59. The whole truth.

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~Katia~

Una vez hemos usado el Orbe Empíreo, aparecemos en lo que parece ser el hospital que hay al este de la ciudad. Pero no importa el dónde, sino el cuándo.

– ¿El Hospital? —Pregunta mi padre, observando a las cuatro personas sentadas en las sillas de lo que parece ser la sala de espera— ¿Por qué estamos aquí?

– No importa, papá. Busca la fecha... Lo importante no es dónde, sino cuándo...

– Ya veo...

– ¡Ahí! —Exclama Dylan, señalando el televisor encendido que cuelga de la pared— Veintinueve de agosto de... ¿¡Dos mil cuarenta y seis!?

– Así que esto sucede de aquí dieciséis años... —Comenta Cassandra, viendo como entra más gente para reunirse con los ya presentes— ¿Esos no son Harper, Brandon y Jayden?

– Sí, lo son... —Digo yo, acercándome a ellos— Wow, qué mayor se ve tío Jayden. En cambio, Harper y Brandon parecen no haber envejecido...

– No lo han hecho. Harper Lee es una Divinal pura, por lo que su cuerpo no envejece como el de los humanos. Ella fue envejeciendo su aspecto hasta llegar a la adultez y luego siguió haciéndolo para que la gente que la viera no sospechara nada... Pero, como tal, no envejece. Y Brandon... Siento una extraña energía en él. Algo poderoso. Algo divino.

– ¿Auseklis, quizás? Al fin y al cabo, pudo usar sus poderes el día que apareció ante nosotros... Aunque afirme que lo ha abandonado, quizás sigue con él.

– No sé... Nuestro Brandon es diferente. Sí que se siente vacío.

– Espera, entonces, ellos dos son...

– Sois Cassandra y tú. —Digo yo, al verles la cara— Si vosotros dos y los tíos están aquí...

– Entonces estamos aquí por el nacimiento de Chris y Mitchelle.

– Seremos padres a los treinta y cuatro... —Comenta Dylan, mirándome a los ojos. Sonrojada, aunque no sabría decirlo, pues no soy más que estrellas ahora mismo, desvío mi mirada para seguir observando la escena a nuestros pies.

– ¿Dónde están Mary y Jules? Me dijeron que estaban de camino...

– Han entrado con Katia. —Responde la futura Cassandra— El idiota de Anderson no contesta al teléfono.

– ¿Está en el trabajo? —El futuro Thomas asiente con la cabeza— Entonces es lógico... Tendrá el teléfono en el coche.

De repente, resuenan unos pasos rápidos que se acercan a la sala de espera, acompañados de algunos gritos de represalia por estar corriendo por los pasillos. Dylan aparece por la puerta, apartando a la gente y disculpándose por ello. El muchacho se ve diferente. Su cabello está más oscuro, la barba es algo más larga que la que suele tener y lleva gafas colgadas al pecho. Además, está vestido con un uniforme de agente de policía. «¿Pero no quería ser profesor de literatura? ¿Por qué lleva puesto un traje de policía? Venía del trabajo, ¿no?»

– ¿¡Cómo está Katia!? ¿¡Y los mellizos!? ¡He venido en cuanto he recibido el aviso de mi compañero! ¡Decidme que no llego tarde!

– Tranquilo, Anderson... Katia acaba de entrar con tus padres. Pregunta por ella y te dirán dónde está. Aún no ha salido, así que no creo que hayan empezado con la cesaría... Nos han dicho que saldrían a avisarnos cuando empezara...

– ¡Gracias, Cass!

Dylan corre al mostrador y se presenta a la enfermera como mi marido. Mi padre nos mira inquisitivamente, al mismo tiempo que yo desvío mi mirada, deseando que la tierra me trague ahí mismo. Si no fuera bochorno suficiente saber que Dylan y yo vamos a tener sexo en un futuro para traer al mundo a mellizos, saber que vamos a casarnos y que mi padre se ha enterado con años de antelación pone, sin duda, toda nuestra relación en perspectiva. Quizás, esta sea una de las razones por la que los Ancianos no querían que viéramos la verdad.

Come Back To Me (DLMG #4)Where stories live. Discover now