↺𝙳𝚘𝚗'𝚝 𝚑𝚊𝚗𝚐 𝚞𝚙 ｢sasodei｣

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Sasori se levantó temprano como siempre. Se duchó y vistió su pulcro uniforme escolar. Se colocó el listón de jefe de grupo en el brazo y bajó a hacer el desayuno. Dejó a su abuela preparado un poco, pues la mujer prefería solo tomar café y empacó el resto de los alimentos en un bento que guardo para sus clases.

Salió de su hogar, cansado porque no había podido dormir, y se encaminó a su escuela, demasiado temprano como siempre.

De camino, su mal humor le distrajo de posibles recuerdos de cierto rubio al que quería dejar de pensar. Fué rápidamente hasta llegar a su instituto, y sin pensarlo, subió en dirección a su salón, encontrándose con alguien a la entrada de este.

-¡Sasori-senpai!- saludó Obito- sabía que te encontraría muy temprano. Dejé salir a mi equipo antes del entrenamiento para venir a verte.
-Que romántico- bromeó el pelirrojo sin detenerse y tomando su lugar.

El Uchiha solo sonrió ante el comentario. Había sonado tan carente de algún sentimiento que incluso llegó a pensar que era una afirmación.

-Yahiko-kun me preguntó por ti. Dice que si quieres salir de Akatsuki debes de mandarle tu solicitud.
-¿Solicitud? No es como si me pudieran negar salirme de ahí.
-No, pero tienes que presentar tus razones...
-Ya no me queda tiempo para estudiar y estar en dos clubes ¿Podrías actuar de solicitud y decírselo?

Obito suspiró. Su senpai era tan necio la mayor parte del tiempo.

-Es por Deidara ¿Cierto?

Sasori se tensó. No quería hablar de eso. Detestaba tener que dar explicaciones de su vida privada y más aún si era para alguien como Obito Uchiha.

-No te incumbe.

El primer timbre sonó, dejando al menor sin palabras. No valía la pena seguir discutiendo con él. Se mordió el labio inferior para no soltar nada más y se despidió del chico. Necesitaba salir lo más rápido de ahí y contarle lo que había pasado a Yahiko.

En cambio sasori, se acomodó en su asiento, sacó sus útiles de su mochila y se dispuso a esperar la llegada de su profesor y de sus demás compañeros.

A los pocos minutos llegaron sus dos mejores amigos. Por alguna extraña razón Kakuzu no le dirigió la palabra. Se limito a sentarse en su lugar mientras kisame en cambio se acercó rápidamente hacia él.

-Buenos días Sasori, no creas que quiero ser un metiche pero no creerás lo que acabo de ver.
-No me importa- murmuró.
-Yo creo que si- aseguró el alto- sé que ya no están juntos pero, me parece extraño ver a Itachi Uchiha y a Deidara acompañandose. No parecía que se hubieran encontrado en el camino ¿sabes? vivo por la ruta que toma y los vi salir de la misma casa, de la casa de los Uzumaki.

Algo invisible pareció golpear fuertemente el pecho de Sasori. No era nada que se pudiera ver, era más bien, un golpe muy bajo a su ego. No se imaginaba una razón coherente por la cual su exnovio, a la primera semana de haberse separado, se estaría viendo en la misma casa con Itachi Uchiha. El mismo tipo que amenazaba desde antes con arruinar su relación y que por alguna razón le hacía arder en celos. ¿No era a caso que deidara lo amaba a él y sólo a él? O era quizás que ¿Deidara le había mentido todo ese tiempo?

-No me importa- mintió, aunque supo que su amigo no le había creído.
-Solo quería decirte. Si yo fuera tú, estaría tratando de arreglar las cosas de una vez...
-¿Qué te hace creer que quiero volver con él?
-No te ofendas Sasori pero...tu expresión es la de un psicópata.

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