~El misterio~ {Justin Bieber & tú}

Capítulo 6.

Me separé de golpe de Justin empujándole hacia atrás. Mi rostro seguramente estaba rojo, ya que sentía como ardía. Mordí mi labio mirando a mi hermano. Siempre aparecía en los peores momento.

-¿Me vais a responder? -Preguntó aún más furioso.

Justin soltó una risa divertida.

-Yo no tengo nada que responderte. No eres nadie para que te cuente lo que hago.

-Pero ella es mi hermana y a saber que mierda estás haciendo con ella.

Justin soltó otra carcajada. Se lo estaba pasando bien.

-Lo que haga o no con tu hermana no te incumbe. Son cosas nuestras.- Agarró mi cintura pegándome a él y uniendo nuestros labios con fervor.

Los brazos de Sergio me separaron bruscamente de Justin y me metieron dentro de la casa dejando a Justin fuera. Poco después escuché como su moto arrancaba y se alejaba de allí. En cuanto todo estuvo en silencio, mi hermano habló.

-¡No me puedo creer que hayas estado besando a ese tipo! -Me gritó.

-¡No me grites! -Le grité.- Ya no soy una niña pequeña para que me estés mandando ha hacer lo que tú quieras. Voy a vivir mi vida como sea, Sergio.

-Lo que no puedes ir haciendo es salir con ese asesino.

-Yo salgo con quien me de la gana.

-No me hables así.

-Deja de controlarme.

-Eres una niña consentida. No sabes lo que es capaz de hacer.

-No es como tú piensas.

-Los dos sabemos como es.

-Déjame.

-No me da la gana. Te prohíbo que salgas con ese estúpido.

-Te odio.

La mano de Sergio se estampó en mi mejilla dejándome la silueta de ésta. Le miré con más odio que nunca. Las lágrimas empezaron a rodar por mis mejillas humedeciéndolas. No podía creer que me había pegado. Salí corriendo por la calle escuchando los gritos de mi hermano, los que ignoré. Justo salí corriendo hacia afuera de la casa porque sabía que él sería incapaz de dejar sola a mi abuela en ese estado. Lo peor de todo es que cuando llegara a casa por la noche, me mataría.

Me choqué con un cuerpo pero antes de que me cayera me detuvo. Me pegó a su cuerpo y enseguida supe quien era. Su aroma invadió mis fosas nasales en menos de un segundo.

-¿Qué te pasa? ¿Estás bien? -Preguntó con tono preocupado.- Venga, _______, acabo de dejarte con tu hermano. ¿Qué te ha echo ese mal nacido? -Gruñó esta vez al vez que no respondía.

-Abrázame y cállate, Bieber -Susurré como pude ya que no podía dejar de llorar.

Sus musculados brazos apretaron más fuerte mi figura. Me sentía protegida en sus brazos y ni siquiera sabía el porqué de ese sentimiento.