↺𝙳𝚘𝚗'𝚝 𝚑𝚊𝚗𝚐 𝚞𝚙 ｢sasodei｣

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Cuando Deidara entró a la preparatoria se sintió bastante extraño. El primer día de clases se perdió y llegó tarde a su salón, por lo que solo había un asiento disponible en la última fila.

No lo pensó y después de pedir permiso para entrar y que el profesor le amenazara y haciendole prometer que sería la última vez que llegaría tarde, el rubio simplemente caminó hasta el lugar vacío y sacó su libro y una libreta. A su lado, un chico de cabello plata le miró de reojo.

—Oye...— llamó en voz baja el desconocido.

Deidara que solo quería prestar atención desde el principio para que no le pasara como siempre y se perdiera entre los temas, quiso ignorarlo, pero se arrepintió cuando el profesor comenzó a presentarse y pidió que cada alumno hiciera lo mismo para que se conocieran. Dei miró a su compañero de banca.

—¿Si?

—Creo que tienes las cintas sueltas.

El Uzumaki miró hacia abajo, percatandose de un pequeño detalle, había estado tan apurado para entrar a clase que había olvidado quitarse los tenis y ponerse las zapatillas para el interior del salón. Al menos parecía que ese chico había sido el único en notarlo.

—Mierda...—murmuró.

Miró al chico quién cubría su boca para evitar reír, haciéndole fruncir el ceño. Aún así no le dijo nada pues no quería tener conflictos en su primer día. Simplemente suspiró y decidió esperar a que llegara su hora de presentarse para poder pedir permiso para ir al baño y aprovechar para cambiarse en los lockers del primer piso.

Asi que pacientemente esperó hasta que fue su turno. Dió su nombre, su edad y su hobby favorito: esculpir en arcilla. Apenas terminó de hablar, antes de sentarse pidió con las mejillas rojas un permiso para ir al baño, causando una mueca en su profesor.

—Uzumaki-kun, usted llegó tarde ¿y aún así me permiso para ir al baño?

—E-es que me perdí, no encontraba el salón, sensei. Hmm— admitió.

—Pues entonces tendrás que esperar a que acaben todos de presentarse. No parece ser tan urgente.

Él mordió su labio, con lo lentos que se estaban poniendo sus compañeros para perder clase, las presentaciones tardarían lo que restaba de la hora y si al salir no se había cambiado los zapatos, cuando tuvieran que cambiar de aula más gente en la escuela lo vería pasando el ridículo por no llevar los indicados. Parecía algo estúpido, pero sabía bien como funcionaba el entorno escolar. Desde un principio buscarían alguien de quién burlarse, al menos así se librarian de ser el hazme reír de la escuela, poniendo a otros en ese lugar.

De todas formas asintió, quizá si fingía poner una cara de dolor, al final el docente se apiadaría de él, pero no contó con que el chico a su lado se levantara, y en lugar de decir su nombre, arremetiara contra el profesor.

—Usted no puede dejar a nadie sin ir al baño, está en el reglamento escolar— se quejó el chico— además ¿No vió acaso sus zapatos? Este chico solo quiere cambiarse sus tenis feos, no puede hacer uso de su autoridad de esa forma.

Deidara le miró sorprendido, el chico que hacía unos momenos se estaba riendo de él, ahora le estaba defendiendo...de una forma muy extraña.

—Shigami-kun, siéntese por favor.

—Mi nombre es Hidan, sensei.

—Si, conocí a tu hermano Hideki, igual de ruidoso.

El muchacho sonrió y se encogió de hombros.

—Creo que esa fue suficiente presentación para mí ¿Qué le parece si deja salir a la rubia y yo me siento y me callo?

El mencionado quiso gritarle pero su profesor se le adelantó.

—Bien, joven Uzumaki, puede ir a cambiarse esos zapatos, no tarde por favor.

Él tomó la oportunidad, aunque todos en su salón supieran lo distraído que era, al menos no tendría que enfrentar a todo su colegio. Llegó a la planta baja y con su arrugado papel que marcaba sus horarios, buscó su casillero. B-45 era el número. Rápidamente lo abrió y cambió sus zapatos, los cuales ya estaban ahí desde hacía una semana antes que su madre los había mandado. Ya cambiado el calzado regresó a su salón y esperó en silencio a qué su clase acabara, no fue hasta después de que el timbre marcara por terminada la primera materia, que rápidamente se dirigió a su siguiente sitio con la esperanza de hallarlo antes de perderse de nuevo, pero a mitad del camino alguien jaló su camisa por el cuello, haciendolo volverse violentamente.

—¿Pero qué...?

—¿Es qué eres dislexico?— le preguntó Hidan, el mismo chico que lo defendió y al mismo tiempo, lo humilló.

—¿Qué quieres?

—Vaya, no pensé que serías tan grosero, considerando que te salvé la vida.

—No exageres...

—Da igual, pensé que te vendría bien una ayuda para encontrar el salón.

—¿Por qué crees eso?

—Debemos ir al aula B-103 y tú estás llendo hacia el edificio C, que está al otro lado de la escuela.

Dei se quedó quieto un momento, sonrojandose ante lo dicho. Era muy malo con las direcciones, pero quizá si se quedaba con ese chico podría al menos, llegar a tiempo a clases.

—Soy Shigami Hidan— comentó el peliplata extendiendole la mano— aunque creo que ya lo sabes.

Se lo pensó un momento. No le agradó como aquel chico le llamó "rubia" ni como parecía estar constantemente burlándose de él, pero de todas formas, su cuerpo actuó y estrechó la mano contraria.

—Uzumaki Deidara, aunque creo que también lo sabes.

Holap, en un rato subo la segunda parte ok?

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