~El misterio~ {Justin Bieber & tú}

Capítulo 23.

-¿En serio Justin es un tipo delincuente famoso? -Apretó los libros contra su pecho mientras salíamos de clase.

-Shh.- Le mandé callar efusivamente.- Por favor, que no quiero que venga y me corte los ovarios por estar contándote esto.

-¿Le sigues queriendo? -Soltó de repente.

Y es que me dejó helada. No me había esperado esa pregunta. De Bea la verdad es que me podía esperar cualquier cosa, pero me había pillado con la defensa demasiado baja. Cuando me di cuenta de que me había quedado de pie en medio del pasillo con cara de estúpida, volví a mover mis piernas hacia delante. Fulminé a mi amiga con la mirada y nos dirigimos a la cafetería.

Era la hora del recreo y después teníamos educación física donde se juntaban todos los de primer grado y éramos más estudiantes novatos que personas en un ejercito. Las clases eran realmente grandes, igual que el gimnasio. En el gimnasio solo solíamos estar cuando llovía. Ya podía hacer un viento terrible que igualmente estábamos fuera. Hoy tocaba fuera fijo, ya que hacía un buen tiempo aunque hacia un poco de fresco.

Entramos en la cafetería con las miradas de algunos alumnos sobre nosotras pero le hicimos caso omiso. Como si de una hormiga se tratase. Una persona con el pelo saltándole en la cara se acercó corriendo hacia mi gritando mi nombre. Ya sabía quien era. Lo que no sabía era lo que quería. Cuando se paró en frente de mi, cogió aire y me miró sorprendida. Igual hizo con Bea pero después frunció los ojos y el entrecejo y le fulminó con la mirada. Me crucé de brazos mirándola mal. Ya me estaba poniendo de mala leche y no había empezado ha hablar.

-¿Acabo de ver a Justin o es qué tiene un gemelo? -Dijo perpleja.

Mi cuerpo se tensó y entonces supe que estaba cerca. Más cerca de lo que pensaba. Bea se dio cuenta de mi expresión preocupada y aunque yo no me diera cuenta me agarró de la mano dándole un leve apretón. Cuando fui consciente de que apretaba su mano con fuerza fue porque cierta persona me dio una colleja. Le miré con enfado mientras que en su rostro había una sonrisilla pilla, divertida e 'inocente'. Lorena carraspeó interrumpiendo nuestra estupidez de juego de miradas, apretones y tortazos. La miramos con mala cara y solté la mano de Lorena.

-¿Es qué no te has enterado de nada? -Me crucé de brazos. -Justin lleva aquí desde ayer. Parece mentira que estés estudiando aquí si ni te enteras de las cosas.

-¿A qué viene tanto bordismo? -Dijo alzando la voz mientras cruzaba sus brazos por debajo de su pecho.

-¿Yo? ¿Usando lo borde contigo? Uh, lo siento no me di cuenta.- Dije haciéndome la inocente. No iba a dejar que me pisoteara y mucho menos que hiciera como si no hubiera pasado nada.

-No te he echo nada.

Miré a Bea riéndome a carcajadas. Mi amiga sonrió y miró con las cejas enarcadas a Lorena, mi ex amiga. Porque yo ya hacía unos meses que no la consideraba mi mejor amiga, y tampoco amiga. Era una conocida más y punto. Hasta estaba planteándome eso de que sea una conocida y cambiarlo por una desconocida.

El rostro de Lorena se volvió rojo de la furia que estaba conteniendo.

-¿Ahora te has echo la mejor amiga de ésta puta? -Soltó de repente.

Los ojos de Bea se abrieron tanto como los míos, además de que atrajo a más ojos curiosos hacia nosotras. Cuando Bea iba a lanzarse sobre ella, le agarré tirando de ella hacia atrás hasta que quedó detrás de mi espalda. Me acerqué a ella y le miré desafiante.