Come Back To Me (DLMG #4)

11. The Trials: Fired up.

~Katia~

Las últimas clases tienen lugar sin pausa, pero sin prisa. El cielo se ha encapotado un poco y algunas gotas comienzan a salir cuando el último timbre indica el final de la jornada. Temerosos de que se ponga a llover, el equipo de animadoras y de baloncesto han pactado compartir la pista interior del gimnasio, permitiendo que primero vayamos nosotros y luego los aspirantes a entrar al equipo de Dylan. Así que Cameron, Dylan y Nate vuelven a estar en las gradas, gritando mi nombre a todo trapo, avergonzándome sin parar.

– Muy bien. —Sentencia Cassandra, caminando frente a nosotros— Os presentasteis noventa y cinco aspirantes y solamente quedáis cuarenta. Con las dos pruebas de ayer, cuatro fuimos las que entramos en el equipo y seis los puestos que quedan. Ahora os enfrentaréis a la Gran Prueba, una rutina en grupo como si fuera la que presentamos delante del público que viene a ver a los Guepardos jugar y las Panteras animar. ¿Preparados?

«Tú puedes, Katia.» me digo a mí misma, soltando el aire que retengo de los pulmones, mientras Cassandra se acerca a nosotros, dando dos palmadas que indican el comienzo de la rutina, haciendo sonar por los altavoces la canción moderna que ha escogido para ella.

Los tres primeros hacen un medio bow and arrow, pero Cassandra señala al tercer aspirante, que resulta ser un chico, haciendo que este levante más la pierna pues se había quedado corto. El cuarto no está en posición y no tarda en ser echado haciendo que la entrenadora tache su número de la libreta que sujeta entre sus manos. Cassandra hace un toe touch y la rutina comienza ahora.

Los de atrás nos colocamos en posición de clasp formando tres filas, mientras que los cuatro miembros del equipo se colocan delante para mostrar los pasos de la coreografía: dos pasos cruzados, escalera con los brazos, un right half high V seguido de un right low V y un giro hacia la derecha, que ellos hacen completos para mirarnos fijamente.

Nosotros los repetimos mientras la música avanza y giro a la derecha casi al unísono que los demás, viendo como varios se equivocan, mirando hacia la izquierda. Cassandra los señala uno a uno y les indica con el dedo donde está la puerta, por lo que los chicos salen del grupo, cabizbajos. La entrenadora tacha sus números y la coreografía continúa como si nada.

Las ya animadoras comienzan a repartir pompones, mientras que algunos aspirantes comienzan a hacer acrobacias en un lado de la pista. Al parecer, ellos tenían algo apuntado en sus listas para este momento, mientras que otros —yo incluída— tenemos que enfrentarnos a una coreografía con estos instrumentos vistosos.

Cada uno comienza a hacer lo que tenía apuntado en su lista, lo cual se rige a algunos saltos y pasos de baile que mezclaban pompones arriba, abajo, a la izquierda y agacharse con el cuerpo girado a tu derecha. Cassandra se hace con los pompones de un chico que no ha tenido opción de hacer sus pasos y se coloca delante, echando a una chica que está desincronizada.

Los pasos aceleran de velocidad, pero todos nos movemos lo más sincronizados posible. «Recuerda: Ahora es hacia abajo. No te equivoques.» me digo a mi misma, viendo a la gente de a mi alrededor bailar sin ninguna dificultad. «Left bow, right bow, high V y... ¡Abajo!»

Agachada, miro a mi alrededor. Casi todos estamos agachados como toca y veo que Cassandra está haciendo un Liberty para destacar. Aunque no es la única. Llego a contar seis personas que la han imitado, las cuales nos observan con miedo. Se han equivocado... Y Cassandra se ha percatado de su error.

– ¡Fuera! —Exclama, tirando los pompones al suelo, para irse con el grupo que está haciendo acrobacias.

Los que estábamos con los pompones, se los devolvemos a las animadoras que vienen a nuestro lado y nos indican que ahora va a haber un dúo y que vamos a tener que improvisar o seguir con nuestra rutina. Casandra, en posición de clasp, comienza a mirar a los que quedamos con cierto interés. Señala a una chica de cabello castaño que no reconozco. La muchacha da brincos emocionada, aunque no entiendo muy bien por qué. Sus amigas la animan, produciendo más orgullo en ella. La segunda señalada soy yo. Y, tras dos palmadas, sé que nos toca hacer algo.