~El misterio~ {Justin Bieber & tú}

Capítulo 55.

Parpadeé bostezando. Me senté en el sofá agarrando con fuerza la pequeña sábana que fuimos capaces de encontrar anoche. A mi derecha, el cuerpo de Justin descansaba tranquilamente. Estaba tan pacífico que quise guardarme esa imagen en mi cabeza o congelar el tiempo y quedarme observándole toda mi vida.

La aventura de la noche anterior había sido muy brutal. Nunca lo habíamos echo así. Es decir, habíamos hecho el amor como si de ello se nos fuera la vida. Me recosté de nuevo en el pecho de Justin. Su pecho subía y bajaba lentamente. Su brazo tatuado descansaba sobre su frente.

Me levanté sigilosamente para no despertarle y me dirigí al dormitorio para darme una ducha. Me gustaría dármela con Justin pero encendería nuestra parte más íntima y allí podría pasar cualquier cosa. Sonreí ante el pensamiento tan fuera de mi forma de ser y me metí rápidamente en la ducha. Después de un largo tiempo en ella, me sequé, me vestí y me asomé de nuevo al salón. El cuerpo de Justin seguía descansado con una fina sábana sobre él. Mordí mi labio observando lo tierno y sexy que era al mismo tiempo

-¿Noche salvaje, eh? -Dijo una voz detrás de mi sobresaltándome.

Me encontré con la risa brulona de Ryan. Le golpeé el brazo y me crucé de brazos.

-Calla que lo despiertas. -Dije refiriéndome a Justin.

-Se os escuchaba gemir desde la otra punta de la casa, por favor. Bea y yo nos echamos unas risas ayer. -Señalando hacia atrás a la puerta de la habitación, me encontré con la cara juguetona de Bea. Me sacó la lengua haciéndome sonrojar.- Pura noche de sexo salvaje... Quien lo iba a decir.

Sintiéndome más roja todavía, golpeé su hombro y corrí hasta la cocina frotando mi cara como si por arte de magia el color rojo despareciera de ella. Pero no, seguía igual de roja que segundos atrás.

-Estuve a punto de asomarme ha ver el espectáculo. -Dijo Ryan detrás de mi.

-Calla por favor, que vergüenza... -Dije tapando mi rostro con mis manos.

Ryan soltó una carcajada que fue continuada por otra carcajada proveniente de la puerta de la cocina. Los dos nos fijamos en el cuerpo semi desnudo de Justin, por suerte se había colocado los boxers, apoyado en la puerta de la cocina. Se separó de ella y caminó lentamente hacia mi. Su cuerpo rodeó el mio y besó mi frente.

-Así que hablando de lo de anoche, ¿eh? -Rió Justin.

-¡No! -Chillé escondiendo mi cabeza en su pecho.- Ryan se está metiendo conmigo.

-No me extraña nena, ayer gritabas como una posesa. -Susurró en mi oído.

Mi cuerpo se congeló un instante para después sentir todo mi cuerpo temblar. Apreté mis manos en la espalda de Justin y apreté mi frente contra su pecho.

-Calla tonto. -Susurré avergonzada.

El pecho de Justin vibró lo que me hizo saber que se estaba riendo. No pude evitar esbozar una sonrisa.

-Venga nena, no seas tan vergonzosa. -Se separó de mi enseñándome sus dientes.

-Sois unos guarros, estas cosas no se comentan en público. -Puse un mohín.