~El misterio~ {Justin Bieber & tú}

Capítulo 44. (Maratón)

-Escóndete debajo de una mesa. -Me ordenó tirando de mi.

Aparté los ojos de la mesa mientras reaccionada. Asentí aunque realmente no iba a esconderme. Si no apagaba ese fuego, todo saldría ardiendo. La persona que haya hecho esto está muy mal de la cabeza.

Moví mis ojos por todo el recinto buscando un extintor. Por suerte, localicé uno cercano. Mientras Justin se movió por el restaurante apartando sillas y mesa de su camino, me dirigí hacia el extintor. Me temblaba el cuerpo. Era normal, pensé. Era la primera vez que estaba presente en una cosa así.

Agarré el extintor y giré sobre mis talones dispuesta a acercarme al fuego. Una figura se metió en medio de mi camino. Cuando vi que estaba sonriendo de una manera poco habitual en una persona normal, entré en pánico. Me había metido en problemas no haciéndole caso a Justin.

Narra Justin:

¿Dónde se había metido ese imbécil? Aunque no hubiera visto la cara de la persona que había hecho esto, sabía quien era. Tenía una larga sospecha sobre eso. Y no iba a jugar a las cartas cuando le pillara precisamente.

Me metí detrás de la encimera y me asomé a la cocina. Ni rastro de nadie. Unos brazos me agarraron por detrás y me arrastró haciendo que mi espalda estuviera tumbada en la encimera. Porfin vi su cara de imbécil, la cuál, golpeé sin pensarmelo dos veces. Aproveché el momento en el que se quejaba para ponerme en pie y busqué algo con lo que poder golpearlo. Cogí una botella de alcohol y se la estrellé en la cabeza haciendo que se asomara una pequeña raja en la cien.  Gruñó haciendo que me sintiera satisfecho, pero no lo suficiente como para dejarlo tranquilo.

Algo me golpeó, haciéndome jadear. Agarré mi estómago encogiéndome. Me había quedado sin aire de un momento a otro.

-Qué Bieber, ¿bajo de defensas? -Soltó una carcajada y me entraron nauceas enseguida. Me incorporé gruñendo. -No eres nada sin tu maldito equipo, Bieber. -Agarró mi mandíbula y recibí en ella un puñetazo.

Mi cara se giró hacia el otro lado encontrándome con los ojos temblorosos de _______. Gruñí y maldecí para mi al diablo de todas las maneras posibles. La tenían atada a una silla y uno del equipo de Drake estaba detrás de ella. Bueno, seguro que era uno de sus compañeros porque ni en sueños el sería jefe de una banda. Y yo estaba empezando a pensar que su lider era...

Un gemido procedente de los labios de _______ me sacaron de mis pensamientos. Mis ojos volaron de nuevo hasta mi chica que tenía los ojos ligeramente apretados. Todos mis sentidos se encendieron cuando su cabeza fue alzada por el capullo que estaba detrás de ella. El grito de dolor que salió de ella sacó a mi fiera interior. El hijo de puta había estrellado la cara de mi novia contra la mesa que tenía delante.

Me levanté sorprendiendo a Drake. Saqué de la cinturilla de mis jeans mi pistola y le disparé cerca del pecho, pero no en el punto exacto para matarlo. Y eso me fastidió porque quería acabar de una puñetera vez con él. Mientras Drake se retorcía en el suelo, me acerqué lo más feroz que pude al compañero de Drake. Metí unas cuantas balas en la pistola por si acaso fallaba y le disparé en el pecho. Su cuerpo se desplomó hacia atrás y pude escuchar a Drake quejarse cuando lo vio caer.

Me agaché delante de ______ y acaricié su mejilla.

-Te voy a sacar de aquí, lo prometo. -Susurré y dejé un rápido beso en una de sus manos.