La Esposa del Legendario Maestro [III]

Capítulo 411: Esencia del Viento

La voz de You AnTai llegó primero.

Cuando Ling Xiao levantó la cabeza para mirar a la distancia, apareció una figura borrosa, de pie contra el viento. Con unos pocos movimientos rápidos, un anciano encorvado apareció delante de todos.

Esta persona era el Dios de Sangre de Hierro, You Antai. No se parecía en nada a lo que su título sugería, parecía ser un viejo normal. Su cabello y su barba eran blancos como la nieve, sin embargo, en su sereno rostro, sus ojos eran brillantes, y cualquiera que se acercara a su mirada podía sentir un hormigueo en su cuero cabelludo.

Nadie sabía si acababa de llegar, o si había estado mirando durante un tiempo. Pero esto último era más probable, porque no vino cuando You Ming casi fue asesinado por Ling Xiao.

Aunque You Antai ya era viejo, el hecho de que tuviera el título de Dios de Sangre de Hierro significaba que muchos habían muerto a sus manos. Así que, aunque no era el miembro más cruel del Clan de Sangre Bermellón, era definitivamente uno de los mejores.

Trajo consigo una gran presión que cubrió a la multitud. Era como si el aire se hubiera solidificado. Incluso la respiración se hizo difícil y el silencio cayó.

You Ming se acercó, encantado, "Anciano Tai, ¿cómo es que has venido?"

Con el Anciano Tai allí, toda la situación se había dado vuelta. Se negó a creer que este Ling Mo pudiera cambiar las cosas de nuevo. Tuvo que usar esta oportunidad para devolver todo lo que se le ha hecho.

You Antai le echó una mirada, dando un suave rugido. "¿Crees que me quedaré quieto mientras avergüenzas al Clan de Sangre Bermellón?" Después de decir esto, miró hacia el abdomen de You Ming, frunciendo ligeramente el ceño.

You Ming no respondió, y en su lugar se inclinó y dijo, "Anciano Tai, tienes razón en regañarme."

Fue entonces cuando la expresión de You Antai se suavizó, y su mirada se dirigió a You Qingshan, cuya expresión era igual de emocionada, pero mucho más contenida. Viendo que no estaba herido, You Antai se sintió aliviado. Su aguda mirada se dirigió entonces a Ling Xiao. Se rió, escalofriantemente.

"Te felicito por tu audacia. Incluso te atreves a atacar a los del Clan de Sangre Bermellón. Hace mucho tiempo que no conozco a nadie que se atreva a desafiar al Clan de Sangre Bermellón. Eres el primero en cientos de miles de años. Pareces bastante joven; supongo que es verdad lo que dicen, un ternero recién nacido no le teme a los tigres. ¡Pero hoy representaré a tus mayores para enseñarte una lección y hacerte saber las consecuencias de ir contra el Clan de Sangre Bermellón!"

Sus palabras podrían haber sido amenazantes, pero su tono era despectivo.

Era como si pensara que Ling Xiao no era nada para él, como si pensara que su fuerza estaba muy por encima de la de los demás.

Sin embargo, si no tuviera este tipo de confianza, entonces no sería el dios de la Sangre de Hierro, You Antai.

La razón por la que You Antai fue llamado el Dios de la Sangre de Hierro no fue sólo porque estaba perfectamente capacitado para matar gente, sino porque nunca dejó a un solo oponente vivo. No importaba si eran fuertes o débiles, todos morirían en sus manos.

"¿Dices que quieres representar a mis mayores para darme una lección?" Ling Xiao lo miró de reojo, su tono incrédulo como si escuchara algo gracioso. Sin embargo, estaba más lleno de un claro sentido del desdén, y su hermosa cara tenía un toque de malicia.

You Antai entrecerró los ojos. "¿Qué? ¿Crees que mis palabras están equivocadas?"

La comisura de los labios de Ling Xiao se curvaron. "¿Crees que tienes derecho a decir eso?"