡No soy tu burro de carga, hm!– se queja el menor pero como siempre, hace lo pedido mientras persigue al marionetista– ¡Espera, por favor no le cuentes a mamá lo que dije!

Se despide de sus amigos y junto a Sasori van rumbo a casa del pelirrojo puesto que la suya estaba llena de camiones de mudanza. Increíblemente su relación últimamente era agradable.

Sin duda comenzar a ser amigos de nuevo les estaba ayudando. No había peleas serias de por medio ni terceros en discordia, solo eran ellos apreciándose de cerca, sin necesidad de nombrarlo. Pero en el fondo ambos estaban ansiosos, necesitados de tocarse y amarse. Estaban cómodos pero no satisfechos. Sabían que no podrían continuar así, que debían hablar las cosas, pero era tan difícil, sobre todo porque temían arruinarlo y terminar alejando al otro.

¿Por qué el amor era tan complicado?

–¿Por qué llevas tus cosas a tu casa? creí que estabas ayudando con la escenografía.

–Estoy dejando todo lo que necesito y lo que no, me lo llevo para mi casa, así será más fácil mudar mis cosas.

Otro pequeño detalle. Sasori se iría en cualquier momento a la universidad, lo que limitaba su tiempo para tomar una decisión. El mayor ya estaba despidiéndose de la preparatoria, lo que significaba llevarse sus cosas, y sin poder evitarlo, aquello entristecía infinitamente a Deidara.

–¿Me ayudarás con mi tarea en frente de tus muñecas?– preguntó entonces tratando de cambiar de tema– sabes que me dan escalofríos.

–Moví todas las marionetas de mi habitación a mi estudio– dijo y el Uzimaki se tranquilizó.

Prefirió omitir que lo había hecho justo porque sabía que al menor no le gustaban, pero sería demasiado vergonzoso admitirlo.

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