35. #Kalan.

3 0 0
                                    

~Dylan~

El entrenamiento está llegando a su fin cuando vemos llegar al equipo de las animadoras. Todos parecen animados e imagino que se debe al partido de ayer y al hecho de que por una u otra cosa, ni Katia ni Cassandra estuvieron presentes en el momento en el que su equipo tuvo que bailar y cada uno pudo brillar a su manera.

Y, hablando de las dos chicas... No parecen estar con sus compañeros.

– ¡Hey! ¿Sabéis dónde están Cassandra y Katia? —Pregunto, acercándome a un pequeño grupo de chicos que comienzan a calentar.

– Pues no... ¿Estarán aún en clase?

– Deberían haber terminado ya... —Me digo a mí mismo, inseguro de si debo pensar lo peor.

Aunque Cassandra y yo encontramos no hace mucho un punto intermedio donde encontrarnos y poder convivir con el otro sin que esté siempre mostrando esa faceta suya tan fría y yo esté a la defensiva, las chicas... Bueno, digamos que son como el fuego y el hielo. Y no parecen poder estar en un mismo lugar al mismo tiempo sin que una se extinga y la otra se derrita por completo.

Por lo que podéis imaginar mi cara cuando las veo entrar juntas y riendo.

– ¡No es gracioso, Cass! —«¿Cass? Así la he llamado yo hace poco y pareció contrariada por ello. ¿Desde cuándo son tan amigas»— ¡Siento no poder decir nada tan maduro como lo que tú me has dicho!

– No te preocupes, Katia. Aunque no lo parezca, me ha ayudado mucho. Al fin y al cabo, para olvidarme de Fran voy a tener que encontrar otra persona con la que sienta algo parecido... Aunque no creo que ninguno en este instituto, masculino, femenino, u otra identidad de género, sea suficiente para alguien como yo.

– Ay, pobres... No digas eso. Aunque, hablando de chicos que nos gustan...

Katia se acerca a mí al percatarse de mi presencia y, sin previo aviso, estrecha sus labios contra los míos, haciendo que todo el gimnasio explote en ovaciones. Los jugadores de baloncesto nos pican con cosas como que nos vayamos a un hotel y eso, mientras las animadoras... ¿Nos animan? Al separarnos, siento que me cuesta tomar aire. Instintivamente, me muerdo el labio inferior y miro intensamente los ojos de la rubia frente a mí.

– ¿Y esto?

– ¿Qué puedo decir? Kalan es real.

Al escuchar esas palabras, una oleada de alegría activa mis neuronas de repente, estrechando a Katia entre mis brazos y levantándola del suelo para dar vueltas. La muchacha ríe y yo grito entusiasmado. No puedo creerlo. Katia y yo... Somos pareja.

– ¡Dylan! ¡Bájame! ¡Qué me mareo!

– ¡Nunca! —Grito, incrementando las carcajadas de mi novia— ¡Somos novios! ¿¡Lo habéis oído!? ¡Kalan es real, gente!

– ¡No me interesa tu vida amorosa, Anderson! —Grita el entrenador, paralizándome por completo. Se me olvidaba que estaba también aquí— ¡Tira para el vestuario antes de que tenga que ir a buscarte y llevarte a rastras!

– ¡Sí, entrenador!

Suelto a Katia y le doy un beso en la mejilla antes de correr al vestuario. Sin duda, esto tengo que contárselo a mi padre. Así que, una vez termino de ducharme y ya puedo irme del instituto, aunque sé que me voy a llevar una bronca por ello, uso mis poderes para viajar a Madrid. Una vez allí, marco el número de teléfono de mi padre y espero a que responda.

– ¿¡Papá, dónde estás!? —Grito, extasiado.

– ¿Cómo que dónde estoy? En Madrid, ya lo sabes... ¿Ha pasado algo?

Come Back To Me (DLMG #4)Where stories live. Discover now