Capítulo 20.

6.3K 332 30
                                    

Bufé y centré toda mi atención a mi manzana. La tía esa no sabía otra cosa mejor que hacer que meterse en la vida de los demás. ¿Y qué más daba que Zac estuviera conmigo? Cómo esa tía siguiera así, conseguiría asustar a Zac y alejarlo de mi. Y no quería encontrarme sola de nuevo.


-Cristal, ¿qué necesitas? -Zac habló con toda la amabilidad del mundo. No sabía como aguantaba. Si pudiera, le pegaba una ostia directamente.

-Saber porque estás con ella y no conmigo.

-No somos nada más que amigos desde pequeños. Es más, somos conocidos. No tengo porque estar contigo si no quiero. Y menos cuando no me has hablado en 2 años  y pico.


Zas. En toda la boca. La chica del pelo chillón rosado se quedó sin habla. Sacudió su pelo hacia atrás y se fue a paso ligero de la cafetería. Sonreí ampliamente. Zac había conseguido que se fuera y que no le hubiera amenazado después de aquello.


-Creo que tú y yo vamos a ser muy buenos amigos. -Dije señalandole con el dedo.

-Eso suena muy bien.


Los dos reímos y seguimos con nuestros desayunos animadamente.



Mordió mi labio inferior mientras me empujaba contra el colchón de la cama. Llevaba dos meses disfrutando de los besos de aquel chico de ojos azules. Me revolvía las entrañas cada que me rozaba. Cada vez que sus besos viajaban por mi cuerpo. Cuando nos uníamos y solo éramos uno. Arqueé la espalda hacia él y sollocé cerrando los ojos. Jadeé intentando recuperar la respiración después de tal ejercicio. Abrí los ojos cuando sus brazos rodearon mi cuerpo desnudo y me pegó a su pecho sudado. Subí una pierna por su cintura y abrí los ojos para encontrarme con sus grandes ojos azules y su blanca sonrisa a juego.

Había aprendido a amar a ese chico. Al fin y al cabo, había conseguido lo que quería. Él quería estar conmigo y conocerme más y ha conocido hasta el rincón más escondido de mi cuerpo. Había veces que me acordaba de Justin, pero sacudía la cabeza e intentaba alejarlo de mi, pero mi cerebro lo guardaba en alguna parte de mi cabeza.


-Mañana empieza el campeonato de hockey. -Zac besó mi frente y sus manos acariciaron mi espalda.

-Hockey, basket, fútbol americano, golf, tenis... ¿Algún deporte más que hagas y que yo no sepa? -Alcé las cejas.

-Si.

-¿Estás de broma, no? -Alcé la voz riendo estruendosamente.

-Que va, hago natación.

-Joder. Ami con las clases de gimnasia me llegan. Solo de pensarlo me canso.

-Practicas otro deporte aparte de las clases de gimnasia.

-¿Ah sí? ¿Cuál? -Sabía a que se refería, pero me encantaba que él me lo dijera.

-Lo que acabamos de hacer, nena. -Susurró con la voz ronca. Sexy.


Sonreí tiernamente y le di un beso en los labios. Corto pero tierno. Me acurruqué en su cuerpo y suspiré largamente. Luego cogí aire llevándome el olor a sudor de mi chico. Gran aroma. El olor de los dos cuerpos impregnado más el sudor. Era excitante. Pero ya estaba demasiado cansada como para volver ha hacerlo. Mis ojos poco a poco se fueron cerrando. Con cada caricia hacia que me relajara en sus brazos. Bendito chico. Es la persona que cualquier persona querría. Pero echaba de menos el peligro que vivía con Justin. Es cierto que teníamos muchas peleas, con Zac también las tenía y es normal, pero con Justin se veía y vivía la vida de una forma diferente.

~El misterio~ {Justin Bieber & tú}Where stories live. Discover now