51. Senior trip to hell.

2 0 0
                                    

~Dylan~

– ¿¡Llevas el protector solar!? —Grita mi madre, desde la cocina.

– ¡Sí, mamá! ¡Ya me has metido cinco protectores solares! ¡Ya lo tengo todo, deja de preocuparte!

– Creo que será la primera vez que vea a mi hijo quemado por el sol... —Comenta mi padre, riendo a mi lado.

– No lo hace por mí, lo hace para que el resto no sospeche... No tendría sentido que fuera de acampada y no llevase lo que para ella es esencial. Aunque, con lo que me está costando cerrar la mochila, creo que sobran cosas.

– ¡Os he oído! ¡Ahora dejad de llorar y bajad aquí a ayudarme con los bocatas! ¿¡O esperas que Cameron esté hambriento todo el camino hasta el sitio donde vais a acampar!?

– Pobre Cameron... Como si fuera el único que espera los bocadillos tan famosos de mamá...

– Será mejor no hacerla enfadar, que tú te vas un fin de semana entero, pero yo me quedo con ella.

– Haber venido de carabina, no te quejes ahora.

– ¿¡Así que queréis huir de mí, eh!? —La voz de mi madre, ahora desde el umbral de la puerta de mi habitación nos petrifica al instante, haciéndonos sudar— Porque Dylan está fuera, que si no... Uno duerme en el sofá y el otro en la calle.

– Cariño, no decíamos... Lo que queríamos decir era...

– Calla antes de ser el que duerme en la calle. Ahora venid, los chicos ya están aquí.

En silencio, me cuelgo la mochila a los hombros y salgo de mi habitación, a una distancia prudencial de mi madre, por si acaso. Una vez abajo, me doy cuenta de que, cuando se refería a los chicos, se refería a todos. No solamente Nate, Cameron, Cassandra y Katia estaban en el salón de mi casa, sino que también los demás jugadores del equipo y las animadoras. No sabía qué hacían aquí, pero me alegro de verlos tan contentos por la excursión.

Y es que, como es tradición en nuestro instituto incluso en la época de mis padres, el Applewood High School aprovechaba un pequeño puente para realizar la acampada anual de los de último año en los que, bueno, íbamos al bosque a acampar, haciendo juegos de acampada y pasando juntos unos días a sabiendas que aquel año era el último juntos. Al menos, en el instituto.

– ¿Qué hacéis aquí todos? —Pregunto, saludando a mis amigos uno a uno.

– Tu casa queda en el camino de muchos de nosotros, así que hemos decidido venir caminando hasta aquí para ir todos juntos a clase.

– Vale... Pues nada, vamos.

– ¡Espera, hijo! ¡Tomad! ¡Bocatas para todos!

– Para... ¿Todos? ¿Cómo? ¿Cuándo?

Mi madre me guiña el ojo, por lo que puedo imaginar que ha pasado. Tía Harper, tío Brandon o alguno ha estado aquí y ha traído en cuestión de segundos una cantidad enorme de bocadillos al ver que iban llegando todos mis compañeros.

– ¡Wow, gracias señora Anderson! —Exclaman mis compañeros, con ojos brillantes de entusiasmo— ¡Amamos sus bocadillos!

– Gracias, chicos... Pero, id tirando, que llegaréis tarde...

Sonrojada, mi madre nos empuja hacia el exterior y cierra la puerta cuando el último sale de casa. Entre risas y parloteo, caminamos hacia el instituto. Al llegar, nos encontramos a un pequeño grupo de personas hablando con mucho entusiasmo sobre la excursión. Entre los adultos, se encuentra nuestro tío Jayden, algo que nos sorprende, pues iba a ser tía Harper quien viniera en su lugar.

Come Back To Me (DLMG #4)Where stories live. Discover now