Capítulo 17.

6.5K 322 3
                                    

Una de las chicas que me tenían agarrada, sacó algo afilado de su bolsillo. Aunque estuviera oscuro, sabía perfectamente que era aquello pequeño y resplandeciente. Lo acercó a mi clavícula y lo empujó contra mi carne, cortándola. El grito que salió de mis labios fue desgarrador. La otra chica que me agarraba del brazo, clavó las uñas de su mano en mi piel y antes de que pudiera gritar puso su mano libre sobre mi boca.

No sé cuantos cortes más me hicieron pero me arrogaron sobre una de las camas en cuanto acabaron.


-Más te vale no contar nada de lo que ha pasado aquí. Si alguien te ve los cortes, te enganchaste en un alambre cuando te mandaron arreglar la red de la azotea o cualquier otra mierda. Nadie se mete con nosotras. ¿Entendido?- Tiró de mi pelo hacia atrás. Mi cabeza se despegó de las sábanas.


No pude decir ni una sola palabra. El dolor me había dejado inmovilizada. Mi cabeza volvió a caer sobre el colchón. Las risas de las chicas resonaron por mi cabeza como eco. Pero poco a poco fueron disminuyendo hasta que fueron interrumpidas por un portazo.

La habitación se había quedado en silencio. Solo se escuchaba mi ajetreada respiración. Cogí aire e intenté moverme pero me fue inútil. Solté todo el aire que había retenido en mis pulmones y dejé que mi cuerpo se relajara sobre el colchón ensangrentado.


Desperté por culpa de los rayos del sol que entraba por la ventana. Estaba bien tumbada en la cama, tapada hasta el cuello y en ropa interior. La sábana estaba manchada de rojo por la zona de arriba. Aparté mi pelo sudado de mi frente y retiré la sábana. Debajo de mi hombro tenía otro corte. Entonces recordé como había parado allí. Una de ellas, la del pelo rojizo, rajó mi camiseta por el hombro y allí, su acompañante, delineó mi piel. El de la clavícula aun era consciente de lo que me estaba pasando. Fue el primer daño que me hicieron. Y tenía otro último, en la palma de la mano atravesándola por el medio. No sabía que excusa iba a usar para esto, pero quería un cambio de habitación cuanto antes.

Me levanté lo más rápido que pude y busqué algo de ropa para ponerme. Entré en el baño y me di una ducha rápida. En cuanto salí, me fijé en el espejo. Enorme de cuerpo entero. Y se veían mis heridas. Estaba totalmente jodida.

Me aparté del espejo antes de que vomitara por mi aspecto y me vestí.


-Buenos días, _______.

-Buenos días, Lore.

-Te quiero presentar a mi compañera de habitación. -Me señaló a una chica alta, como mucho nos sacaba media cabeza. Su pelo era corto y azul chillón. Iba vestida con un vestido marrón y unas medias negras a juego con las botas.- Se llama Elena.

-Encantada.-Dijo con una tímida voz.

-Lo mismo digo.-Respondí.

-Es un poco tímida, me costó un poco sacarle el nombre, pero cuando coge confianza, no calla.


Las dos rieron a carcajadas y chocaron los puños. Me quedé un poco en shock hasta que Lorena me hizo reaccionar con una jodida pregunta.


-¿Quién es tu compañera de habitación? - Parecía emocionada, pero yo no lo estaba.


Tragué saliva mirando a los cuatro ojos que me miraban impacientes. Tierra trágame.

~El misterio~ {Justin Bieber & tú}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora