~El misterio~ {Justin Bieber & tú}

Capítulo 19.

Definitivamente debía hacerlo. Venga ya. Estas cosas no pasan todos los días y si me llegaba ha hacer algún daño extremo, me arrepentiría después. Aunque no sabía que quería realmente Zac, si hacerse mi amigo o algo más o simplemente usarme. Debía alejar toda la negatividad de mi pasado y todos los chicos con los que he acabado mal, es decir, él único e incomprensible Justin Bieber. Ese nombre, esa figura... Él, no salía de mi cabeza. Pero tenía que luchar por qué saliera de mi de una vez por todas.

Alcé mi mano y la incliné sobre la de Zac haciendo que chocaran. Su sonrisa se amplió mucho más.

-Bueno, tengo que irme. Nos vemos mañana por la mañana. ¿En qué habitación estás?

Abrí la boca para decir algo pero recordé que los chicos no podían ir a la parte de las chicas y lo mismo pasaba con las chicas, no podía ir al sitio de los chicos. Las normas son las normas.

-Me acuerdo de algo que nos dijeron a los de primero.

-¿El qué?- Me miró curioso.

-No puedes entrar en la parte de las chicas.-Señalé.

De sus labios salió una carcajada que se prolongó cuando puse una mueca de frustración.

-¿Qué?-Me crucé de brazos pensando en que me estaba vacilando.

-Puedo entrar con discretividad.

-Buena suerte entonces.

-¿No me vas a decir el número? -Parecía molesto. Pero por más que insistiera no iba a decirle nada.

-No. Así es más interesante. Le añades a la discretividad, misterio.

Él asintió. Miró hacia atrás y respiró hondo como si estuviera guardando toda la rabia y sacando la guardia. Me volvió a mirar y sonrió.

-Lo averiguaré.-Susurró y se giró para empezar a correr hacia un grupo de chicos que había a unos metros de nosotros.

-¡Suerte de nuevo!- Grité riendo.

Estiró las manos hacia arriba y se despidió con un gesto de despedida. Ni se giró ni nada.

Cuando desapareció de mis ojos, bajé de la nube del Mundo de Yupi y me dirigí a mi habitación. A mi temida habitación. Por suerte cuando entré no había nadie. Me dí una ducha rápida. Me di prisa más bien por si entraba alguien y le daba por atacarme o algo. Me enrollé en una toalla y me puse la ropa interior. No era una de mis favoritas, pero no me apetecía ponerme algo de encaje. Volví a enrollarme en la toalla después de maldecir que se me haya quedado el pijama encima de la cama. Salí y me choqué con un cuerpo femenino. Le miré a los ojos mordiéndome el labio. Mis piernas empezaron a flaquear cuando sonrió misteriosamente.

-Mira Cristal... Mira quien tenemos aquí...-Habló una chica de pelo largo negro carbón. Era una de sus seguidoras ya que estaba detrás de ella. También lo sabía porque en las películas nos enseñan que la que está delante, siempre es la que manda.

-Si, ya lo veo. -Frotó suavemente su barbilla con sus finos dedos. -Me han dicho que estás muy gorda y otros me han dicho que estás muy buena. -Me miró de arriba abajo. Cuando finalizó en mis pies,  volvió a mis ojos. - Vamos a comprobarlo,______.