Asociación de crianza de cachorros

Capítulo 73: Héroe

Todos en el departamento militar sabían la razón por la que la batalla de Kesou pudo terminar tan rápidamente. Morrison había sido el principal contribuyente en esta campaña militar.

Para esta guerra, el departamento militar, además del ejército permanente, había enviado las fuerzas especiales y Morrison se había ofrecido como voluntario para la misión.

El ejército permanente primero se apresuró a Kesou para proporcionar ayuda. Cuando las fuerzas especiales se pusieron en acción, la situación en Kesou ya era terrible.

El ataque a gran escala y despiadado tuvo lugar en la zona urbana de Kesou. El cielo de la ciudad se iluminó con llamas furiosas y se levantó un espeso humo negro por la destrucción generalizada. Los sonidos de los bombardeos y las explosiones apenas se detuvieron por un momento.

Por el momento, ninguno de los dos bandos tenía la ventaja. La batalla había llegado a un punto muerto. La ciudad estaba sufriendo. En sólo unos pocos días, la ciudad ya había sido destruida más allá de lo reconocible.

Al llegar a Kesou y ser testigos de cómo se había reducido a este estado devastador, incluso los soldados, con su fuerte mente, no pudieron evitar cambiar ligeramente de expresión. Si el enemigo no era aniquilado lo antes posible, el número de vidas inocentes perdidas en la ciudad aumentaría rápidamente a una velocidad terrible y el enemigo que intentaba crear terror en el interestelar habría logrado su objetivo.

Después de familiarizarse con la situación de la batalla, Morrison decidió, basándose en la información, liderar las fuerzas especiales en un ataque sorpresa desde detrás del enemigo.

Como uno podría imaginar, era una operación bastante arriesgada. Sin embargo, de acuerdo con la inteligencia que recibieron, el líder del enemigo estaría en la retaguardia en ese momento y con la fuerza principal del ejército enemigo temporalmente restringida a su lado, Morrison no dudó en llevar a cabo la operación.

Las fuerzas especiales eran un grupo de élite. Todos los miembros del grupo poseían diversas habilidades. Con la ayuda de la habilidad de invisibilidad de un minuto de otro miembro, Morrison finalmente suprimió su respiración y se coló sigilosamente en la habitación en la que se encontraba el líder enemigo.

Apretando la daga en su mano, Morrison esperó a que los otros sacaran la fuerza de fuego fuera y atrajeran a algunos de los guardias fuera de la habitación.

Después de colarse en la habitación, la invisibilidad de Morrison se redujo a los últimos diecisiete segundos.

Pero sus camaradas no le fallaron. Segundos después de ponerse en posición y estar preparado para asesinar al líder, se pudo escuchar una conmoción fuera de la habitación.

Cinco segundos.

Estaba casi al límite. Apuntando al cuello del hombre de la silla, Morrison encontró el mayor hueco entre los guardias que quedaban en la sala y se precipitó hacia delante de forma feroz y rápida como un guepardo.

El aire que había estado reteniendo hasta ahora se le escapó de los labios y en un instante, la garganta de la presa fue cortada por la daga en su mano. Al segundo siguiente, Morrison insertó la hoja de la daga en el corazón del otro.

Su invisibilidad se levantó en ese momento y los disparos se produjeron casi inmediatamente.

Había buscado una buena ruta de escape mientras se escabullía. Ahora que su objetivo se había cumplido, Morrison inmediatamente rompió la ventana. Ninguna de las balas erráticas disparadas por los cañones levantados apresuradamente fue capaz de golpear su cuerpo.

Haciendo señales a sus camaradas para que se retiraran, Morrison también escapó en la dirección en que la defensa enemiga era más débil. Tuvo que correr a las coordenadas establecidas del círculo de teletransportación, que estaba a casi 2000 metros de su posición actual.