Capítulo 56.

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La puerta del baño se abrió mostrándome a un Justin semi desnudo con una toalla alrededor de su cintura. Mis ojos estaban llenos de lágrimas pero aún así vi perfectamente como su cuerpo corría hasta a mi para acto seguido quitarme el móvil.


-¿Has cotilleado mi móvil? -Dijo bloqueándolo.

-No. -Pasé mis dedos por la parte baja de mis ojos para limpiarme las lágrimas. -Estaba buscando una foto de los dos que nos sacamos hace tiempo. -Mentí levantándome del suelo.

-¿Desde cuando eso se busca en los mensajes? -Alzó la voz.

-Joder Justin. Le habrás dado sin querer, yo que sé. -Sorbí mi nariz y me crucé de brazos.

-¿Y porqué estás temblando? -Gruñó. No me había dado cuenta de que lo estaba haciendo.- ¿Porqué mierda estás llorando? -Señaló mi cara.

-Vi una foto de cuando nos conocimos. -Mentí.

-No nos hicimos ninguna foto cuando nos conocimos, ______. -Apretó su cien con sus dedos para después fijarse en mi. -Ve al puto grano porque me estás cabreando.

-Pues no me mientas y dime porque coño has estado todo el día fuera. -Me quejé.


Su cuerpo se tensificó aún más. Mordió su labio inferior mientras que pasaba su mano por su pelo para echarlo hacia atrás. Después lo sacudió y se dirigió a la mesita de noche donde guardaba su ropa interior. Una vez allí, cogió unos boxers, se los puso y se colocó una bermudas encima de ellos.


-Problemas con el trabajo. Nada que entiendas. -Bufó.

-¿Cosas que no entiendo? ¿Me estás hablando en serio? Porque estoy un poco hasta las narices de esto. -Alcé los brazos.- Estoy deseando que acabes con esta mierda pero no puedo porque es tú trabajo y lo respeto, pero no puedo irme tranquilamente a la cama pensando en que puede pasarte algo o que hay alguien suelto por ahí que quiere matarte. ¡Así no vivo tranquila, Justin! -Froté mis ojos con mis manos y suspiré.- Pero no puedo hacer nada.

-Sabes perfectamente desde el principio en lo que te estabas metiendo. Te avisé de ello, no quisistes apartarte, después me enamoré de ti, no quise soltarte, te di una oportunidad de alejarte de mi cuando estuve en la cárcel y a estas alturas de la relación me vienes con estas cosas. Si no quieres seguir con esto ya sabes donde tienes la puta puerta. -Alzó los brazos. Su pecho subía y bajaba rápidamente, cosa que le solía pasar cuando estaba cabreado.

-Te digo estás cosas Justin, porque tengo miedo. -Grité.

-Pues yo no lo tengo.

-Eso es lo que dices pero muy en tu interior si que lo tienes.

-No sabes nada de mi, por lo que veo. No opines sobre las cosas porque no sabes lo que realmente estoy pensando. Me estás tocando las narices y no es muy buen día para que lo hagas. -Apretó su cién ésta vez con sus manos.

-¡Tengo miedo de perderte joder! -Grité apoyándome en la pared.- No me gustaría despertar y que no estuvieras a mi lado, ¿sabes? -Sacudí la cabeza.


La habitación se quedó en silencio. Mi respiración agitada era lo único que se escuchaba en la habitación. Sus brazos rodearon mi figura haciendo que me sintiera protegida. Él siempre iba a estar ahí, lo sabía, no tenía porque tener miedo a ello. Pero ese mensaje me había echo dudar. Si a él le disparan en el corazón, no podría hacer nada por su vida y yo estaría acabada junto a él.


-No te preocupes, pequeña, eso no pasará.

-Eso no lo sabes. -Susurré.

-Lo sé, no dejaré que me pase algo.

-Algún día puede que nos llevemos un susto, Jus. Si atí te pasa algo yo no podré soportarlo. -Sollocé.


Sus labios enseguida se encontraron con los mios. Fue un beso delicado, simple, lento.


-No te preocupes por eso, ¿de acuerdo? -Asentí mirando sus ojos. -Estaré aquí para cuidarte y protegerte, siempre. -Susurró y dejó un casto pico en mis labios.- Ahora a dormir, que son horas.


Sonreí tiernamente. Los dos nos tumbamos en la cama. Escondí mi cabeza en su pecho respirando su aroma. Abracé fuerte su cuerpo, queriendo que no se fuera jamás, que siempre estuviera pegado a mi.



Narra Justin:


Una vez que se quedó dormida profundamente puse el despertador para las 7. Ryan y yo habíamos tenido una reunión con los chicos para ponernos manos a la obra. Ya era hora de que empezara a trabajar, no podía estar ni un minuto más sentado en el sofá sin hacer nada. Intenté dormir pero lo único que pude hacer fue pensar en lo que _____ me había dicho. Tenía miedo. ¿Y quién no lo tenía? Hasta Ryan tenía miedo de que nos pasara algo. Por eso mismo iba a ir a por ese capullo. Iba asustando por ahí con mensajitos pero seguro que era un puto gallina si me enfrentaba a él.

Acaricié la mejilla de ______. Era hermosa. No sabía como había llegado a tal punto de amar a alguien así. Ella era imprescindible para mi pero me sacaba de mis casillas cuando se ponía en plan niña tonta o cuando se enfadaba. Aunque es normal, seguro que yo también le saco de sus casillas el mayor tiempo que estamos juntos. No todo en la vida es perfecto. También hay cosas malas. Y a ella le ha tocado vivir con la peor de todas. Se acostará todos los días pensando en que posiblemente al día siguiente no amanezca a su lado. Pero no me gusta que piense así. Me pone de los nervios y es peor. No controlo mi genio, mi humor, mi forma de ser y puede que esté bromeando, pero 3 segundos después puedo estar echando humo.

Suspiré cuado el despertador sonó. Me había pasado horas pensando y observándola. Yo tampoco sabría que hacer sin ella. Una vez me dije que no iba a volver a enamorarme porque estar atado a una chica era una puta mierda. Me gustaba follarme a una tía cada día después de lo que pasó con mi ex. Pero sé que ______ no es igual que ella. Ha llegado muy lejos y hasta yo mismo estoy sorprendido por ello. Yo pensaba que iba a dejarme en el momento en el que viera como apretaba el gatillo de una pistola para quitarle la vida a una persona que me había estado jodiendo.

Me depegué de la cama y del cuerpo de ______ perezosamente. No me apetecía mucho salir de la cama, pero no me quedaba otra, se lo había prometido a Ryan. Me puse mi típica vestimenta, cogí mi móvil y caminé hasta la puerta sigilosamente. Abrí la puerta que daba al pasillo y miré hacia atrás. ______ dormía tranquilamente en su sitio de la cama. Busqué un papel y un bolígrafo y le escribí una nota, la cuál, dejé en el lugar donde mi cuerpo descansaba anteriormente asi cuando se despertara y se empezara a preocupar, lo primero con lo que se encontraría sería con ella.

Recorrí el pasillo después de cerrar la puerta detrás de mi. Ryan ya estaba preparado para irse. Choqué el puño con él y me puse bien la chaqueta.


-¿Preparado? -Dije en tono burlón.

-Eso mismo debería preguntarte yo atí, ¿no crees? -Soltó una suave carcajada.

-No lo sabes tú bien. Estoy deseando coger una pistola.


Los dos reímos y salimos del apartamento para dirigirnos al coche. Una vez arrancado nos dirigimos al almacén donde supuestamente los chicos deberían de estar.

Estaba deseando ponerme en marcha.

~El misterio~ {Justin Bieber & tú}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora