32. Aftermat(c)h.

3 0 0
                                    

~Dylan~

Katia está agitada, incómoda, inquieta. No sé si es por todo lo que hemos vivido en la otra dimensión o por la aparición de Chris y Mitchelle, pero algo la tiene en ascuas. Y yo, lo único que quiero, es tranquilizarla y quitarle todo ese peso de encima.

– Chicos... ¿Estáis bien? Lo que habéis visto...

– ¿Cuántos mundos hay así, papá? —Pregunta la rubia, con pesar.

– Muchos. —Se sincera Thomas, tomándonos las manos— Para que lo entendáis, tienes que escoger entre A y B. Si escogéis A, se abren dos dimensiones: las repercusiones que tiene haber decidido la A y las repercusiones de no haber decidido la B. Y viceversa si escoges la B.

– Entonces...

– Hay mundos donde Harper sobrevive y Brandon no, donde Azazel muere y donde no... Al igual que hay mundos donde Brandon sobrevive y Harper...

– Muere. —Digo yo, dejando que todo caiga sobre nosotros.

– También hay mundos donde sobreviven los dos y...

– Vale, lo entendemos. —Interrumpe Katia, caminando lejos de nosotros.

– Yo voy. —Le digo al padre de mi mejor amiga, caminando detrás de ella— ¡Katia! ¡Espera!

– ¿¡Cómo voy a seguir con mi vida, Dylan!? —Grita, rompiendo a llorar— ¡Sabiendo que existen otros mundos donde no todos tienen las oportunidades que yo tengo! ¡Sabiendo que mis decisiones pueden tener consecuencias tan firmes!

– Katia... Mírame a los ojos. —Le digo, tomando sus manos en las mías— Sé que es un duro golpe, sé que esto te va a hacer replantearte todas las cosas... Pero, no te obsesiones con ello. Porque, si lo haces, no estarás viviendo la vida. Estarás tan pendiente de las consecuencias de tus actos, que no tendrás ni un segundo para disfrutar de lo que has hecho.

– Ya, pero...

– Mira, es así de fácil. —Digo, inclinando mi cabeza hacia delante, uniendo mis labios con los de Katia.

Sin esperar ningún permiso, acerco mi lengua a la entrada de Katia quien no tarda nada en dejarme pasar. Nuestras lenguas juegan la una con la otra, con tanta pasión como cariño. No es un beso lujurioso, pero hay un toque de lujuria en él. Sin duda, es mucho más que un beso. Es el segundo de muchos que vendrán. Es el sello con el que iniciamos lo que sea que es esta relación.

– Dylan...— Oírle decir mi nombre, entre besos, me gusta mucho más de lo que jamás había imaginado— Yo...

– Yo también, Katia... Yo también.

– Ejem. —Una sonora carcajada nos separa al instante, colorando nuestras mejillas y acelerando nuestras pulsaciones— ¿No tienes un partido al que asistir, Dylan?

– Eh... Sí, cierto. Yo...

Y, antes de que Thomas descargue la ira de padre sobre mí, tomo la mano de Katia y salgo corriendo mientras la rubia ríe a carcajadas y el hombre que considero como mi tío grita mi nombre maldiciéndome una y otra vez. Katia y yo corremos sin detenernos, riendo y mirándonos a los ojos, contándonos todo sin decir nada. Finalmente, llegamos a la pista exterior, en la que vemos como mis compañeros celebran una victoria aplastante. Hemos ganado... Y no me han necesitado para nada.

– ¡Mirad quién llega! —Exclama uno de mis compañeros, golpeándome el hombro al pasar— ¡Nuestro capi se digna a aparecer! ¡Una pena que llegues tarde! ¡No te necesitamos ni para ganar!

– ¡Eh, tampoco te pases! —Le increpa Paul, interponiéndose en su camino.

– ¡Qué sorpresa! ¡Ya tienes otro marica a tus pies!

Come Back To Me (DLMG #4)Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ