48. You know who sings Every Breath You Take.

2 0 0
                                    

Dylan me abraza mientras ambos salimos al exterior. Al menos, el muchacho ya está vestido de nuevo, lo cual lo agradezco para mi vergüenza.

– ¿Qué le pasa a Paul? —Me pregunta Cameron, acercándose a mí para susurrarme— ¿Es por Macaón y Podalirio?

– Creo que le gustas más de lo que quiere admitir, Cam. —Responde Dylan, sonriéndole— Al saber que no podías besar a nadie del Applewood High School por una u otra razón y verte besarte con los gemelos...

– Pero fue él quien dijo que lo nuestro era casual. ¿Por qué ahora...?

– ¿Desde cuándo lo que decimos y sentimos o hacemos son exactamente lo mismo? —Le pregunto, haciendo que me mire a los ojos— Él pudo tener la idea, pero no puede decidir sobre sus sentimientos...

– Ya.... ¿Qué debo hacer entonces?

– Pregúntate cómo te sientes tú respecto a él y házselo saber lo antes posible. Si sólo quieres ser su amigo, o algo más...

– Sólo quiero pasarlo en grande en nuestro fiestón de cumpleaños. ¿¡Es tanto pedir!?

El dramatismo con el que lo dice, nos hace reír tanto a Dylan como a mí. El rubio va a por algo de beber, al mismo tiempo que veo a Cassandra reprender a sus hermanos por su comportamiento. Cualquiera diría que ella es la mediana, porque están recibiendo la bronca tanto pequeños como mayores.

– Los Epoúlosi son...

– Interesantes cuanto menos. —Me dice mi novio, besándome en la frente— Son tan iguales y diferentes al mismo tiempo...

– No lo habría descrito mejor.

– Oh, calla. Estoy borracho, ¿vale?

– Ya... ¿Un dios tan poderoso como tú? Lo dudo.

Dylan me saca la lengua, arrastrándome hacia la mesa para llenar mi vaso y ofrecerme algo de comer. Aunque hayamos tenido momentos tensos, la verdad es que me lo estoy pasando realmente bien. Es el primer cumpleaños en el que me lo paso genial y, sin duda alguna, la culpa la tiene ella.

– Reed, quiero hablar contigo. —«¿Podrá leer la mente? Ha sido pensar en ella y aparecer. No, si pudiera leer la mente... No. No puede, ¿verdad?»— ¿Reed?

– C-claro, Cass. Pero llámame Katia. O Kat. No hace falta que usemos ya los apellidos, ¿no?

– Puede ser. Pero todavía se me hace raro no hacerlo. En fin, te quería dar mi regalo de cumpleaños.

– ¿Tu regalo? Pero es tu cumpleaños también y no te...

– No hace falta. Tampoco iba a celebrarlo hasta que me has convencido. Por eso... Y como agradecimiento por esta noche, a pesar de algunas cosas... Quiero que seas capitana de las animadoras. De hecho, no quiero, lo eres desde este momento porque dimito.

Estoy boquiabierta. Veo como los labios de la muchacha se mueven, pero no puedo escuchar nada. Sigo absorta por lo que acabo de escuchar, por lo que Cassandra acaba de "regalarme". Su capitanía. Acaba de darme el puesto de capitana de animadoras. Y ni siquiera entiendo por qué.

– ¿Me estás escuchando?

– ¿Eh? Q-qué has... Perdón, yo... ¿Capitana?

– Dios, sí que te has ido atrás... Te estaba diciendo que, para mí, ese puesto siempre fue una forma de hacerles ver a mis padres que había sido una buena idea convertirme en vuestra Guardiana. Que podía ser alguien aquí abajo. Que me apreciaban por algo más que por ser una diosa...

– Ya veo...

– Cuando llegaste este año, tan decidida a conseguir el puesto... Me di cuenta de que tú quizás sí puedas disfrutarlo. Y que, estando yo, te estaba quitando esa oportunidad. La oportunidad de honrar a Harper y Mary como Dylan honra a Brandon siendo capitán del equipo de baloncesto.

Come Back To Me (DLMG #4)Där berättelser lever. Upptäck nu