~El misterio~ {Justin Bieber & tú}

Capítulo 28.

Ryan se acercó como una bala a Justin y le agarró del brazo justo cuando se iba a lanzar encima del hombre. Había sentido como apretaba mucho más fuerte la boca de la pistola en mi cien.

Tenía miedo. Mucho miedo. Estaba entre la vida y la muerte. No sabía que podía pasarme en los siguientes minutos y puede que fuera un poco egoísta por mi parte, porque Justin está herido y echo una fiera, pero ahora mismo me importa un poco más mi vida. O quizás me importe más la de Justin, pero yo no le puedo ayudar.

-¡Suéltala! -Gritó Justin con toda su furia contenía. Parecía una bestia. Su respiración se había agitado lo que hacía que su pecho y hombros subían y bajaban velozmente.Sus ojos estaban oscuros, llenos de rabia. De prepotencia. Sus dedos estaban liados con fuerza en el mango de la pistola, agarrándola bien fuerte, tan fuerte que sus nudillos estaban blancos. Su mandíbula estaba tan apretada que como siguiera así, la iba a romper. De un momento a otro, saltaría sobre el hombre que estaba apunto de acabar con mi vida. -¡Qué la sueltes he dicho! -Gritó de nuevo haciéndome temblar.

-¿Te crees que voy a ser tan estúpido como para dejar a esta preciosidad suelta? -Habló el hombre detrás de mi. Mi cuerpo estaba lleno de miedo, y no podía dejar de repetirlo. Cerré los ojos con fuerza deseando que esto acabase de una vez por todas.

-Ella no tiene nada que ver entre tú y yo. O la sueltas o no contarás con tú vida. -Gruñó Justin.

-Si que tiene que ver entre tú y yo. He visto como la miras, como deseas tocarla... -El hombre rió tan fuerte que sentí como vibraba su pecho contra mi espalda.- Ella te importa, se nota en la manera en la que actúas.

Justin apretó aún más la mandíbula y dejó escapar todo el aire que había retenido en unos minutos. Le había pillado y acertado en todo lo que el hombre había dicho sobre nosotros. Le miró a los ojos y dio un paso hacia delante. La pistola se clavó mucho más en mi cien haciéndome estremecer.

-¡Para! -Aulló Justin.

El cuerpo de Justin se abalanzó sobre el del hombre tan potente como una bala. Cuando me di cuenta el pecho de Justin estaba delante de mis narices mientras que sus brazos golpeaban al hombre. El cuerpo de Justin se echó hacia atrás separándose de el hombre y de mi y entonces me di cuenta de que Ryan los había separado. El chico de ojos mieles cogió aire mientras que su amigo le daba una colleja.

-¡No me pegues, imbécil! -Le gritó Justin a Ryan. - ¿Porqué mierda nos has separado?

-¿¡No te das cuenta de que podrías haber echo que la mataran!? -Le dijo Ryan aguantando la compostura.

Justin nos miró. Sus ojos se encontraron con los míos y entonces su mirada se suavizó. Apretó los labios con fuerza y miró al hombre.

-Estoy dispuesto ha hacer cualquier cosa por ella. -Dijo soltando el arma en el suelo.

-Sabía que acabarías rindiendote.

-¿Qué? Justin no lo hagas. -Grité intentando soltarme del agarre del hombre.

-Estate quieta, _____. Por favor.

-No puedo dejar que destruyas tú vida por mi. -Sentí como mis ojos se iban ahogando poco a poco.

-Yo por ti haría cualquier cosa. ¿Aún no te has dado cuenta?

Abrí la boca para decir algo, para seguir discutiendo pero no me salía nada. ¿Me estaba hablando en serio? Pues claro que no. Solo quería usarme como la última vez. Justin Bieber nunca se enamora y mucho menos arriesga su vida por una chica que ha estado ignorandole un montón de tiempo.

Agaché la cabeza sin saber que hacer. Sonreí y miré al hombre. Me puse de puntillas como pude y le susurré:

-No le haga caso, está mal de la cabeza. Tiene serios problemas con eso y está loco. No le dejes que me salve. Prefiero morirme yo antes de que le hagan daño. ¿Entendido?

El hombre me miró como si tuviera 6 cabezas, pero después asintió. Miré a Justin que estaba hablando con Ryan en voz baja. Estaban planeando algo, eso estaba claro.

-Bueno -empezó el hombre.- Hagamos un cambio. Yo la dejo libre si tú te disparas. -Mi cuerpo tembló cuando el hombre dijo eso.- En el corazón. -Dijo tremendamente misterioso. -Tragué saliva duramente.

Justin sonrió y recogió su pistola del suelo. Le miré sin poder creérmelo. ¿De verdad iba ha hacer tremenda salvajada? ¿Iba a acabar con su vida? ¿Tan rápido se iba a rendir?

Llevó la pistola hasta su pecho y la pegó al corazón. Llevó su dedo índice al gatillo con toda la voluntad. Lo hacía tan fácil, ni que estuviera comiendo. A mis espaldas, el hombre empezó a reírse porque estaba a punto de conseguir lo que quería. No podía creérmelo. Cerró los ojos como pudo y apretó el gatillo. El hombre que estaba a mi espalda calló desplomado al suelo. Di un paso hacia delante  y me fijé en el cuerpo del hombre. ¿Qué mierda había pasado? Levanté la cabeza y me encontré con Ryan, apuntando el cuerpo del hombre. Lo había matado. Lo sabía, tenían un plan. Me giré para mirar a Justin. Se estaba riendo mientras que miraba el cadáver. Busqué con la mirada a Bea, tenía que salir de allí cuanto antes.

Corrí hasta la entrada del recinto sin que nadie se diera cuenta. Cuando fui a atravesar la puerta alguien me agarró del brazo. Como supuse que era Justin intenté que me soltara pero cuando me di cuenta de que no me soltaba me giré. Tragué saliva cuando me di cuenta de que era la policía y no Justin. Genial ésta noche no podía empeorar más.

-Disculpe señorita, ¿a dónde va? -Me preguntó con cierta educación.

-¿A casa? -Pregunté insegura.

-Lo sentimos pero no puedes irte a casa. Usted a tenido que ver con todo lo que acaba de pasar aquí dentro. Además de que estás relacionada con el gran Justin Bieber. No puedo dejarla ir.

Suspiré cerrando los ojos. Cuando los abrí dirigí mis ojos a Justin. Mierda. Si que podía empeorar la maldita noche.