Capítulo 54.

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Alcé los ojos hasta los suyos encontrándome con un brillo especial en ellos, el típico brillo que veía siempre que estaba con él. Sonreí casi sin darme cuenta. Llevé mis manos hasta sus mejillas y las acaricié con mi dedo gordo. Su sonrisa enseguida se ensachó en sus labios haciendo que miles de mariposas traviesas revolotearan por mi estómago. Me sentía muy bien junto a él.


-¿Esto significa que me has perdonado? -Susurró chocando nuestras frentes.


La mágia del momento desapareció enseguida, borrando así mi sonrisa.  Me separé de él rompiendo también su sonrisa. Ya estaba sacando sus palabras molestas.


-Esto no significa nada. NO debería de haber pasado. -Apoyé una de mis manos en mi cintura mientras que pasaba la otra por mi cara apartando pelo de ella.

-¿Qué quieres decir con eso? -Dijo dubitativo.

-Eso. -Alcé una mano.- No intentes confundirme con tus palabras o tus besos. -Balbuceé.- Así lo único que consigues es que me confunda y me enfade. -Me encogí de hombros.

-¿No has sentido nada cuando te he dicho lo que siento? -Dijo sorprendido. -No me puedo creer que no me des una puta oportunidad... ¡Joder! -Gritó. -¡Soy una puta persona, cometo errores! -Su cuerpo se irguió y sus brazos fueron lanzados al cielo. -Parece que aquí la única que que puede cometer errores. -Apretó su mandíbula.- No voy a estar aquí para siempre, ¿entiendes? -Gruñó.- Un día de estos me voy a cansar de tus estupideces y me voy a ir y cuando quieras volver conmigo no estaré.- Iba a decir algo, pero no me dio tiempo ya que él me cortó.- Sois todas iguales. Siempre haciéndoos las cabronas para que los chicos perdamos los estribos. ¡Juro que no voy a estar con una chica nunca más en mi puta vida! ¡Prefiero estar solo que preocupándome por una chica que no es capaz de perdonarme! -Gritó.


Acto seguido salió de la habitación dando un portazo. La niña empezó a llorar en cuanto el sonido escandaloso se produció en la silenciosa casa. La puerta de la habitación de Bea también se cerró de golpe por lo que supuse que Justin había entrado a calmarla. Por esta noche decidí que él se ocupara de ella. Asi que me dejé caer en la cama con la intención de dormir y olvidarme un poco de todo. Me había pasado con él y él ya había explotado. Se había acabado.



-Buenos días, _______. ¿No trabajas hoy? -Me preguntó Ryan al entrar por la puerta de la cocina.


Negué con la cabeza y me acurruqué en mis brazos. Estaba sentada en la silla con las piernas abrazadas y con una taza de café ya fría.


-¿Y tú cuando has llegado? -Pregunté somnolienta.

-Hace dos minutos. -Esbozó una sonrisa.- Te voy cansada.

-Estoy cansada. No he pegado ojo en toda la maldita noche.

-¿Y eso? -Cogió una de las sillas y se sentó en frente mío.

-He discutido con Justin... -Suspiré y apreté mis cienes con mis manos.

-¿Qué ha pasado? -Suspiró él también.

-Me he pasdo con él y ha explotado. Desde anoche no sé nada de él.

-¿Se ha ido? -Dijo alarmado.

-No. -Vi como su cuerpo se relajó en la silla.- Es solo que se encerró en la habitación con Cristina y solo ha salido para darle de desayunar.

-¿Debería de hablar con él?

-La verdad es que no. Me lo merezco por ser tan gilipollas y solo pensar en mi. NO he pensado en el chico al que amo y ahora estoy pagando las consecuencias. -Me encogí de hombros. Echarme las culpas de todo era lo único que me hacía sentir mejor. Además, Justin no tenía la culpa de nada, toda la culpa la tenía yo.

-No seas así contigo misma.

-Vamos Ryan, sabes que es verdad. -Le miré cansada.


Ryan suspiró. Se levantó, dejó la silla donde estaba y desapareció de la cocina. Poco después entró Bea con una bolsa en la mano. La dejó encima de la mesa y me miró.


-¿Qué te pasa ______?

-Pregúntale a Justin.

-¿Discutisteis? -Asentí.- Joder, ¿y eso?

-Ya sabes, he sido dura con él y ha estallado. Me lo merezco y punto.


Me levanté de la silla, vacié la taza de café en el fregadero y salí de la cocina. Hice mi camino hasta mi habitacion donde me metí en la ducha.




-¿Estás mejor? -Preguntó Ryan cuando me vio entrar en el salón.


Justin estaba sentado con la niña en brazos viendo algo en la tv. Bea estaba jugando con Cristina mientras que ella reía sin parar. Asentí y corrí hasta el sofá donde me senté al lado de Justin. Él ni se inmutó lo que me fastidió un poco. Cogí a la niña en brazos y empecé a ponerle caras tontas para que se riera.


-Me molestas, ______. -Dijo secamente Justin.


Apreté la mandíbula y respiré duramente. Le dí a la niña a su padre y me senté en el regazo de Justin. No iba a dejarle pasar, no lo perdería y de eso estaba muy segura.


-¿Molesto todavía?- Susurré mirando sus ojos mieles.

-Ahora un montón más que antes. -Sentí como apretó sus manos a cada lado de su cuerpo.


Acerqué mi boca a su cuello donde le dí un pequeño lametón. Las piernas de Justin se tensaron debajo de mi haciéndome sonreír. Los bellos de su nuca se erizaron. Pasé mis manos por ella y me acerqué más a él.


-Por el amor de Dios, ¡_______! -Chilló Bea por detrás de nosotros.- Que hay una menor delante.


Reí en el cuello de Justin pero no me separé de él. En cambio, me acerqué más sintiendo como cada parte de su cuerpo se pegaba a la mía. Eso me hacia sentir mejor.


-Disfruta, eh. -Alcé la cabeza separándome del cuello de Justin. El Ryan que acababa de decir eso me guiñó un ojos antes de salir detrás de Bea del salón cerrando la puerta detrás de él.


Mordí mis labios y me moví suavemente sobre el amiguito de Justin. Se estaba poniendo duro y él estaba intentando hacerse el durito. Supongo que porque estaría enfadado conmigo.


-¡Por el amor de Dios, ______! Deja de torturarme. -Susurró con la voz ronca.

-¿Vas ha hacer algo para impedirmelo? Porque yo no pienso parar, mi amor. -Rocé mis labios con los suyos.- Quiero que me hagas tuya. Porque quiero sentirme tuya. Para siempre. -Capturé sus labios en un beso feroz.


Sus manos empujaron mi espalda hacia su pecho mientras que su lengua se coló en mi boca tomando el control del asunto.

~El misterio~ {Justin Bieber & tú}Where stories live. Discover now